¿Cómo tratar el reflujo del bebé?

El reflujo constante puede condicionar la alimentación del bebé. Suele producirse por un desarrollo todavía incompleto del tubo digestivo, que se corregirá con el tiempo.
¿Cómo tratar el reflujo del bebé?
Saúl Sánchez Arias

Revisado y aprobado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.

Última actualización: 28 diciembre, 2021

El reflujo es un problema frecuente en el bebé, puede desaparecer en el primer año y casi nunca es motivo de enfermedad. Sin embargo, no es lo mismo cuando el pequeño bota un poco de leche después de comer, que cuando vomita con frecuencia, porque en este caso podríamos estar hablando de reflujo gastroesofágico, una condición que puede traer consecuencias en su desarrollo.

El reflujo gastroesofágico provoca el común buchecito del bebé, pero también es causante de vómito más abundante y violento. Es importante poder diferenciar cuando el bebé está vomitando y con qué frecuencia lo hace, porque esto podría comprometer su nutrición, afectar el sistema respiratorio e irritar su garganta.

Es muy importante que observemos el momento en el cual se produce los síntomas del reflujo, por ejemplo, si ocurre sin previo aviso o lejos de la hora de la comida, puede tratarse de un problema mayor. En estos casos es conveniente consultar a un especialista y también cuando el niño ya ha pasado los doce meses pero sigue presentando este problema con frecuencia.

¿Cuáles son las causas del reflujo?

En el recién nacido el reflujo es causado por falta de adaptación al alimento y la cantidad, por lo general sucede porque su estómago es muy pequeño y la leche es demasiado, además, todavía se está acostumbrando a alimentarse por esta vía. A medida que van creciendo, el reflujo se produce por problemas en el esfínter esofágico, no siempre se trata de un mal funcionamiento patológico, por eso se corrige con el tiempo.

En principio la válvula que se encarga de realizar la conexión entre el esófago y el estómago aun es muy débil, por lo cual no funciona correctamente para retener y dar paso a las comidas. Este problema de funcionamiento se supera en el primer año, sin embargo, puede volver a fallar en momentos específicos, incluso los adultos pueden padecerlo.

La causa principal del reflujo en el bebé es la falta de desarrollo de su sistema digestivo, algo totalmente normal y que no debe causar alarma. Sin embargo, es importante estar atentos y poder diferenciar cuando se trata de un vómito violento en lugar de los típicos buches de leche.

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Síntomas del reflujo

En general los síntomas del reflujo en el bebé están relacionados con la expulsión de pequeñas cantidades de leche, esto por causa de la debilidad de su sistema gastroesofágico.

Sin embargo, cuando el problema se ha convertido en algo más complejo, puede presentar los siguientes síntomas, según un estudio publicado en International Journal of Molecular Sciences.

  • El niño puede sufrir problemas respiratorios como la tos, porque el regreso del alimento obstruye las vías.
  • Dolor de garganta.
  • Nauseas después de comer.
  • Vómito frecuente.
  • Dolor abdominal.
  • Interrupción del sueño.
  • Espasmos.
  • Pérdida de peso.
  • Gases.
  • Infección de oído.
  • Acidez.

Tratamiento para el reflujo

Para tratar el reflujo lo más importante es asegurarnos de que el bebé coma justo lo que necesita, además, se recomienda extraer muy bien los gases después de la comida. Cuando los problemas relacionados a la acidez atacan con mucha frecuencia, los jugos gástricos pueden afectar las paredes del sistema, por lo cual se recomiendan principalmente los antiácidos. De todos modos se ha demostrado que el mejor manejo en primera instancia es el no farmacológico.

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Se aconseja siempre consultar al pediatra antes de administrar cualquier medicamento al bebé, este puede indicarle además de antiácidos, algún inhibidor de la bomba de protones gástrica o un antihistamínico. Otras opciones para mejorar el reflujo están relacionadas con ciertas aplicaciones no farmacológicas, por ejemplo, las siguientes.

  • Intenta alimentarlo en posición vertical, permitiendo que su cabeza esté ubicada más alto que su estómago.
  • Aliméntalo con pocas cantidades y con mayor frecuencia.
  • Deja que coma a su ritmo, pero si sientes que se está apresurando demasiado dale un descanso. En caso de que el bebé coma lento, ten paciencia y dale la oportunidad de eructar durante la comida.
  • No dejemos al bebé muchas horas sin comer.
  • Acostumbra a sacar sus gases regularmente, incluso si no ha comido recientemente.
  • Si el bebé está llorando a la hora de comer, no se recomienda que lo alimentemos en este momento.
  • En el caso de la leche de fórmula o la leche materna en biberón, podemos probar a colocarle algo de cereal, para que el alimento tenga un poco más de consistencia y no sea tan líquida.
  • A la hora de dormir, coloquemos un cojín o almohada bajo su cabeza para que duerma un poco inclinado.

Reflujo en niños, una situación incómoda

El reflujo en los niños, sobre todo en los bebés, es un proceso frecuente. No obstante, produce ciertas incomodidades y puede dificultar la alimentación. Por este motivo te recomendamos que pongas en práctica los consejos que hemos puesto sobre la mesa, para así evitar la necesidad de administrar fármacos.


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  • Rybak A, Pesce M, Thapar N, Borrelli O. Gastro-Esophageal Reflux in Children. Int J Mol Sci. 2017 Aug 1;18(8):1671.
  • Ferguson TD. Gastroesophageal Reflux: Regurgitation in the Infant Population. Crit Care Nurs Clin North Am. 2018 Mar;30(1):167-177

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