Tomar mucho azúcar durante la lactancia podría ser contraproducente para la salud del bebé en un futuro. Y es que por medio de este elemento variaría ligeramente la composición de la leche materna, con una mayor concentración de carbohidratos en su interior. Esto aumentará la incidencia de ciertas patologías metabólicas con el paso de los años, como es el caso de la diabetes de tipo 2.
Antes de comenzar, es determinante comentar que durante el período de lactancia se debe seguir con el cuidado de la dieta con el objetivo de proporcionar los mejores alimentos al bebé. Así se logrará asegurar el correcto desarrollo del mismo, lo que evitará el desarrollo de alteraciones en la fisiología que puedan repercutir de manera posterior sobre su estado de bienestar.
Cuidado con el azúcar
En líneas generales, es positivo garantizar la presencia de carbohidratos en la pauta, pero siempre hay que priorizar los de tipo complejo. Por el contrario, existen evidencias de que los simples incrementan la incidencia de patologías metabólicas, como es el caso de la diabetes de tipo 2. Por este motivo, habrá que tratar de moderar su consumo y de asegurar que siempre que aparezcan en los platos estarán acompañados de una dosis de fibra que module su absorción.
En la lactancia se deben extremar las medidas de precaución
Esta recomendación tendría todavía más sentido durante el período de lactancia. Y es que los carbohidratos simples dietéticos podrían alterar el contenido en hidratos de carbono de la propia leche. De este modo, aportarían al bebé más dosis de estos nutrientes de la necesaria. Dicho proceso se vincula con déficits a nivel cognitivo en el bebé y con un mayor riesgo de sufrir alteraciones en el metabolismo de manera posterior. Esta situación podría llegar a presentar una mayor facilidad para experimentar sobrepeso.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista The Journal of Nutrition, un consumo elevado de azúcares simples o de grasas de tipo trans se traduciría en un incremento de la adiposidad infantil y del peso a los 6 meses de vida. Esto resultará negativo, ya que se elevarán los niveles de inflamación en el medio interno.
Es importante plantear una dieta adecuada
Durante el embarazo es preciso cuidar la dieta para evitar la ingesta de tóxicos o de elementos que puedan llegar a alcanzar al feto y a perjudicar su desarrollo. Pero mientras dure el periodo de lactancia, también habrá que mantener ciertas precauciones con el objetivo de lograr la óptima nutrición de los más pequeños. Por este motivo, hay que consolidar una serie de buenos hábitos de vida en la madre.
Lo más importante consiste en lo siguiente:
- Priorizar el consumo de proteínas de alto valor biológico y de vegetales.
- Incluir un aporte extra de ácidos grasos de la serie omega-3: estos se asocian con una reducción de la inflamación y con un mejor desarrollo cognitivo del bebé. Hasta podrían disminuir la incidencia de ciertos problemas de tipo autoinmune como son las alergias y las intolerancias alimentarias.
- Ofrecer el pecho como alimento principal: esto es recomendable por lo menos hasta el primer año de vida. La leche materna supone el mejor producto que se le puede dar a un bebé, ya que no solo concentra nutrientes en su interior. La proporción de los mismos es excelente, pero también aporta sustancias bioactivas que incrementarán la eficiencia del sistema inmune. Incluso la microbiota del tubo digestivo resultará mucho más diversa cuando se da el pecho.
Se debe moderar el consumo de azúcar en la lactancia
Tal y como has podido comprobar, hay que tener cuidado con el consumo de azúcar en la lactancia y tratar de no pasarse. De lo contrario, el funcionamiento del metabolismo del bebé se verá afectado. Lo mejor será promocionar la ingesta de alimentos con alto contenido en fibra. Esto se debe a que los carbohidratos presentes en los mismos son de digestión más lenta y tardan un tiempo en alcanzar la circulación sistémica.
Para terminar, no olvides que se deben promocionar también otros buenos hábitos, aparte de la dieta, para lograr producir una leche de excelente calidad. Mantener un estilo de vida activo, con predominancia del trabajo de fuerza, conseguirá marcar la diferencia. Del mismo modo, se aconseja dormir al menos 7 u 8 horas de forma diaria para estimular los procesos de recuperación y garantizar el equilibrio a nivel hormonal.
Bibliografía
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- Yoshida, Y., & Simoes, E. J. (2018). Sugar-Sweetened Beverage, Obesity, and Type 2 Diabetes in Children and Adolescents: Policies, Taxation, and Programs. Current diabetes reports, 18(6), 31. https://doi.org/10.1007/s11892-018-1004-6
- Nagel, E. M., Jacobs, D., Johnson, K. E., Foster, L., Duncan, K., Kharbanda, E. O., Gregg, B., Harnack, L., Fields, D. A., & Demerath, E. W. (2021). Maternal Dietary Intake of Total Fat, Saturated Fat, and Added Sugar Is Associated with Infant Adiposity and Weight Status at 6 mo of Age. The Journal of nutrition, 151(8), 2353–2360. https://doi.org/10.1093/jn/nxab101