Reflejo de búsqueda en los bebés recién nacidos

El reflejo de búsqueda en los bebés recién nacidos es fundamental para el inicio de su etapa como lactantes. Saber cómo identificarlo y qué hacer para estimularlo te servirá de gran ayuda.
Reflejo de búsqueda en los bebés recién nacidos

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 25 marzo, 2019

El reflejo de búsqueda en los recién nacidos es uno de los instintos que debe aparecer de forma automática en cualquier bebé sano. Pertenece a un grupo de reflejos arcaicos que están presentes no solo en bebés humanos, sino en todos los mamíferos.

Su ausencia puede ser signo de una anomalía a la que se le debe prestar atención. Por ello, vamos a contarte a fondo qué es el reflejo de búsqueda y por qué es importante que el mismo esté presente en los recién nacidos.

¿Cómo se denota el reflejo de búsqueda en los recién nacidos?

El reflejo de búsqueda se da de manera instintiva en todos los bebés recién nacidos y su presencia se denota aproximadamente desde su primer día de vida hasta los cuatro meses.

Este reflejo es bastante sencillo de estimular, basta con acercar nuestro dedo y tocar suavemente la mejilla de un bebé que no esté profundamente dormido y notaremos como, de manera automática, el bebé gira su cabeza hacia donde se encuentra la presión.

Como seguro habrás inferido, el reflejo de búsqueda es una forma de instinto que impulsa al bebé a buscar la fuente de presión, que más comúnmente está ligada con el pecho de la madre. Por ende, el reflejo de búsqueda es el movimiento inconsciente de los bebés en busca del pezón materno y, por tanto, es necesario para la lactancia.

La importancia de este reflejo radica en que es el primer eslabón de una cadena de reflejos que permiten que un bebé pueda alimentarse sin problemas del pecho de su madre. Es decir, al comenzar el amamantamiento, el reflejo de búsqueda lleva la boca del bebé al pezón de la madre.

Después, el reflejo de succión y el reflejo de deglución hacen su parte correspondiente para formar la triada de comportamientos natos que promueven que el bebé se alimente del pecho de su madre, que será su fuente de nutrición en la primera parte de su vida.

La lactancia materna es positiva para el niño y su madre.

Un instinto que se desvanece

El reflejo de búsqueda solo se trata de un instinto temporal para apoyar la cooperación del bebé en la tarea del amamantamiento. Este reflejo desaparece normalmente en torno a los cuatro meses de edad.

“El reflejo de búsqueda es el primer eslabón de una cadena de reflejos que permiten que un bebé pueda alimentarse”

Es relevante remarcar que la pérdida del reflejo de búsqueda no quiere decir que el niño haya alcanzado la madurez suficiente como para prescindir de la leche materna.

La desaparición de este instinto solo refleja que ahora el bebé cuenta con la suficiente consciencia para buscar el pecho de su madre cuando lo tiene cerca y tiene apetito. Por tanto, en este panorama, el bebé puede ya no responder al estímulo del pecho de su madre si no tiene deseos de comer.

La importancia del reflejo de búsqueda

El reflejo de búsqueda es una reacción natural.

La falta del reflejo de búsqueda en los recién nacidos no se trata de un problema que pueda resolver la madre dirigiendo por su cuenta la cabeza del bebé hacia su pecho. En este sentido, la importancia de la presencia de este instinto va más allá de asegurar una correcta alimentación.

Si el bebé recién nacido y en un estado relativo de vigilia no responde ante un estímulo en su mejilla buscando la fuente de presión, este puede ser un indicativo de una afección de carácter motor que limita el movimiento de los músculos del cuello para girar en busca de dicho estímulo.

De ser el caso, su detección temprana puede incrementar de manera enorme la evolución positiva de los bebés con afecciones de este tipo.

El reflejo de búsqueda como forma de interacción con la madre

En muchas ocasiones, el reflejo de búsqueda no estará seguido de la alimentación por parte del pequeño. Este reflejo es también una forma de contacto con la madre, que puede hacer sentir seguro y menos ansioso al pequeño.

“La falta del reflejo de búsqueda en los recién nacidos no se trata de un problema que pueda resolver la madre dirigiendo por su cuenta la cabeza del bebé hacia su pecho”

Debido a lo anterior, no es raro que muchos bebés duerman mejor con su boca en el pecho materno, aun cuando el reflejo de búsqueda no signifique que se vaya a iniciar una sesión de alimentación.


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