Orzuelos en niños: ¿qué hacer y cómo curarlos?

Pocas cosas molestan más que tener un orzuelo en el ojo. Lo positivo de estas inflamaciones infecciosas es que su tratamiento es sencillo y generalmente no provocan problemas mayores. Repasamos las causas y posible tratamiento de los mismos.
Orzuelos en niños: ¿qué hacer y cómo curarlos?

Escrito por Fernando Clementin

Última actualización: 17 mayo, 2019

Porque pican y duelen, suelen ser una de las afecciones más odiadas por adultos y niños. Repasamos algunos consejos sobre el tratamiento y la prevención de los orzuelos en niños.

No son más que una inflamación en la piel, pero de seguro los orzuelos han causado más de una jaqueca tanto a los propios niños que lo padecen como a sus madres. No importa cuántas veces uno les diga “no te rasques”, ellos lo hacen igual, lo que empeora la situación. De todos modos, quien haya tenido un orzuelo los comprende a la perfección.

¿Qué es exactamente un orzuelo? Es una pequeña inflamación rellena de pus que se localiza superficialmente sobre la raíz de los pelos de las pestañas. Las que se inflaman son las glándulas sebáceas (que producen grasa) o las glándulas sudorípedas (que producen el sudor). Estas glándulas son las encargadas de producir una sustancia líquida que lubrica los ojos.

Un orzuelo puede aparecer en la parte superior del párpado o en la inferior. No debe confundirse con un chalación, que también aparece en esa zona pero no es tan doloroso y tiene mayor tamaño. La glándula inflamada en estas ocasiones es la glándula de Meibomio.

Los orzuelos pueden ser externos o internos. Estos últimos, como su nombre indica, se producen por debajo de la piel y no son visibles, pero sí son igual de dolorosos. Tardan más en sanar, ya que el orzuelo tiene menos capacidad de drenaje.

Los síntomas del orzuelo son: enrojecimiento y abultamiento del párpado, picazón, dolor al tacto, lagrimeo en el ojo y, finalmente, aparición de un forúnculo relleno de pus.

La gran mayoría de los orzuelos desaparece de forma espontánea.

Causas

La causa de este trastorno es una infección bacteriana producida comúnmente por las bacterias estreptococos y estafilococos. El origen de su aparición no reside en ninguna carencia en el organismo del niño. Son bacterias que viven en nuestro organismo y que, ocasionalmente, pueden provocar una obstrucción de sebo que se transforma en orzuelo, ya sea con sebo viejo, células cutáneas muertas o viejas bacterias de la piel.

Los orzuelos en niños son muy molestos.

Tratamiento de los orzuelos en niños

Más allá de que la gran mayoría de los orzuelos desaparece de forma espontánea, estas son algunas recomendaciones para acelerar el proceso de curación:

  • Aplicar compresas de calor humedecidas sobre la zona inflamada. Hacerlo durante 10 o 15 minutos, 3 o 4 veces al día.
  • Si acudes al pediatra, podrá recetarte una pomada o un colirio para que se la apliques al niño.
  • Si el niño usa lentillas, deberá cambiarlas por gafas comunes hasta que desaparezca la infección. Al volver a utilizar las lentillas, límpialas con una solución adecuada y algodón.

Normalmente, un orzuelo tarda de 3 a 7 días en desaparecer. Si no se va, consulta con un médico, ya que puede haberse enquistado. En ese caso, se deberá hacer una pequeña incisión para drenarlo. Esta es una solución indolora, que se practica con anestesia local y que no requiere sutura.

El origen de la aparición de un orzuelo no reside en ninguna carencia en el organismo del niño.

¿Qué no se debe hacer?

Tal vez, más importante que lo que se debe hacer, es lo que de ningún modo debemos intentar a la hora de sanar orzuelos en niños. Estos son los 3 noes rotundos a tener en cuenta:

  1. No apretarlos. Si tratas de reventarlo, puedes ocasionar una infección mayor.
  2. No frotarse. Procura que tu hijo no se rasque la zona inflamada. Solo agravará la infección.
  3. No aplicar cremas o productos sin recomendación médica. Su cercanía al ojo hace que sea una zona sensible y el uso de productos no controlados puede provocar daños mayores.
Los orzuelos generan picor y molestias.

Prevención

La manera más efectiva de hacerlo es mantener una buena higiene diaria. El niño debe lavarse bien las manos y, si ya ha tenido orzuelos anteriormente, es recomendable limpiar la grasa que se acumula en la zona de los párpados ocasionalmente.

Del mismo modo, es de vital importancia higienizar las manos antes de manipular lentes de contacto, por el contacto directo que se tiene con los ojos al colocarlas. Para los adultos, es aconsejable también retirar todo el maquillaje antes de irse a dormir, así como controlar periódicamente el buen estado del rímel, delineador y sombras para ojos, especialmente si no han sido usados durante un periodo largo de tiempo.

Además, se debe tener en cuenta que quien tiene un orzuelo no debe compartir elementos personales con las demás personas, como pueden ser las toallas, almohadas o gafas de sol, entre otros ejemplos.


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