Por qué acostumbrar a los niños a comer igual que un adulto

El fin de semana es la oportunidad perfecta para salir a comer fuera con tus hijos. Y, aunque el menú infantil sea la opción fácil para que coman, no acostumbra a ser la más saludable. Por eso, es bueno acostumbrar a los niños a comer igual que un adulto.
¿Es recomendable el menú infantil?
Generalmente, en los menús infantiles se tiende a incluir alimentos fritos, como croquetas, pechuga de pollo rebozada o libritos acompañados de patatas fritas, y un buen plato de pasta con salsa de tomate o boloñesa. Y, de postre, algún helado o pastel de chocolate.
También en el menú infantil suele ofrecerse algún refresco o zumo para beber en lugar de agua. Esto supone ingerir una gran cantidad de calorías de una sentada que provienen de la grasa, los hidratos refinados y los azúcares añadidos. De esta manera, resultan más agradables y generan placer.
Además, se comete el error de obsequiar a los niños que lo pidan con algún juguete o pasatiempo cuando, según la normativa vigente sobre publicidad, está prohibido. De esta manera, coaccionan la libertad de elección del propio niño.
Pero la cuestión es: ¿por qué solo pueden comer esos platos? Se parte de la premisa de que los niños odian las verduras y el pescado, a pesar de que podemos educar su paladar. No se puede pretender que acepten lo sano sin haber insistido varias veces cambiando las técnicas de cocción y dándoles siempre los fritos y platos del menú infantil.
Ventajas de acostumbrar a los niños a comer igual que un adulto
Primero de todo, cuando hablamos de que coman igual, es por la calidad y tipo de platos, ya que los niños son capaces de regular su apetito comiendo las cantidades que necesitan.
En segundo lugar, hay que tener en cuenta que los hábitos se crean, por lo que es bueno ofrecerles una amplia variedad de alimentos desde bien pequeños. Así, nos aseguramos de que comen saludable y disponen de libertad al escoger la comida al salir a comer fuera.
Incluso, presentarán una mayor predisposición a probar cualquier alimento, reduciendo las aversiones. También es la manera de evitar que caigan en la monotonía al ir a un restaurante. Así, contribuyes a acostumbrar a los niños a comer igual que un adulto.
Lo importante es que entiendan que los platos del menú infantil son para consumirlos de manera ocasional, dado que estos alimentos se relacionan con el aumento en el riesgo de padecer sobrepeso, obesidad y diabetes.
Opciones para acostumbrar a los niños a comer igual que un adulto
Siempre podéis compartir un plato con ellos o bien pedir un plato combinado a base de un alimento proteico acompañado de una ensalada o unas verduras. Incluso, si preferís hacer un picoteo, dejad que escoja, al menos, uno de los platos. Entre las opciones a elegir, independientemente del tipo de restaurante tenéis:
- Pescado con verduras y patatas al horno.
- Carne (ternera o pollo) a la plancha con unos pimientos.
- Fajitas rellenas con carne, pollo o frijoles, con ensalada o verduras salteadas.
- Hummus con crudités.
- Garbanzos estofados con espinacas.
- Revuelto de huevos con setas o espárragos trigueros.
- Berenjenas a la parmesana.
- Fideos yakisoba con verduras y pollo.
- Arroz con alcachofas.
- Ensalada griega (lleva tomate, pepino, queso y aceitunas).
- Hamburguesa con tomate, pepino y lechuga.
- Musaka de berenjena.
- Tostada con escalibada con atún y anchoas.
- Ensalada caprese con tomate y queso.
- Pasta con salsa de setas y gambas.
- Conejo a la brasa con verduras.
En resumen, es recomendable renunciar al menú infantil, ya que no es nutricionalmente adecuado para su crecimiento y elecciones alimentarias. Y aún menos para su salud a lo largo de toda su vida.
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