¿En qué consiste el síndrome de Tourette?

El síndrome de Tourette es un trastorno que afecta a niños y adolescentes llevándolos a manifestar tics motores y vocales.
¿En qué consiste el síndrome de Tourette?
Elena Sanz Martín

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Última actualización: 07 febrero, 2022

El síndrome de Tourette es un trastorno de tics motores y verbales que se presenta durante la infancia. Provoca que el menor emita movimientos o sonidos repentinos, repetitivos e incontrolables, lo que puede afectar su calidad de vida. Sin embargo, debido al modo en que suele presentarse en las películas, con frecuencia tenemos una imagen errónea de en qué consiste el mismo.

Generalmente, se muestra como una condición en que la persona exclama improperios, palabras malsonantes o comentarios socialmente inapropiados (coprolalia). O en la que se producen gestos obscenos involuntarios (copropraxia). No obstante, a pesar de la amplia difusión pública, estas son manifestaciones poco frecuentes en el síndrome de Tourette.

¿En qué consiste el síndrome de Tourette?

El síndrome de Tourette es un trastorno neurológico con inicio en la infancia o adolescencia, antes de los 18 años. Por lo general, suele comenzar entre los cinco y los nueve años de edad, y una de sus primeras manifestaciones son los tics faciales, como parpadear o arrugar la nariz. Los tics van variando con el tiempo, tanto en tipo como en intensidad y frecuencia, presentando periodos de remisión y agudización. Los tics que pueden aparecer son:

  • Motores: movimientos repentinos, repetitivos e incontrolables de distintas partes del cuerpo.
  • Vocales: emisión involuntaria de sonidos o palabras de forma breve e intermitente.
    Niño con síndrome de Tourette gritando.

A su vez, tanto los tics motores como vocales pueden ser simples o complejos.

  • Simples: dentro de los simples entrarían aquellos que involucran un solo grupo muscular, como pestañear o encoger los hombros, o carraspear o gruñir, en el caso de los vocales.
  • Complejos: involucran varios grupos musculares y son más elaborados. Por ejemplo, saltar, girar o tocarse una parte del cuerpo en los tics motores. O proferir insultos, repetir sus propias palabras o las de otros (ecolalia) en los tics vocales.

Todos estos movimientos y expresiones son involuntarios e incontrolables para el niño y suelen venir precedidos por un impulso premonitorio. Esto hace referencia a una sensación corporal incómoda (como picazón o cosquilleo, similar a la de un estornudo), que solo se alivia cuando aparece el tic. Realizando un gran esfuerzo, algunos menores pueden suprimir temporalmente sus tics, pero, finalmente, cuando la tensión se acumule, estos volverán a aparecer.

Consideraciones a tener en cuenta

Aproximadamente entre un 0,4 y un 3,8 % de menores se ven afectados por este síndrome. Se cree que en su causa confluyen factores tanto genéticos como ambientales, y afecta a los varones unas tres veces más que las mujeres. Además, se han encontrado otros trastornos y condiciones relacionadas con la presencia del síndrome de Tourette. Especialmente, problemas de atención (TDAH), de conducta, trastorno obsesivo-compulsivo, ansiedad o depresión.

Afortunadamente, el trastorno suele remitir con la edad, encontrándose muy pocos casos que mantengan una gravedad elevada más allá de la adolescencia. Por otro lado, se encuentra un repunte de los síntomas en aquellos periodos en los que el niño se encuentra cansado, enfermo o bajo condiciones estresantes.

Madre cuidando a su hijo con síndrome de Tourette.

El síndrome de Tourette no afecta a la inteligencia ni a la salud de quienes lo padecen, más allá de las molestias derivadas de los propios tics. Generalmente, estos niños han de hacer frente a una gran incomprensión por parte de los otros, lo que puede llevarles a sentirse más ansiosos y avergonzados. Por ello, es importante que las personas del entorno se encuentren informadas y se muestren comprensivas.

Finalmente, hemos de recordar que no siempre que aparecen tics en la infancia estamos ante este trastorno. Por el contrario, los tics son un fenómeno bastante frecuente en niños que, por lo general, se presentan de manera transitoria y se resuelven sin mayor dificultad. El síndrome de Tourette es una enfermedad poco común, y todavía más escasos son los casos que revisten una gravedad elevada.

Tratamiento del síndrome de Tourette

No existe un único fármaco para combatir el síndrome. Por el contrario, hay disponibles diversas opciones en función del caso concreto. Sin embargo, se trata de medicaciones que pueden generar importantes efectos secundarios por lo que, cuando los tics no son incapacitantes, es preferible no utilizaros.

Respecto al tratamiento psicológico, se ha comprobado que la técnica de inversión del hábito es eficaz a la hora de lograr disminuir los síntomas. También pueden resultar muy favorables las técnicas de relajación, así como el tratamiento del resto de condiciones psicológicas asociadas que puedan estar presentes, como el TDAH o el TOC.


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  • Gonzálvez, M. T. (2016). Tratamiento cognitivo-conductual de un niño con Síndrome de Tourette. Revista de Psicología Clínica con Niños y Adolescentes3(1), 25-30.
  • Jankovic, J. (2002). Síndrome de Gilles de la Tourette. Lancet (Oncol)3, 111-117.

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