¿Y si el parto se retrasa? Puede que te lo preguntes, y con razón, pues esto puede traer consigo varios riesgos para el bebé debido a que la placenta deja de funcionar bien, ocasionando la disminución de oxígeno y nutrientes beneficiosos para el bebé, lo cual a su vez implica varias complicaciones fetales.
Pero aunque no lo creas, el retraso del parto sucede muy a menudo. Tres de cada diez futuras madres dan a luz después de su fecha tentativa. Esto va a depender de muchos factores.
4 factores por los que un parto se retrasa
Los factores más comunes por lo que un parto se retrasa son los siguientes:
Error de cálculo
Los médicos calculan que el embarazo ocurre catorce días después de la última menstruación, y de allí en adelante pronostican una fecha tentativa del parto. Pero a pesar de esto, son muy pocas las mujeres que tienen un ciclo menstrual de 28 días, lo cual dificulta una fecha exacta para el nacimiento del bebé.
Madres primerizas
Cuando se va a ser mamá por primera vez, existe la posibilidad de que el parto sea después de las 40 semanas. Las madres primerizas necesitan más días de gestación para que el cuello del útero esté listo, puesto que no ha habido partos anteriores que lo hayan preparado para el futuro alumbramiento.
Estrés y ansiedad
Esto suele suceder en mujeres que tienen miedo al parto debido a las experiencias de otras mujeres con respecto al dolor que provoca el mismo. Por eso se recomienda la relajación de la madre, siendo esto fundamental en el momento del nacimiento.
Progesterona
Si has tenido que ingerir progesterona para evitar partos a destiempo o abortos espontáneos, esto podría retrasar el alumbramiento.
¿Qué riesgos pueden existir si el parto se retrasa?
Algunos de los riesgos que implica un retraso del parto son:
- Aumento de tamaño y peso del bebé: Esto provocaría que el bebé no encajase bien en la pelvis y que probablemente fuera necesario practicar una cesárea.
- Disminución del líquido amniótico: Es el líquido que cubre al feto; la disminución de este haría que el cordón umbilical quedase presionado, envejeciéndose así la placenta y reduciendo el oxígeno y los nutrientes, los cuales son necesarios y vitales para el bebé.
- Sufrimiento fetal: Sucede cuando la frecuencia cardíaca del bebé no reacciona normalmente.
- Contaminación del útero con meconio: Cuando pasa más tiempo del esencial, el bebé hace sus primeras deposiciones allí dentro, expulsando el meconio (primer excremento de los recién nacidos), esto contamina el útero y, por lo tanto, el bebé podría aspirarlo en el momento del parto.
- Muerte fetal: Es poco frecuente, pero las probabilidades pueden aumentar a medida que pasa la semana 42 de gestación.
¿Qué debo hacer si el parto se retrasa?
Existen muchísimas complicaciones que pueden presentarse si el parto se retrasa. Una vez pasada la semana 40, el médico deberá realizar un control del feto y de la madre para asegurarse de que todo marcha bien; de esto dependerá la posible inducción del parto, la realización de una cesárea o la espera para que comience el trabajo de parto de forma natural.
Si ya estás próxima a la semana 42 y el médico ha decidido inducir el parto, se pueden usar varios métodos para iniciar el alumbramiento. Entre estos pueden estar:
- Colocar en la vagina prostaglandinas, lo cual provocará contracciones.
- Suministrar oxitocina. Se trata de un medicamento que se administra vía intravenosa y que puede provocar contracciones.
Se puede decir que un gran porcentaje de mujeres no recuerda la fecha exacta de su último período, lo que dificulta el pronóstico de una fecha precisa para el nacimiento, y no todas las mujeres tienen un ciclo menstrual idéntico y regular. De igual modo, en la mayoría de los casos no se realizan una ecografía a principios del embarazo para concretar la fecha probable de su parto.
Por lo tanto, si llegas a las 40 semanas de gestación y aún no hay signos de que pronto habrá un nacimiento, ¿quiere decir que tu parto se retrasará? No, todavía no se podría hablar de un parto retrasado, sino más bien de que tu fecha tentativa de parto fue mal calculada.
Básicamente lo que se hace es un cálculo aproximado, y a pesar de los riesgos que se corren si se prolonga el parto, la buena noticia es que la mayoría de los bebés nacen sanos.