¿Se pueden curar o prevenir alergias e intolerancias?

¿Se pueden curar o prevenir alergias e intolerancias?
Pedro González Núñez

Escrito y verificado por el educador infantil Pedro González Núñez.

Última actualización: 21 marzo, 2020

Esta es una clásica pregunta que muchas madres nos hacemos, ¿se pueden curar o prevenir alergias e intolerancias? Las más comunes en nuestros niños suelen ser las alimentarias, y siempre son fuente de preocupación. De ahí que hoy dediquemos esta entrada de Eres Mamá a arrojar luz sobre este complejo tema.

Una vez que nuestro bebé va dejando la leche materna y comienza a tomar otro tipo de alimentos, una preocupación habitual se relaciona con alergias e intolerancias. Es algo normal. No obstante, el hecho de que las observemos de forma temprana es motivo de alerta, pero no debe ser tan preocupante.

Muchos niños presentan intolerancias y alergias alimentarias de forma temprana que pueden ser curadas. La clave está en la inmediatez. Cuanto antes se actúe sobre el problema, mayores probabilidades de éxito. Conozcamos mejor este asunto.

Qué son las intolerancia y alergias

Pero antes de continuar, es necesario distinguir entre intolerancias y alergias. En este caso nos centraremos en las alimentarias, las más habituales en las etapas tempranas de crecimiento de nuestros pequeños.

Una intolerancia alimentaria es provocada por una reacción adversa del organismo ante algún alimento en particular. No obstante, no interviene el sistema inmunológico. Simplemente intoxica nuestro organismo porque el alimento concreto sienta mal a nuestro cuerpo.

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Una alergia alimentaria sí que provoca una respuesta inmunológica de nuestro organismo. Esta reacción se produce por la ingesta de algún antígeno alimentario que provoca una fuerte reacción en nuestro cuerpo.

Cómo actuar para curar o prevenir alergias e intolerancias

Ahora que sabemos qué son, es importante conocer otros detalles para saber cómo actuar a la hora de curar o prevenir alergias e intolerancias alimentarias en nuestros pequeños. Y lo primero que haremos será reconocer los síntomas.

Síntomas de la alergia o intolerancia en el niño

Lo primero que debemos saber es que no todas son iguales. De hecho, no es extraño que surjan intolerancias o alergias en sus primeros meses. No obstante, la mayor parte de ellas serán transitorias y acabarán desapareciendo de forma natural.

Aun así, es importante conocer que los síntomas pueden aparecer hasta 2 horas tras la ingesta del alimento. Por ello, lo mejor es tener un diario en el que apuntemos qué ha tomado el pequeño y qué reacciones se han observado.

Los síntomas son variados. No obstante, lo más normal es que sufra dolor abdominal o enrojecimiento y habones cutáneos. También es típica la mucosidad nasal o el broncoespasmo.

Si se presentan síntomas extremos como anafilaxia, picazón generalizada, hinchazón de labios y párpados o incluso bajada de tensión, habrá que buscar una intervención rápida. Estas suelen ser típicas tras ingesta de pescados, frutos secos, huevo o mariscos.

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Qué hacer ante la aparición de síntomas de alergia o intolerancia

Como hemos apuntado, si los síntomas son excesivos, lo mejor es buscar atención rápida. Una reacción alérgica sí puede suponer un problema grave.

De lo contrario, con sintomatología más habitual, también buscaremos ayuda profesional. Pero en este caso la urgencia será mucho menor. Por ello necesitamos una primera valoración médica para posteriormente consultar con el pediatra. Hemos de relatar síntomas e ingestas para recibir orientación clara y exacta.

Lo más normal es que debamos someter a nuestro pequeño a una dieta de eliminación. Habrá que buscar fórmulas especiales en caso de la leche, por ejemplo. Si el problema es severo, el alimento tendrá que desaparecer totalmente.

Es normal que los niños sufran alergias e intolerancias tempranas. También es habitual que desaparezcan con el tiempo. Así pues, si tu pequeño no quiere algún alimento, tal vez sea por motivos de salud, no por gusto o placer.

Sea como fuere, pasado un tiempo, y siempre bajo prescripción médica, se volverán a reintroducir los alimentos de manera paulatina. Esta práctica se basa en la madurez del niño. Hay que observar su sistema inmune para saber cómo asimila de nuevo los alimentos que provocaron la reacción.

Como dijimos al comienzo, curar o prevenir alergias e intolerancias es algo más habitual de lo que parece. La mayor parte de los niños lo sufren en sus primeros días. Así pues, recuerda dar leche materna en sus primeros 6 meses e introducir alimentos de forma muy progresiva en los 6 siguientes. En casi todos los casos, nuestros queridos bebés acaban asimilando la comida y no presentarán problemas a medio y largo plazo.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.