El objetivo principal de todos los padres es que sus hijos puedan ser felices día a día, pues así se aseguran de que encuentren la motivación para cumplir con sus objetivos. Así mismo, que exploren de la mejor manera los entornos y que tengan una convivencia sana en el hogar.
Además, la felicidad es un pilar fundamental para que los niños se amen a sí mismos y se convenzan de que tienen una gran cantidad de virtudes. De esa manera, viven con una confianza inmejorable para enfrentar los nuevos retos y obtener cada vez más aprendizajes.
Otra de las ventajas de los niños felices es que se relacionan mejor con los demás y que construyen relaciones sociales sanas. A causa de ello, siempre se sienten apoyados e importantes.
La felicidad permite que los niños vivan como quieren, ya que establecen rutinas que los llenan de tranquilidad y tienen una gran aceptación para sobreponerse a cualquier obstáculo.
Un niño feliz es un niño saludable, porque vive libre de tensiones, evita los dolores musculares, su presión sanguínea no se eleva de manera exagerada y el sistema inmunitario no se debilita.
Sin embargo, es común que los padres se pregunten con frecuencia si sus hijos han logrado alcanzar la felicidad. A continuación, te detallamos todas las señales que indican que el niño está cómodo y lleno de plenitud.
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Es cariñoso
Los niños felices demuestran afecto por su propia cuenta, pues se sienten cómodos con las personas que hacen parte de su día a día y les agradecen todo lo que hacen por él. Asimismo, una de sus ideas más importantes es fortalecer el vínculo y llenar de calma a los demás, para que puedan disfrutar en conjunto.
Un niño feliz sabe que al relacionarse con los demás descubre alegrías únicas. Por esa razón, con las muestras de cariño busca ganarse la confianza del otro, sentirse acogido y mejorar su estado de ánimo.
Tiene un lenguaje positivo
Un niño feliz siempre expresa que puede sacar adelante cualquier situación y afronta con optimismo todas las actividades que le proponen. Pues, confía en sí mismo y reconoce que tiene una gran cantidad de habilidades que lo hacen único.
Adicional a ello, los niños felices siempre se notan entusiasmados. Esto debido a que identifican el lado positivo de todas las experiencias y encaran con ilusión todos los retos que se le presentan.
Ríe fuerte
Los niños felices se animan a demostrar cada una de las emociones que sienten. De esa manera, al reír fuerte le demuestran a los demás que se sienten a gusto y que disfrutan al máximo de todos los momentos que viven.
La sonrisa frecuente hace parte del rostro de los niños felices, pues de esta manera comunican su tranquilidad y su fascinación por cada uno de los elementos que descubren en su entorno.
Hablan alto
Estos niños siempre se encuentran eufóricos, por lo tanto su tono de voz es elevado en la mayoría de las ocasiones. Esto debido a que tratan de expresar la misma alegría que sintieron en el momento en el que ejecutaron aquella acción que les generó bienestar.
Hacen ruido
Un hijo feliz es inquieto, pues su intención es descubrir nuevas vivencias que lo hagan sentir de la mejor manera. A raíz de ello, entra en contacto con todo lo que tiene alrededor y no se queda con la duda de saber qué le puede aportar cada objeto que despierta su curiosidad.
Juegan en todo momento
Estos niños se acostumbran a despejar su mente y a encontrar las experiencias que les permiten recobrar la calma. Por lo tanto, tienen la creatividad suficiente para inventar múltiples juegos e invitar a participar a las personas que son de su confianza.
Son sociables
Un hijo que es feliz se siente cómodo con la presencia de los demás, pues cree que le pueden transmitir enseñanzas positivas y nuevas vivencias. Además, su intención es generar emociones positivas en los demás para lograr que el ambiente permanezca armonioso y libre de cualquier riesgo.
Del mismo modo, estos niños tienen un diálogo frecuente con sus padres. Pues, sienten la confianza de expresar sus puntos de vista y de resolver todas las dudas que se les ocurren durante el día.
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El comportamiento lo revela todo en un niño feliz
Cada una de las conductas del niño refleja si se siente cómodo o se encuentra lleno de temores. De esa manera, es importante que los padres estén pendientes de cada una de las acciones de sus hijos para lograr identificar a tiempo cualquier amenaza.
Además, ese análisis también les permite detectar cuáles son las actividades que comodidad y bienestar le producen al niño, para fomentarlas de manera rutinaria y cuidar así sus emociones y su desarrollo.
Bibliografía
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- Martínez, José William, Desarrollo infantil: una revisión. Investigaciones Andina [Internet]. 2014;16(29):1118-1137.