¿Qué es la fimosis? Cuidados y tratamientos

La fimosis es una condición normal en el pene del bebé recién nacido. Sin embargo, si su prepucio no permite que el glande salga a medida que el niño crece, esto puede acarrearle consecuencias incómodas.
¿Qué es la fimosis? Cuidados y tratamientos

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 30 agosto, 2018

En este artículo, nos centraremos en dar respuesta a una interrogante principal: ¿Qué es la fimosis? Se trata de una condición que está presente en primera instancia en todos los bebés recién nacidos,en los que se aprecia que el orificio de su prepucio es tan pequeño que no permite que el glande pueda salir.

Lo que ocurre, básicamente, es que el prepucio y el glande están tan unidos que la movilidad del pliegue de la piel es inexistente. Esta condición en todos los niños debería ser transitoria; es decir, esta adhesión de la piel debería irse corrigiendo hasta poderse retraer fácilmente y sin causar dolor o incomodidad.

Ahora bien, en caso de que el niño se acerque a su adolescencia y presente fimosis, deberá ser evaluado por un médico especialista que determine su tipología, un tratamiento personalizado y su cuidado.

¿Qué es la fimosis?

Como mencionamos previamente, la fimosis es, en principio, una condición natural con la que nacen los niños. No obstante, puede volverse una patología molesta si durante el crecimiento el prepucio no logra la elasticidad necesaria. Este tipo de fimosis es la que en medicina se conoce como fimosis fisiológica.

Ahora bien, si el pequeño llega a la edad de 10 o 12 años y continúa con la estrechez en el prepucio, entonces se puede comenzar a hablar de la fimosis patológica. Cabe acotar que incluso algún tipo de golpe que se sufra en el área puede conducir a que se produzca una inflamación y una fimosis patológica.

La gastroenteritis es la primera de las causas de los vómitos en niños.

¿Cómo saber si mi hijo tiene fimosis?

Las molestias de la fimosis en los niños se presentarán como dolor al orinar, inflamación en el glande al intentar retraer el prepucio, problemas de higiene o infecciones, dado que no podrá limpiar el área correctamente. Estos síntomas serán mucho más marcados mientras más se acerque el niño a la adolescencia.

Otro aspecto a considerar es que la fimosis se puede presentar en diferentes grados según lo estrecho que sea el prepucio. En ese sentido, se maneja una escala que va desde el grado 1, con el que se clasifica a un prepucio totalmente cerrado, hasta el grado 5, en el que prepucio sí se puede contraer pero causando dolor.

“La fimosis debería ser una condición transitoria; esta adhesión de la piel debería irse corrigiendo hasta poderse retraer fácilmente y sin causar dolor o incomodidad”

Todas estas acotaciones médicas, desde luego, serán explicadas en la consulta con el urólogo del niño, quién además podrá indicarte luego de la evaluación si el pequeño efectivamente tiene fimosis o si, por el contrario, tiene el frenillo corto. Con frecuencia, estas condiciones se confunden, pero en realidad son dos cosas diferentes.

Cuidados y tratamientos

La fimosis patológica puede ser operada o no. Muchos hombres han vivido toda su vida con esta condición, pero sí es cierto que en su adultez sentirán diferentes tipos de molestias, sobre todo en su edad reproductiva.

Es por ese motivo que la mayoría de los urólogos recomiendan realizar una circuncisión para acabar con el problema de raíz. De este modo, se evitan las recurrentes visitas al médico para aliviar los síntomas.

Intervención en bebés y niños pequeños

En el caso de los niños, hay dos opciones posibles para erradicar la fimosis. La primera consiste en la aplicación de una crema, mientras que la segunda es, directamente, una intervención como es la circunsición.

Una vez que el urólogo haya detectado que el orificio del prepucio es muy pequeño y que no se retrae, se le recetará al pequeño un tratamiento a base de corticoides en crema que los padres deberán aplicar en la cara externa del epitelio. Al mismo tiempo, debe realizarse un delicado masaje para ayudar a retraer la piel.

Si este tratamiento no resulta efectivo, se recomendará entonces la intervención ambulatoria para circuncidar al pequeño.

Intervención en adolescentes

Una vez que el niño ha alcanzado los 10 o 12 años de edad y no ha logrado corregirse el problema de la elasticidad en su piel, la única solución posible será la circuncisión. Esta intervención consiste en extirpar el prepucio mediante un procedimiento ambulatorio, sencillo, rápido e indoloro.

Tras la circuncisión, los cuidados de los puntos ubicados debajo del glande a raíz del corte del prepucio deberán hacerse por el urólogo o el centro asistencial donde se realizó la intervención. Allí, se encargarán de cambiar gazas y aplicar antisépticos. Los cuidados en casa pasarán por tomar antibióticos y lavar la zona con un jabón recetado.

Cabe destacar que, para algunas culturas, la circuncisión es un acto religioso y un ritual de mucha importancia, que data según los registros históricos de hasta hace quince mil años.

En definitiva, la fimosis es una condición frecuente, pero que debe corregirse con el tiempo. Si no es así y detectas algunos de los síntomas descritos en tu hijo, la mejor opción será hacer una consulta profesional para buscar solución al problema.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.