¿Qué son los discos protectores para la lactancia?

Gracias a los discos protectores para la lactancia, evitarás las manchas o la humedad producidas por las pérdidas de leche entre toma y toma. Hay diferentes opciones en el mercado y son más que útiles.

Los discos protectores para la lactancia sirven para evitar demasiada humedad en la zona de los pezones, algo que puede derivar en problemas de la piel.

Cuando una mujer está amamantando, es normal que algunas gotas de leche salgan de los pechos en cualquier momento del día. Para evitar manchas en la ropa, se usan los llamados discos protectores para la lactancia. Entérate más sobre ellos en el siguiente artículo.

Qué saber sobre los discos protectores para la lactancia

Estos elementos tienen diferentes nombres, como por ejemplo discos absorbentes o discos de lactancia, pero se los conoce como discos protectores para la lactancia. Se trata de un accesorio más que útil durante los meses en los que una madre amamanta a su bebé, ya que entre toma y toma los pechos pierden algo de leche.

Estas gotas minúsculas pueden parecer inofensivas; sin embargo, manchan la ropa y no permiten un secado correcto de los pezones. En algunas mujeres, estas pérdidas de leche son mucho más que simples gotas, sobre todo cuando llega la hora de la toma y el bebé no está cerca —por ejemplo si la madre trabaja fuera de casa—.

Incluso, muchas madres experimentan un ‘acto reflejo’ y comienzan a producir leche —con posteriores pérdidas— cuando escuchan un bebé llorando, aunque no sea el suyo, o huelen colonia para bebés. Estos estímulos hacen que el cuerpo reaccione produciendo el alimento que el niño necesita.

Para todos estos casos, los discos protectores para la lactancia son una excelente solución porque permiten absorber las gotas de leche y evitan que estas manchen la ropa. De más está decir que es algo antiestético y vergonzoso que alrededor de los pechos se formen aureolas debido al líquido que sale de los pechos entre toma y toma del bebé.

Muchas parejas ven disminuida su vida sexual a causa de la combinación sexualidad y lactancia materna.

Y ya que en cualquier momento del día o situación esto puede pasar, lo mejor es estar bien preparada. De esta manera, se evitan molestias e incomodidades, principalmente fuera de casa o si hay visitas.

A su vez, los discos protectores para la lactancia sirven para evitar demasiada humedad en la zona de los pezones, algo que puede derivar en problemas de la piel. Estos discos protegen la dermis y también la ropa al absorber las gotas de leche. ¡Por eso no pueden faltar en el neceser de una madre!

Qué tipos de discos protectores para la lactancia existen

Ahora que ya sabes cuáles son las ventajas y los usos de los discos protectores para la lactancia, es momento de adquirirlos en las farmacias, supermercados o tiendas especializadas en maternidad.

Hoy en día, podemos encontrar dos tipos: los desechables y los lavables. Elegir uno u otro dependerá de los gustos, hábitos o preferencias de la mujer.

Discos desechables

Por un lado, los discos desechables, como su nombre lo indica, son del tipo ‘usar y tirar’. Se utilizan una sola vez y están confeccionados en diferentes materiales, entre ellos celulosa, fibras sintéticas de polipropileno o algodón.

Tienen una gran capacidad de absorción, pero lo malo es que generan cierta cantidad de basura, al igual que los pañales o las toallitas húmedas. Por eso, algunas madres solo los usan en ciertas ocasiones.

“Estas gotas minúsculas pueden parecer inofensivas; sin embargo, manchan la ropa y no permiten un secado correcto de los pezones”

Discos lavables

Por otra parte, es posible optar los discos protectores para la lactancia reutilizables o lavables. Están hechos de algodón y tela y tienen la particularidad que se pueden lavar y volver a usar las veces que queramos.

Esto quiere decir que son más asequibles, ya que con solo tener dos pares puede ser suficiente; mientras unos están lavándose o secándose, se usan los otros y viceversa.
Las pezoneras durante la lactancia son una de las mejores alternativas para paliar posibles inconvenientes.
El problema de estos discos es que no son tan eficaces como los desechables y, además, que la mujer debe tener la constancia de lavarlos cada vez que se ensucian… otra tarea más para hacer cuando el bebé duerme. Además, si pasa muchas horas fuera de casa, por ejemplo en la oficina, tendrá que guardarlos y esperar a llegar al hogar para lavarlos.

En síntesis, los discos protectores para la lactancia se usan mayormente durante los primeros días o semanas en que se amamanta al bebé, cuando aún el organismo no está del todo ‘acostumbrado’ a los horarios de toma.

También se recomiendan para las mujeres que ya regresaron al trabajo después de su excedencia por maternidad, así como para cualquier momento que estén fuera de casa.

Eso sí, para que cumplan su cometido, es necesario cambiarlos con frecuencia y evitar dejarlos demasiado tiempo en contacto con la piel una vez que se humedecen.

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