5 señales de que un niño necesita más amor

La mirada atenta, la escucha abierta y la sensibilidad de los adultos son las claves para interpretar las señales de necesidad de afecto de los pequeños.
5 señales de que un niño necesita más amor
Maria Fátima Seppi Vinuales

Revisado y aprobado por la psicóloga Maria Fátima Seppi Vinuales.

Última actualización: 15 agosto, 2021

Ni las madres ni los padres nacen con el manual de parentalidad bajo el brazo. Aunque muchas veces quisieran tener uno a mano para comprender determinadas conductas de sus hijos.

En ocasiones, esas respuestas vienen de la mano del tiempo y de los momentos compartidos entre los niños y sus progenitores. Por este motivo, es fundamental conocerse para entenderse.

Si en casa te encuentras con algún comportamiento poco frecuente, quizás sea una señal de que tu hijo necesita más amor y atención de tu parte.



5 señales de que un niño necesita más amor

Antes de empezar, es oportuno refrescar el concepto de vínculo de apego para entender porqué es importante demostrar y recibir afecto.

Según John Bowlby, el apego se refiere a un vínculo de proximidad y cercanía del niño con el adulto, que le permite sentirse tranquilo, seguro y confiado.

A partir de sus investigaciones se reconocen 4 tipos de apego, los cuales dan lugar a las diferentes relaciones familiares y a otras características del vínculo con los hijos. Estos estilos o tipos de apego son los siguientes: seguro, evitativo, ambivalente y desorganizado.

Ahora bien, dicho lo anterior, podemos identificar algunas señales que indican que un niño necesita más amor.

1- Tiene miedo a ser abandonado

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Cuando el padre o la madre dejan la casa para trabajar o para cumplir con algún plan, el niño se siente mal y lo manifiesta a través del llanto o preguntando permanentemente cuándo regresarán.

Por otro lado, experimenta nerviosismo y angustia hasta que ellos llegan, por el miedo inconsciente de ser dejado por sus más queridos.

2- Se presentan cambios bruscos de conducta

Los adultos identifican ciertas conductas de los pequeños como berrinches o llamados de atención. Sin embargo, esto puede corresponder a la desregulación del niño o niña, que busca canalizar sus sentimientos a través de ese comportamiento inapropiado.

Entonces no es un berrinche, es un mensaje con un sentido.

Es la forma en la que logra expresar su malestar y por lo tanto, es importante contenerla y aportarle calma al niño.

3- Tiene comportamientos agresivos y oposicionistas

Contesta mal, está enojado todo el tiempo y por cualquier motivo, insulta, no hace caso cuando se le pide alguna cosa. Todas estos comportamientos pueden ser normales en ciertos contextos y situaciones puntuales, pero debe llamar la atención cuando se convierte en algo cotidiano.

4- Baja el rendimiento escolar

Para los niños y niñas que están escolarizados, el ámbito escolar es uno de los primeros lugares en los que se manifiestan las señales de sufrimiento doméstico. Muchas veces, el niño exterioriza su carencia afectiva a través de un empeoramiento en el rendimiento escolar.

5- Se muestra autosuficiente y no acepta ayuda

Hay edades en los que niños quieren hacer todos solos, puesto que están creciendo y quieren cada vez más autonomía.

Sin embargo, en ocasiones esto es un indicio de rechazo absoluto hacia la otra persona. No solo no quieren su ayuda, sino que tampoco tienen interés en nada referido a ella y prefieren mantenerse distantes.

Algunos consejos para tener en cuenta con un niño que necesita más amor

Cuando el niño manifiesta que necesita más amor, existen algunas estrategias para ayudarlo a resolver el conflicto que se está generando. A continuación, te damos algunos consejos:

  • Refuerza de manera positiva su conducta. Demuéstrale que es importante para ti y que te agrada pasar tiempo con él. Reconoce sus logros y felicítalo por sus conductas.
  • Evita cualquier tipo de amenaza, especialmente aquellas que tienen que ver con dejarlo solo: “te voy a dejar solo” o “un día de estos me marcho y verás”. Las palabras que los adultos dicen en un momento de enojo tienen un impacto mucho mayor del que se imaginan.
  • Presta atención a aquellas cosas que le gustan. Pregúntale por las cosas cotidianas: cómo le fue con determinada tarea o en el partido de básquet o en la casa de su amigo.
  • Ten muestras de cariño. Acércate, dale un beso, un abrazo y demuestra tu afecto.
  • Enséñale a reconocer sus emociones y a expresarlas apropiadamente.
  • Ajusta tus expectativas a tu niño. Es necesario adecuarlas para que sean realistas. Ellos no tiene por qué cumplir con nuestros sueños o proyectos. Hay que alentarlos a que sean lo que quieran ser y apoyarlos para lograrlo. Esto les dará mayor valor y confianza.
Paseo en familia para ofrecer apego seguro a los hijos.

Más allá de todas esas medidas, es muy importante la mirada atenta, la escucha abierta y la sensibilidad por parte de los adultos para lograr comprender qué es aquello que los niños necesitan.


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Consecuencias de no sentirse querido o valorado

Cuando una persona no se siente querida o importante para otra, su autoestima se deteriora y demuestra dificultades para conectarse con el entorno que lo rodea.

Tiene desconfianza en los demás, pierde el sentimiento de seguridad y evita salir a explorar el mundo para no separarse de sus progenitores. Además, le cuesta establecer vínculos con las personas ajenas a su núcleo íntimo.

Los efectos de no sentirse querido no desaparecen en la infancia, puesto que en esa etapa se sientan las bases de lo que seremos en el futuro. Un buen vinculo con sus padres, sentirse amado y reconocerse importante para ellos resulta clave para el correcto desarrollo cognitivo, conductual y emocional de la persona.

Esto no quiere decir que ciertas experiencias no puedan ser resignificadas o trabajadas posteriormente, pero ello no quita la importancia del apego temprano.

Acerca de la crianza amorosa de los hijos

Es muy importante que los padres críen a sus hijos sobre un vínculo de apego seguro desde pequeños. Esto les permitirá reconocer y dar espacio a las necesidades de los niños.

Es por eso que es necesario que los adultos reflexionen acerca de la importancia de dedicar tiempo de calidad a sus hijos. Es necesario acompañar el desarrollo emocional de los pequeños, aprender a leer sus señales y dar las respuestas adecuadas y oportunas a sus demandas.


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  • Garrido-Rojas, Lusmenia (2006). Apego, emoción y regulación emocional. Implicaciones para lasalud. Revista Latinoamericana de Psicología, 38(3),493-507.[fecha de Consulta 28 de Julio de 2021]. ISSN: 0120-0534. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80538304
  • López, F. (1998). Evolución de los vínculos de apego en las relaciones familiares en M.J. Rodrigo y J. Palacios Familia y desarrollo humano. Madrid: Alianza Editorial.

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