Colocar pendientes a las niñas desde que son bebés es una costumbre muy arraigada en diferentes partes del mundo. Se hace por cuestiones estéticas, principalmente. Sin embargo, muchas personas están en contra de esta práctica, que ha llegado a ser considerada una forma de abuso infantil.
Quizás nunca te hayas puesto a pensar en los fundamentos de esta decisión, que muchos padres toman al momento en que se enteran que su hijo en camino será una niña. Simplemente, suele hacerse por costumbre o por gusto de los padres.
No obstante, en el último tiempo han surgido muchas voces en contra de la perforación de oídos en niñas. En el Reino Unido, incluso, se pide su prohibición mediante colectas de firmas en plataformas digitales. ¿Es un riesgo real para la salud de los bebés?
¿Por qué no poner pendientes a las niñas?
Quienes se oponen a esta decisión afirman que se trata de un acto que no conlleva ningún beneficio para los pequeños. De hecho,lo ven como un acto de padecimiento innecesario; los pequeños, al ser perforadas sus orejas, sienten miedo, dolor y angustia.
Todo esto, afirman, por el mero hecho de saciar un capricho de sus padres. Al tratarse de una cuestión de belleza, se está sometiendo a las niñas a una práctica sin sentido y totalmente innecesaria. No son pocos quienes comentan de un bebé que no lloró al momento de perforar su oreja; por lo tanto, concluyen que ‘no les duele’. Es importante aclarar que esto no es así.
El sistema nervioso de los bebés todavía está inmaduro. Como consecuencia de ello, su respuesta a los diferentes estímulos puede variar de acuerdo a cada situación. Sin embargo, los procesos neuronales que se dan en su cerebro son los mismos, así como el estrés y la tensión que genera en ellos ese dolor punzante.
¿Hay riesgo de infección?
A pesar de que se usan materiales preparados especialmente para la perforación que son hipoalergénicos, algunos organismos pueden no reaccionar de la mejor manera e ello. En esos casos, es factible que se dé una infección en el oído de la niña. Para reconocerlo, bastará con detectar alguno de los siguientes síntomas en la zona:
- Hinchazón.
- Enrojecimiento.
- Presencia de pus.
- Sensibilidad al tacto, que se manifestará a través de quejidos o llanto.
Si tu bebé presenta alguna de estas señales, de ningún modo esperes a que desaparezcan por su cuenta. Las infecciones pueden causar enfermedades más graves como reacciones alérgicas severas, pericondritis y formación de queloides, entre otras.
Por lo tanto, lo aconsejable es consultar a un médico pediatra tan pronto como sea posible. No intentes quitar al arete tú misma, ya que podrías causarle mucho dolor a la bebé, e incluso lastimarla aún más.
Signo de violencia infantil
Las campañas que bregan por la prohibición de este acto lo señalan como una forma de violencia infantil, y también lo enmarcan como una cuestión de género. Al fin y al cabo, manifiestan, se trata de una forma de ‘identificar’ a las mujeres por cuestiones meramente culturales.
Por supuesto, hay maltratos mucho más aberrantes y crueles; no obstante, colocar pendientes a las niñas no deja de ser una decisión de los padres —sea el hombre o la mujer— que genera dolor innecesario en su bebé.
¿Por que sí poner pendientes a las niñas?
En el otro extremo, podemos encontrar a quienes apoyan y ejercen esta tradición. Muchos de ellos lo han hecho con sus hijas y no ven nada de malo en colocarles los pendientes.
Entre sus principales argumentos, podemos encontrar que quedan muy bonitos, que sirve para diferenciar el sexo cuando el bebé es todavía muy pequeño y que, haciéndolo a tan corta edad, se evita un dolor mayor en el futuro.
Un punto a favor de quienes deciden hacerlo es que, por lo general, en los hospitales ofrecen la alternativa de hacerlo apenas la bebé nace. Más allá de la conveniencia o no del momento, lo cierto es que es posible realizarlo en un ambiente sanitario, con todos los cuidados que se necesiten para cuidar su salud.
Como siempre, las posturas son varias y todas igual de válidas. Sin embargo, la discusión aporta a que dejemos de hacer algo por simple ‘tradición’ y reflexionemos sobre sus beneficios y contras. Ya lo sabes: piénsalo dos veces antes de comprar pendientes para tu bebé o antes de regalarlo a una conocida embarazada.