Qué es la aspergilosis y cómo afecta a los niños

¿Has oído hablar de la aspergilosis? Probablemente no, por eso te contamos todo lo que debes saber sobre ella, para cuidar mejor la salud de tu niño.
Qué es la aspergilosis y cómo afecta a los niños
Marcela Alejandra Caffulli

Revisado y aprobado por la pediatra Marcela Alejandra Caffulli.

Última actualización: 15 julio, 2021

La aspergilosis en niños es una enfermedad poco frecuente que afecta, principalmente, a las vías respiratorias. Decimos que es poco frecuente cuando nos referimos a la población infantil en general, ya que en aquellos niños con deficiencias en su sistema de defensas, puede ser bastante habitual.

Esta condición de salud ocurre como consecuencia de la invasión por algún miembro de la familia de hongos Aspergillus. Estos microorganismos viven entre nosotros y aunque nuestro contacto con ellos es casi permanente, pocas veces esto nos hace daño.

Mientras nuestro sistema inmune se encuentre sano, podremos convivir en armonía sin enfermarnos. Pero, ¿qué pasa cuando esto nuestras defensas bajan? ¿Cómo podemos prevenir daños en nuestro cuerpo? Este y otros interrogantes te los respondemos a continuación.

¿Qué es la aspergilosis?

Como mencionamos anteriormente, llamamos aspergilosis a la enfermedad casada por algún hongo de la familia Aspergillus.

Si bien estos hongos viven a nuestro alrededor, no siempre nos infectan. Esto es porque nuestro sistema de defensas (sistema inmune) se encarga de “contenerlo” en las puertas de entrada y no le permite el ingreso a nuestro organismo. De esta manera, el hongo puede colonizar nuestras mucosas (nasal, oral u ocular) sin afectarnos.

Cuando el sistema de defensas falla, ya sea por enfermedades complejas o tratamientos que atenúan la inmunidad (como los glucocorticoides), el hongo se abre paso al interior de nuestro cuerpo. Como habitualmente ingresa por las vías respiratorias, el principal órgano afectado será el pulmón.

Existen varias formas de aspergilosis, las cuales mencionaremos brevemente a continuación:

Broncopulmonar alérgica (APBA)

Niño enfermo con tos.

Esta forma ocurre principalmente en pacientes con antecedentes de alergia como por ejemplo, los pacientes asmáticos. En ellos se puede desencadenar una reacción inflamatoria intensa luego de entrar en contacto con el hongo Aspergillus, pero esto no quiere decir que el hongo los haya infectado.

Los síntomas comunes son los siguientes:

  • Tos repetitiva.
  • Sensación de falta de aire.
  • Mocos y expectoración.
  • Fiebre.
  • Dolor en la espalda o entre las costillas ante esfuerzos, tales como toser o defecar.

Intracavitaria

Esta es la forma más común de infección por el hongo Aspergillus. Generalmente ocurre en niños mayores o adolescentes que presentan alguna lesión previa en el tejido pulmonar. Por ejemplo, una bronquiectasia o una cavidad provocada por el bacilo de la tuberculosis, entre otras.

En este cuadro los pacientes pueden mantenerse asintomáticos durante varios meses, o bien, presentar alguno de síntomas que detallamos a continuación:

  • Tos crónica (aquella que dura más de un mes).
  • Expectoración sanguinolenta (hemóptisis).
  • Sensación de falta de aire (disnea).

Si bien la fiebre es un síntoma infrecuente en este tipo de aspergilosis, su presencia podría indicar una sobreinfección bacteriana en la cavidad donde está alojado el hongo.

Para llegar al diagnóstico es útil realizar una radiografía de tórax. En ella se podrá ver la cavidad ocupada por una colonia de hongos, llamada aspergiloma, cuyo aspecto muy característico de esta enfermedad.

Invasora

En aquellas personas cuyo sistema de defensas esté seriamente comprometido, como por ejemplo, los niños con cáncer o que hayan recibido trasplantes, la infección puede diseminarse más allá de los pulmones.

Esta forma se denomina invasora y los órganos comúnmente afectados son los siguientes:

Localizada

En este último grupo se incluyen aquellas formas en las que el hongo permanece en el sitio en el cual se manifiestan los síntomas.

Debido a que la puerta de entrada pueden ser las vías respiratorias, los ojos o la piel (cuando está lesionada), los subtipos más frecuentes son los que nombramos a continuación:

  • Otomicosis (afectación del oído)
  • Aspergilosis Orbitaria (afectación del ojo)
  • Aspergilosis Cutánea (típica de las grandes quemaduras)

¿Cómo contraen aspergilosis los niños?

El Aspergillus es un hongo ubicuo, es decir, que no tiene una localización específica y se lo puede encontrar en cualquier parte del mundo.

Habitualmente crece en el suelo, sobre todo donde haya vegetación en descomposición: hojas secas, granos almacenados, heces, frutas o verduras podridas.

Además suelen contaminar otras superficies, como por ejemplo en alfombras o en las paredes. Esto ocurre porque las esporas de este microorganismo son lo suficientemente resistentes para sobrevivir en cualquier condición.

Gracias al efecto de las corrientes de aire, el Aspergillus se volatiliza y pasa a formar parte del aire que respiramos. A partir de ahí, podrá ingresar a cualquier orificio de nuestro cuerpo, ya sea boca, nariz, oídos, ojos o las lesiones en piel.

¿Qué síntomas manifiestan los niños con aspergilosis?

Como vimos anteriormente, los síntomas de aspergilosis podrán variar según el tipo y la condición del hospedero. Es decir, si la persona que aloja al hongo tiene adecuados niveles de inmunidad o no.

En general, los síntomas suelen ser respiratorios y se caracterizan por la presencia de tos, expectoración, sensación de falta de aire y a veces, fiebre.

¿Cómo se diagnostica la aspergilosis en niños?

El diagnóstico de esta enfermedad dependerá también del contexto en el que esta ocurra. No será lo mismo el cuadro presentado por un niño con un sistema inmune en óptimas condiciones, que aquel que ocurre cuando las defensas están muy bajas.

No obstante, cuando exista sospecha clínica a partir de los síntomas, será oportuno realizar alguno de los siguientes estudios complementarios:

  • Radiografía de Tórax.
  • Tomografía Computada (de tórax o cerebro, según el caso).
  • Análisis microbiológico de las secreciones respiratorias (generalmente, esputo).
  • Búsqueda de anticuerpos en sangre para Aspergillus.
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Mi niño tiene una deficiencia en su inmunidad. ¿Cómo lo protejo de este hongo?

Cuando un niño tenga alguna condición de salud que le provoque un descenso de su inmunidad, será fundamental tomar todas las medidas de prevención para evitar la infección por este hongo, entre otros gérmenes.

Será prioritario realizar una limpieza profunda del hogar y remover aquellas superficies que pudieran estar contaminadas por el hongo, como por ejemplo, alfombras, tapizados o peluches.

Además, será oportuno revisar los sistemas de aire y colocar filtros de alta eficacia (HEPA), así como también la limpieza de tanques de agua y cañerías. Recordar que las esporas de Aspergillus pueden estar cualquier superficie y volatilizarse fácilmente.

Algunas consideraciones finales sobre la aspergilosis en niños

Si bien es una enfermedad vigente, no ocurre en cualquier niño. Entonces no es necesario que salgas corriendo a limpiar tu casa o compres filtros para el aire acondicionado, ya que desde hace varios siglos los hongos y los humanos hemos aprendido a convivir.

En caso de que tu hijo porte alguna enfermedad crónica, o reciba algún medicamento que provoque un descenso en su sistema de defensa, será importante que converses con el pediatra acerca de qué recaudos tomar en casa para evitar infecciones “oportunistas”, como esta que acabamos de contarte.


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