Problemas de visión, la causa más frecuente de fracaso escolar
El fracaso escolar es consecuencia de muchos factores, la mayoría de los cuales son difíciles de ser detectados. En el caso de los problemas de visión, constituyen una de las principales causas, pero no siempre se determinan claramente. Se cree que al menos uno de cada tres niños que fracasa en la escuela lo hace como consecuencia de una visión deficiente.
Al respecto se sabe que el desconocimiento en esta materia ha generado un atraso en cuanto al diagnóstico y tratamiento de los problemas de visión en los niños. Por tal motivo, los expertos han estimado que el 50 % de los pequeños que requiere el uso de dispositivos ópticos no lo hacen, en particular porque los padres no han detectado el problema.
En la actualidad, muchas asociaciones han demostrado interés por concientizar a padres y maestros con el objeto de actuar en la prevención y tratamiento de la mala visión en los niños. Pese a que en nuestros días existen muchos puntos que ofrecen atención de la salud visual, todavía no hemos desarrollado esta cultura de manera apropiada.
Datos generan alarma sobre los problemas de visión
Según los datos recogidos por el Consejo del Colegio de Ópticos Optometristas, el Instituto de Ciencias Visuales de Madrid y el Ministerio de Educación; los casos de visión defectuosa en escolares son alarmantes. Sin embargo, los datos más preocupantes son aquellos que señalan al desconocimiento y el diagnóstico tardío como la principal causa de estos problemas.
Las complicaciones de la salud visual pueden perjudicar a niños desde sus primeros meses, sin embargo, no es hasta la etapa escolar cuando se ven seriamente afectados por este problema. Según las cifras de los organismos especializados, solo tres de cada diez niños son sometidos a revisiones de la vista antes de cumplir los siete años.
Se estima que un niño con problemas de visión antes de llegar a la escuela, en pocos casos se diagnostica, razón por la cual inicia su etapa escolar en desventaja. De acuerdo con las cifras del Instituto de Ciencias Visuales de Madrid, un 30 % de los problemas de aprendizaje encontrados en los niños, corresponden a deficiencia en la salud visual.
Estudios recientes ha revelado que padecimientos como la miopía, se encuentran al borde de la pandemia. Por ejemplo, en Europa se estima que más del 50 % de los niños padece esta enfermedad, en cuanto a la población general de afectados en España, las consecuencias han alcanzado al menos a 25 millones de españoles.
Al respecto, se considera que ya de por sí los problemas de visión alarman por sus cifras de afectados. Por lo tanto, es difícil no creer que esta situación se refleje en la educación y que dicho sea de paso, sea la responsable del 30 % de los casos del fracaso escolar.
Los niños no van tan seguido al oftalmólogo
Misiones como las llevadas a cabo por la asociación “Visión y Vida” se han dedicado a educar en relación al cuidado de la salud visual durante la infancia. Lo han hecho por medio de un proceso concientización sobre la importancia de este tema. Proyectos como este nacen porque existe una certeza de que hay necesidad de actuar; los niños deben revisar su vista, pero muchos padres no lo hacen.
Según explica el Consejo del Colegio de Ópticos Optometristas, hoy en día los niños son llevados con regularidad al dentista más que al oftalmólogo, esto porque las campañas de concientización son diferentes en ambos casos. Aunque se sabe que la salud dental es muy importante, en el caso de la visión, podría haber consecuencias significativas en el desarrollo del niño si se descuida.
El descuido en materia de salud visual afecta a muchos niños en la actualidad, pero hasta el momento la falta de actuación en este aspecto no permite contabilizar la realidad en España. Es por eso que se han iniciado diferentes campañas que buscan, además de educar, recoger datos reales acerca del estado visual de los niños españoles.
Principales problemas visuales en los pequeños
Los niños pueden sufrir una gran cantidad de problemas visuales de diferente índole. La ambliopía y el estrabismo suelen ser muy evidentes en esta edad, ya que es posible notar la desviación del ojo afectado. Ambas afecciones se producen por la falta de estimulación del ojo afectado durante el desarrollo de la visión, lo que impide que llegue a su máximo potencial visual.
Sin embargo, existen otras alteraciones mucho más difíciles de diagnosticar llamados problemas refractarios. En estos casos, los rayos de luz no se ubican bien sobre la retina, impidiendo una visión óptima. Dentro de las principales afecciones es posible destacar las siguientes:
- Miopía: se caracteriza por presentar dificultad para ver de lejos. En este sentido, los objetos cercanos se distinguen con total claridad, mientras que los que se encuentran a una distancia considerable pueden verse borrosos. Esto se debe a que los rayos luminosos se ubican por delante de la retina por un globo ocular más grande.
- Hipermetropía: prácticamente es todo lo contrario a la miopía, ya que se encuentra afectada la visión cercana. Es decir, los niños presentarán dificultad para ver todos aquellos objetos que se encuentren cerca de ellos. En este caso, la luz se dirige hacia la parte posterior del punto máximo de visión debido a un ojo muy pequeño.
- Astigmatismo: se trata de una alteración en los medios de refracción del ojo, bien sea en el cristalino o la córnea, lo que hace que los pequeños tengan dificultad para enfocar. En este caso, puede verse afectada tanto la visión cercana como lejana y es uno de los trastornos más comunes en la infancia.
Señales de que tu hijo tiene problemas de visión
Como ya lo hemos mencionado, muchos niños pueden sufrir de problemas de visión sin siquiera notarlo. Esto se debe a que el ojo de los pequeños aún se encuentra en desarrollo, por lo que los mecanismos de adaptación son suficientes para evitar que el pequeño note las molestias.
Sin embargo, estos mecanismos suelen ser insuficientes cuando el niño crece y entra en la etapa escolar. En este sentido, es muy común que los niños presenten síntomas, aunque los mismos suelen ser muy sutiles y pasan desapercibidos. Dentro de las principales señales de alerta destacan las siguientes:
- Enrojecimiento ocular y lagrimeo persistente.
- Dolores de cabeza frecuentes y repentinos.
- Mala coordinación de forma inesperada.
- Fatiga constante.
- Falta de atención.
- Notas en clase más bajas de lo normal.
- Acerca mucho los objetos a su cara.
- No le llaman la atención los objetos lejanos.
- Inclina la cabeza para ver mejor.
El diagnóstico y tratamiento precoz son fundamentales
Por fortuna, los problemas de visión en los niños tienen un excelente pronóstico, siempre y cuando se diagnostiquen y se traten a tiempo. Los principales tratamientos no son invasivos y consisten en la utilización de gafas, parches y la realización de terapia visual.
En este sentido, si tu hijo presenta bajas notas de forma repentina o fracaso escolar, lo más probable es que padezca un problema de visión. Resulta fundamental que estés alerta a las señales de alarma mencionadas y que acudas cuanto antes con un oftalmólogo para realizar un diagnóstico certero e iniciar el tratamiento adecuado.
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