¿Qué es la obstrucción del conducto lagrimal?

La obstrucción del conducto lagrimal es bastante habitual en los recién nacidos pero, afortunadamente, se suele curar sola antes del año de vida. Luego puede aparecer por diversos factores. Existen varios tratamientos para revertirla.
¿Qué es la obstrucción del conducto lagrimal?

Escrito por Yamila Papa

Última actualización: 23 junio, 2020

Cuando hay una obstrucción del conducto lagrimal, el drenaje de las lágrimas se ve total o parcialmente tapado. Esto puede causar ojos irritados, enrojecidos, acuosos o infectados. Te contamos todo sobre este problema y cuál es su tratamiento en el siguiente artículo.

Conducto lagrimal: información básica

Antes que nada, necesitamos aprender un poco sobre el conducto nasolagrimal, que es el que se encarga de transportar las lágrimas desde el saco lagrimal hacia la cavidad nasal. El saco contiene células caliciformes que segregan moco y se abre hacia la nariz.

Por este motivo, cuando alguien llora también le gotean las fosas nasales. Incluso hay casos en los que las lágrimas “bajan” hacia la boca a través de la nariz.

Las lágrimas drenan, normalmente, por unas aberturas muy pequeñas situadas en la esquina superior externa de los párpados hacia los ‘puntos lagrimales’ localizados en el borde contrario del ojo, es decir, al lado de la nariz.

Cuando se produce una obstrucción del conducto lagrimal, las lágrimas no tienen la capacidad para drenar con normalidad. Este problema es bastante habitual en los bebés recién nacidos: se estima que el 20% de los niños lo padecen. Pero no es para preocuparse, ya que en la mayoría de los casos se soluciona, incluso sin tratamiento, antes del primer año de vida.

Obstrucción del conducto lagrimal: causas y síntomas

Si la obstrucción se da en un recién nacido, es probable que el médico afirme que es una condición normal y que se curará sola en los siguientes meses. Por lo tanto, no es algo por lo que los padres deberían preocuparse.

Mujer con las manos en los ojos. En ellas tiene pintadas unas pestañas simulando los ojos.

En el caso de que la obstrucción del conducto lagrimal aparezca más adelante, es decir, durante la niñez, la adolescencia o la adultez, es por otros factores y, en ese caso, sí se requiere de un tratamiento específico. Ahora bien, ¿cuáles son las causas de la obstrucción del conducto lagrimal? Este bloqueo puede ocurrir en cualquiera de los ‘puntos’ por donde drenan las lágrimas y deberse a:

  1. Anomalías craneofaciales (desarrollo anormal del cráneo o rostro), por ejemplo, en niños con síndrome de Down.
  2. Estrechamiento de los orificios de los puntos lagrimales.
  3. Traumatismos o golpes en la nariz que bloquean el conducto lagrimal.
  4. Pólipos nasales (bultos que se forman en el revestimiento interno de la nariz).
  5. Alergias o sinusitis crónicas (irritan los tejidos y forma cicatrices que bloquean el drenaje).
  6. Conjuntivitis (infección e inflamación de la membrana que cubre el ojo, la conjuntiva).
  7. Tumores, que presionan en el sistema lagrimal y no permiten el drenaje correcto.

Cuando sufrimos una obstrucción del conducto lagrimal, el principal síntoma es un drenaje desequilibrado de las lágrimas, aunque eso no siempre se puede identificar fácilmente. También hay otros signos que alertan sobre este problema:

  • Infecciones recurrentes en los ojos.
  • Inflamación, enrojecimiento o dolor en el borde interior del ojo.
  • Visión borrosa.
  • Producción excesiva de legañas.
  • Descargas de mucosa por los ojos.
  • Fiebre.

Obstrucción del conducto lagrimal: diagnóstico y tratamiento

La mejor manera de saber si padecemos obstrucción del conducto lagrimal es visitar a un oftalmólogo. El médico realizará un examen completo de los ojos; dicho examen incluye la colocación de un líquido especial sobre la abertura del ojo. Si este no pasa a la garganta, significa que hay algún obstáculo. Otros estudios pueden incluir tomografía computada o radiografía.

Mamá limpia los ojos de su bebé con obstrucción del conducto lagrimal.

Una vez que se diagnostica el problema, el siguiente paso es llevar a cabo un tratamiento. En muchos casos, se necesita más de un procedimiento para que el conducto se abra por completo y drene como corresponde. En otros, solo hay que esperar hasta que el detonante del problema se solucione, como por ejemplo, en el caso de una fractura de tabique nasal o de una alergia.

Para los bebés con obstrucción del conducto lagrimal, el oftalmólogo puede recomendar una técnica de masaje que abre la membrana responsable de cubrir la abertura inferior de la nariz. Si eso no funciona, para pacientes niños, adolescentes o adultos, también se puede realizar un método de dilatación, sondeo e irrigación, donde se utiliza una sonda para “abrir” los conductos que están tapados.

En casos más graves o avanzados se puede usar una intubación o canulización, que permiten, a su vez, ensanchar los pasajes lagrimales cuando son estrechos. Si nada de ello funciona, se deriva a un procedimiento quirúrgico llamado dacriocistorrinostomía, que genera una nueva “ruta de drenaje” para las lágrimas.

Es muy importante diagnosticar la obstrucción del conducto lagrimal a tiempo y así tratarla con técnicas lo menos invasivas posible.


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  • Gómez, T., Zaragoza, P., Zato, Y. M., & Ballabrera, R. (2007). Ventana a otras especialidades Obstrucción congénita del canal lagrimal Puntos clave. An Pediatr Contin.

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