¿Cómo reconocer un ataque de pánico en los niños?

Los niños también pueden sufrir ataques de pánico y es importante conocer cómo se manifiestan. Te contamos todo al respecto. ¡No te lo pierdas!

Revisado y aprobado por la psicóloga Mara Amor López.

Escrito por Mara Amor López

Última actualización: 27 julio, 2022

El ataque de pánico en los niños, al igual que en los adultos y en los adolescentes, es un trastorno de ansiedad. Saber reconocerlo es fundamental para tratarlo lo antes posible, ya que de lo contrario se intensificará y prolongará en el tiempo.

Ante la sospecha, es conveniente buscar la ayuda de un profesional de la salud mental. Pues si no se trata puede acabar por afectar el rendimiento académico, dificultar las relaciones sociales y condicionar el futuro del menor.

A continuación, te daremos las claves para que sepas identificarlo de manera temprana.

¿Qué es un ataque de pánico en los niños?

El ataque de pánico es un tipo de trastorno de ansiedad, que se suele dar con mayor frecuencia entre los adolescentes y los adultos. No obstante, también se lo puede identificar en la población infantil.

Los niños que presentan este problema suelen padecer crisis de ansiedad acompañadas de miedo y de síntomas físicos que les hacen sentir “que se están muriendo”.

En general, el ataque de pánico aparece de forma brusca e inesperada y desaparece al cabo de unos minutos (menos de media hora).

Esta situación angustiante despierta en el niño deseos de huir e incrementa el miedo a reiterarla. Por este motivo, los niños que han sufrido un ataque de pánico en ciertos lugares, suelen evitarlos por temor a que les vuelva a suceder.

Síntomas que nos ayudan a reconocer un ataque de pánico en los niños

Los síntomas del ataque de pánico en los niños son casi los mismos que los que se dan en los adolescentes y los adultos.

En general, predominan las manifestaciones físicas antes que las cognitivas, pues la mayoría de los niños no son capaces de comprender lo que les sucede. Estas últimas son más frecuentes en los niños mayores y los adolescentes.

Síntomas físicos del ataque de pánico

• Taquicardia (pulsaciones aceleradas).
• Temblores.
• Sudoración.
• Sensación de falta de aire o dificultad para respirar.
• Escalofríos.
• Sensación de hormigueo (parestesias).
• Molestias abdominales y náuseas.
• Dolor en el tórax.
• Sensación de presión en la garganta.
• Sofocos.

Síntomas cognitivos (más frecuentes en los adolescentes)

• Sensación de que algo malo va a ocurrir y gran terror.
• Miedo a morir.
• Temor a perder el control.
• Sensación de estar viviendo algo irreal.
• Falta de aire.
• Percepción de separarse de uno mismo (despersonalización).

¿Cómo puedo saber si mi hijo tiene un ataque de pánico?

Los síntomas que hemos descrito en las líneas anteriores son bastante inespecíficos y pueden confundirse con otros problemas médicos. Por eso, es importante conocer el contexto del niño al momento de la crisis y su historia personal.

Debemos tener presente que estas crisis de pánico pueden aparecer como consecuencia de algún suceso estresante, como una mudanza, el inicio de clases, una enfermedad o la pérdida de algún ser querido, el nacimiento de un hermano, entre otros.

Luego de una intensa crisis de pánico, lo recomendable es acudir al pediatra y buscar la ayuda de un profesional de la salud mental. De esta manera, se podrá esclarecer el diagnóstico e iniciar cuanto antes un tratamiento para mejorar los síntomas.

¿Cómo se hace el diagnostico del ataque de pánico en los niños?

Para hacer el diagnostico de esta condición es necesario que el especialista evalúe el caso en particular y descarte otras causas médicas o psiquiátricas que justifiquen los síntomas. Existen algunos trastornos que comparten sintomatología con los ataques de pánico, como el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y el trastorno de estrés postraumático (TEPT).

Una vez descartadas las otras posibles causas, el experto hará su diagnostico de ataques de pánico en base a los siguientes hallazgos:

• El niño sufre y se preocupa porque se le repitan los ataques.
• Ha sufrido varias ataques de pánico en el último tiempo.
• Siente miedo a lo que le pueda suceder si vuelve a tener otro ataque.
• Evita aquellos lugares en los que ha sufrido un ataque o sitios que se lo recuerden.

No desestimemos el ataque de pánico en los niños

Cómo ya hemos dicho en líneas anteriores, el ataque de pánico en los niños existe y debe atenderse de inmediato.  Si sospechas que tu hijo lo padece, busca ayuda profesional. El especialista descartará otras condiciones de salud y tratará de poner solución a su problema. Recuerda que cuanto antes se detecte, mejores resultados se obtendrán.