Pregorexia, un trastorno alimenticio de las embarazadas

La pregorexia es una condición que impulsa a la mujer embarazada a llevar a cabo conductas de riesgo para su salud y la del feto con el fin de evitar el aumento de peso.
Elena Sanz Martín

Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 22 febrero, 2023

La pregorexia es un trastorno alimenticio derivado de la anorexia que sucede exclusivamente en mujeres embarazadas. Es provocado por el afán de mantenerse delgadas o al menos no aumentar mucho de peso durante la gestación. Suele afectar a mujeres muy exigentes con su apariencia física y también a aquellas con problemas de autoestima.

Por desgracia, los trastornos alimenticios durante el embarazo son muy comunes. Una publicación de la revista Medicina estima que 1 de cada 20 embarazadas padece algún trastorno relacionado con la ingesta de alimentos. El verdadero peligro de estas patologías es que también traen graves consecuencias para el bebé.

Anorexia vs pregorexia

La anorexia es una condición que se basa principalmente en la resistencia a ingerir alimentos. Del mismo modo, la pregorexia se enfoca en la restricción en el consumo de ciertos alimentos de tipo calóricos en las embarazadas, en un aumento exagerado de la actividad física y en la eliminación obligatoria de la comida ingerida.

Por desgracia, los médicos aún no reconocen a la pregorexia como un trastorno alimenticio propiamente dicho. No obstante, el comportamiento relacionado con la enfermedad es muy real y peligroso.

Aunque es normal que se produzca un aumento de peso durante el embarazo, para muchas mujeres esta es una grave amenaza. Su preocupación por mantener la delgadez incluso en esta etapa las puede llevar a tomar decisiones que atentan contra su salud y la del feto.

Sin embargo, es importante reconocer que el aumento de peso no necesariamente constituye una situación permanente. Ya que se sabe que estos kilos adicionales están distribuidos entre el peso del bebé, el volumen del líquido amniótico y de la sangre, así como la medida del útero y de la placenta; también es muy frecuente la retención de líquido.

¿Quiénes son más propensas a desarrollar pregorexia?

Este trastorno podría ser una extensión de la anorexia, por eso las mujeres que se ven afectadas por ella son las más propensas a sufrir pregorexia. Además, las mujeres anoréxicas suelen sufrir de ciclos menstruales irregulares, por lo que un embarazo es más difícil de lograr y el proceso de gestación es más vulnerable.

También puede darse en mujeres en cuyos antecedentes no exista referencia a trastornos alimenticios, pero, que al comienzo del embarazo, sufren un cambio emocional drástico. Puede producirse por estar atravesando un momento difícil en su vida, porque no deseaban quedar embarazadas o, simplemente, por el miedo a aumentar de peso.

 

“En la actualidad la mujer se ve cada vez más presionada socioculturalmente por mantener altos estándares estéticos, por lo que probablemente esta enfermedad sea más común ahora que antes”.
-Lorena Muñoz. Nutricionista-

Un embarazo que se desarrolla normalmente requiere el control de peso, pero existe un aumento normal y adecuado. Sin embargo, debido a la presión social, una mujer podría sentir la obligación de disminuir el peso que todavía es recomendado por los especialistas durante el período de gestación.

La propensión puede derivar de los hábitos alimenticios de la madre previos al embarazo. Pero debido a factores socioculturales, también podría afectar a mujeres sin antecedentes de este tipo.

Síntomas de la pregorexia

Tal y como sucede con la anorexia nerviosa, las señales de la pregorexia pueden ser muy difíciles de identificar. Algunas son más evidentes que otras, sin embargo, es importante estar atento ante la presencia de cualquiera de ellas.

Dentro de las señales que pueden indicar que una mujer sufre un trastorno alimenticio durante el embarazo destacan las siguientes:

  • Hablar del embarazo como si no fuera real.
  • Enfocarse mucho en contar las calorías que se ingieren.
  • Poca ganancia o pérdida de peso en el embarazo.
  • Comer sola o saltarse comidas.
  • Comer muy poco y pocas veces a lo largo del día.
  • Fatiga excesiva.
  • Hacer ejercicio de forma excesiva.
  • Miedo o ansiedad por la ganancia de peso.
  • Obsesión para disminuir de peso.
  • Restricción total de varios grupos alimenticios.
  • Rechazo de su embarazo y de su cuerpo.

Principales complicaciones

La pregorexia es una enfermedad que, como ya sabemos, se produce en un momento muy delicado de la vida de una mujer. Ya de por sí una embarazada tiene muchos riesgos, pero en este caso el feto también se ve directamente afectado. Puesto que este se alimenta por medio de la placenta que, a su vez, se nutre de la madre.

Un efecto muy claro de este trastorno implica la posible desnutrición de la gestante, pues la mayor parte de los nutrientes consumidos, (muy pocos en estos casos) será absorbidos por el feto. Finalmente, una vez que queden pocos nutrientes almacenados en la placenta, la situación podría determinar el fallecimiento del bebé, de la madre o de ambos.

Otras consecuencias pueden ser:

  • Nacimiento de bebés bajos de peso.
  • Problemas de obesidad, ansiedad, diabetes y enfermedades cardiovasculares en los niños de madres con pregorexia.
  • Vínculo afectivo deficiente con el bebé por el trastorno emocional.
  • Desprendimiento prematuro de placenta.
  • Problemas durante la lactancia por una baja producción de leche.
  • Hipertensión arterial, bradicardia y arritmias.
  • Parto prematuro.
  • Desnutrición y descalcificación ósea.
  • Anemia.
  • Restricción del crecimiento intrauterino.
  • Alteraciones hormonales, pérdida de cabello y piel seca en la madre.
  • Disminución del líquido amniótico.
  • Insuficiencia respiratoria, alteraciones neurológicas, retraso mental y muerte repentina en el bebé.
  • Bajos valores de APGAR y complicaciones durante el parto.

Tratamiento de la pregorexia

Al ser una patología en estudio y aún no reconocida de forma oficial, su tratamiento resulta complejo. Para actuar ante el trastorno es preciso un equipo interdisciplinar de psiquiatras, psicólogos, obstetras y nutricionistas. La colaboración de la familia también es fundamental.

Lo ideal es proporcionar a la mujer embarazada un entorno agradable, relajado y tranquilo donde pueda comer sin sentirse juzgada. Los familiares no deberán presionar a la madre para que coma, pues esto puede aumentar el sentimiento de culpa y empeorar la situación.

Las mujeres deben tener una ingesta calórica de al menos 2000 kilocalorías en el primer trimestre, y podría llegar hasta 2500 kilocalorías al final del embarazo. Esta ingesta garantizará un aumento de peso saludable tanto para la madre como para el bebé.

Un trastorno muy delicado y más común de lo que se cree

Se trata, en definitiva, de una condición de alto riesgo tanto para la madre como para el bebé. Por desgracia, la pregorexia suele ser difícil de diagnosticar, ya que la madre no admite el problema o simplemente desconoce sus síntomas.

En este sentido, e s imprescindible priorizar la salud tanto de la madre como del bebé y recordar que el aumento de peso es transitorio. Además, es necesario buscar ayuda especializada si se sospecha que algo va mal con el embarazo o con la alimentación de la madre lo antes posible para evitar las complicaciones a largo plazo.


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