Hay anhelos que trascienden el tiempo y la cultura. Entre estos, la capacidad de dar vida es uno de los sueños más arraigados en el alma humana. Sin embargo, para muchos, este camino se ve obstaculizado por problemas en sus órganos reproductivos. En estos casos, llenarse de información y recibir ayuda profesional se hace indispensable.
En el complejo universo de la salud reproductiva, la esterilidad es un tema delicado que toca las fibras más íntimas en la vida de millones de parejas. Más que la incapacidad para concebir, este problema en los órganos sexuales requiere comprensión y atención especializada. Te presentamos las posibles raíces subyacentes y las opciones de tratamiento disponibles en la actualidad.
¿Qué es la esterilidad y cuáles son sus tipos?
Acorde con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la esterilidad, también llamada infertilidad, es un trastorno del sistema reproductor que puede afectar a cualquier persona sin importar su sexo. Este se manifiesta como la incapacidad para concebir después de 12 meses o más de relaciones sexuales regulares sin protección.
Este desafío afecta a muchas personas a nivel mundial. Se estima que alrededor de 48 millones de parejas y 186 millones de individuos se ven impactados por esta condición.
La OMS resalta que la esterilidad puede ser clasificada como primaria, cuando nunca se ha conseguido quedar en embarazo. Y secundaria, si ha habido una gestación previa. La atención a este problema reproductivo abarca la prevención, diagnóstico y tratamiento. Por lo que se debe consultar con un profesional de la salud cuando se tienen sospechas de padecerlo.
Causas de la esterilidad
Según información de Stanford Medicine Children’s Health, la esterilidad puede originarse por diversas razones. Ya sea en el sistema reproductivo de la mujer, el del hombre, o como una combinación de ambos. En la gran mayoría de los casos, las personas no saben que cuentan con esta condición hasta que quieren tener hijos propios.
Las causas femeninas abarcan problemas de ovulación, anomalías anatómicas (como trompas de Falopio bloqueadas, endometriosis y defectos de nacimiento), infecciones, trastornos hormonales o del sistema inmunitario y factores de estilo de vida.
En el caso de los hombres, la producción baja o nula de espermatozoides, el mal funcionamiento espermático, el varicocele y trastornos hormonales son las causas más comunes de infertilidad. Es de resaltar que ciertos hábitos de estilo de vida (como el alcoholismo y el uso de drogas recreativas), también pueden afectar la función reproductiva en cualquier persona.
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Diagnóstico profesional
La valoración precisa de la esterilidad implica una evaluación minuciosa de los órganos sexuales del paciente. La combinación de diversas técnicas proporciona un análisis completo de la salud reproductiva de cada persona; lo que permite identificar con precisión las causas subyacentes.
Diagnóstico en mujeres
- Exámenes ginecológicos: permiten una valoración detallada de la salud reproductiva mediante exámenes físicos y ginecológicos.
- Pruebas de fertilidad: son análisis de la ovulación que incluyen pruebas hormonales y monitoreo del ciclo menstrual.
- Estudios de imagen: se utilizan tecnologías como la histerosalpingografía para visualizar las trompas de Falopio y el útero.
Diagnóstico en hombres
- Análisis de esperma: evalúan la calidad, cantidad y movilidad de los espermatozoides.
- Pruebas hormonales: verifican los niveles hormonales, en especial aquellos relacionados con la producción de esperma.
- Estudios de imagen: se realizan ecografías testiculares para obtener imágenes detalladas de los órganos reproductivos masculinos.
Es de resaltar que, acorde con un estudio publicado en la revista Human Reproduction, luego de recibir un diagnóstico de esterilidad, se pueden desarrollar síntomas de depresión, ansiedad y tristeza en ambos sexos. Este hallazgo destaca la importancia de abordar no solo los aspectos médicos de este desafío, sino también sus dimensiones emocionales y psicológicas.
Tratamientos disponibles para la esterilidad
En la actualidad, la variedad de tratamientos para abordar la esterilidad refleja la diversidad de causas y circunstancias asociadas. De ahí la importancia de tener un diagnóstico profesional para saber cuál de los métodos disponibles es el más idóneo según cada caso. Algunas opciones terapéuticas disponibles son las siguientes:
1. Enfoque médico
Con el fin de promover la estimulación de la ovulación, se utilizan diversos medicamentos para abordar desequilibrios hormonales en mujeres. Asimismo, se aplican tratamientos específicos para corregir irregularidades que pueden afectar la fertilidad.
2. Tecnologías de reproducción asistida
Si la pareja es una candidata viable, se pueden emplear mecanismos como la fertilización in vitro. Este proceso médico combina óvulos y espermatozoides fuera del cuerpo, seguido de la implantación en el útero (ya sea de la madre biológica o de una mujer receptora).
De igual manera, la inseminación artificial intrauterina puede ser de gran ayuda. Esta consiste en la introducción controlada de esperma en el útero para mejorar las posibilidades de fertilización.
3. Donación de óvulos o espermatozoides
Esta es una valiosa alternativa para aquellas parejas enfrentadas a dificultades en la producción de estos elementos fundamentales para la reproducción.Además, se consideran aspectos ético-legales y se brinda apoyo psicológico a las parejas; reconociendo la complejidad emocional asociada con la crianza de un hijo no genéticamente relacionado.
4. Terapias complementarias y alternativas
Abarcan enfoques diversos que han mostrado tendencias positivas en la mejora de las tasas de nacidos vivos. Entre ellas se incluyen el uso de antiestrógenos y la terapia con gonadotropinas, así como la incorporación de antioxidantes como zinc, vitamina E o l-carnitina. Aunque estas terapias no sustituyen a los métodos convencionales, son opciones adicionales que pueden adaptarse de manera personalizada a las necesidades y circunstancias de cada pareja.
5. Cirugía
En mujeres, la cirugía puede tratar malformaciones uterinas o estructurales que afectan la implantación del embrión. Por su parte, los hombres pueden realizarse intervenciones para corregir anomalías en los genitales que afectan la producción o liberación de espermatozoides. Es importante destacar que, según una investigación de la American Family Physician, la mitad de las parejas que no logran concebir en el primer año lo logran en el segundo. Y aquellas con infertilidad inexplicable deben considerar un año adicional de intentos antes de recurrir a terapias más costosas e invasivas, como la tecnología de reproducción asistida.
La esterilidad no debe ser una razón para renunciar al sueño de ser papás
Cada camino hacia la maternidad y la paternidad es único. Pero con el apoyo adecuado de profesionales de la salud y el entendimiento emocional mutuo, las parejas con dificultades para concebir pueden encontrar soluciones adaptadas a sus necesidades.
En estos casos, la esperanza y la perseverancia son aliadas poderosas, y demuestran que convertirse en padres es una posibilidad alcanzable, a pesar de los desafíos que la esterilidad pueda presentar.