Protección de la piel en niños con cáncer

Los niños con cáncer pueden tener su piel mas sensible al sol, consecuencia de los tratamientos realizados, como la radioterapia o la quimioterapia.

La piel puede quemarse con mayor facilidad y aumentan las posibilidades de desarrollar algún tipo de lesión maligna como el melanoma. Por esto mismo, existe ciertos recaudos para cuidar la piel de los niños con cáncer. A continuación, detallamos algunas medidas que hay que llevar a cabo.

Efectos de los tratamientos de cáncer en la piel

Los fármacos de la quimioterapia generan enrojecimiento, erupciones y diferentes tipos de irritaciones en la piel. La radioterapia es otro de los procedimientos que puede provocar signos y síntomas parecidos (junto con inflamación, descamación de la superficie cutánea y ampollas) en la región tratada.

Uso obligado de protector solar en la piel en niños con cáncer

Los niños dependen, en gran medida, de la protección solar de sus padres, lo que los convierte en un grupo muy vulnerable. Existen diferentes presentaciones de filtros solares: aerosol, crema, gel y loción. Sin embargo, cuando se trata de niños, el más beneficioso es el spray por su facilidad en la aplicación.

La elección del filtro solar debe centrarse en poseer amplio espectro ante rayos UVA y UVB y un FPS (factor de protección solar) igual o mayor a 50.

Además, se debe tener en cuenta la fecha de vencimiento de el producto, debido a que, una vez abierto, este tan solo dura viable y funcional un año.

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Hidratar la piel de manera constante

Los niños que tuvieron que realizar procedimientos terapéuticos como radioterapia o quimioterapia se encuentran con una superficie cutánea lesionada. En consecuencia, la barrera cutánea se encuentra alterada y debe ser regenerada.

La correcta y asidua humectación es uno de los pasos importantes para implementar en la piel de los niños con cáncer. Incluso, existen en el mercado cremas humectantes con filtro solar para combinar en uno varios de los pasos en la protección de la piel.

Utilizar sombreros de ala ancha

El uso de sombreros de ala ancha contribuye a la protección de áreas del cuerpo que quizás uno olvida a la hora de colocar en protector solar. La nuca, las orejas y el cuero cabelludo aumentan su protección al encontrarse cubiertos con este tipo de métodos físicos.

Asimismo, no solo se debe poner en práctica la protección solar en los días donde el sol es evidente, los días nublados también permiten que los rayos ultravioletas generen daños en nuestra piel.

Elegir productos hipoalergénicos

Los productos hipoalergénicos tienen la característica de disminuir las probabilidades de generar irritaciones, alergias o intolerancias.

Este tipo de productos no solo está recomendado en personas con pieles sensibles, sino en todas las personas, debido a que nadie se encuentra exento de desarrollar una reacción alérgica. Las cremas, jabones o champús hipoalergénicos no presentan en su composición fragancias o colorantes que actúen como alérgenos en la piel.

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Evitar horarios de sol intenso

La piel de los niños es más delicada que la de los adultos, por esto se deben aumentar las medidas de protección. A su vez, las horas de radiación intensa y máxima son entre las 12 y las 16 horas.

Se debe evitar estar expuesto al sol en estas horas u optar por lugares a la sombra. Asimismo, los bebes menores de 6 meses tienen prohibida la exposición solar, incluso cuando tengan protector solar colocado.

Las nubes o los días nublados dan una falsa sensación de no haber rayos ultravioletas que puedan afectar la piel. Sin embargo, estos traspasan las nubes y ocasionan el mismo daño que si el día fuera soleado.

Se debe tener en cuenta que las superficies como la arena, la nieve y el agua potencian los efectos de los rayos solares. Por lo tanto, no  hay que olvidar la reaplicación cada 2 horas del filtro solar.

Optar por vestimenta óptima

En las pieles que son más delicadas o que padecen de alguna alteración en la barrera cutánea, la elección de la indumentaria es primordial. Asimismo, las prendas 100 % de algodón, de colores claros para evitar el contacto de la piel con las tinturas de las prendas son las preferibles.

No obstante, cada vez hay más oferta en prendas con filtro UV incorporado en sus tramas. El UPF es el índice de penetración de los rayos a través de las prendas de vestir. De hecho, el UPF estándar mínimo para ropa debe ser de 40 a 50+.

Otra de las medidas de protección para implementar es intentar cubrir la superficie cutánea expuesta al sol con prendas de vestir.

La importancia de proteger la piel de los niños con cáncer

Como acabamos de mencionar, es imprescindible regirse por las medidas de cuidado y protección de la piel en los niños que tienen cáncer. Si bien, se señalan las indicaciones para los niños con cáncer en particular, todas las personas deberían de seguir estas recomendaciones para proteger y cuidar la piel.