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Orejas de soplillo, un problema estético frecuente en la infancia

Las orejas de soplillo se detectan en el bebé cuando el pabellón auricular luce más despegado de la cabeza. Conoce cuál es la causa de dicha deformación y cómo se trata.

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4 de cada 100 niños nace con orejas de soplillo, lo que significa que sus orejas lucen más alejadas (o “despegadas”) de la cabeza de lo habitual. Este defecto estético ocurre por un desarrollo atípico del cartílago auricular y se manifiesta a temprana edad.

A continuación, vamos a contarte todo lo que debes saber acerca de este rasgo facial tan particular. ¡No te lo pierdas!

¿Qué son las orejas de soplillo?

Llamamos orejas de soplillo a una deformidad en el pabellón auricular que suele manifestarse desde la infancia. En el 60 % de los casos, este rasgo ya está presente al nacimiento, mientras que en los demás se acentúa con el crecimiento y es más notorio a mayor edad. Casi siempre el defecto ocurre de ambos lados.

Debido a su aspecto, también se conoce a esta condición como orejas despegadas, aladas, o en asa y el término médico correspondiente es deformidad en asa de los pabellones auriculares.

Como hemos dicho, se trata de un defecto en la formación de la oreja causado por la falta de uno de los pliegues de cartílago auricular, llamado antihélix. De esta manera, la profundidad en la concha de la oreja impresiona ser mayor de la habitual y provoca una separación con respecto a la cabeza de más de 2 centímetros.

Con el paso de los años, el aspecto físico de las orejas suele disimularse, ya sea por que la cabeza del niño crece o porque utiliza un corte de cabello que no las deja tan expuestas. 

Orejas de soplillo y autoestima del niño

Por suerte, las orejas de soplillo son solo un problema estético, que no afecta a la audición ni al equilibrio del niño. Sin embargo, sí puede afectar su esfera emocional y social.

A medida que el pequeño crece y toma conciencia de su aspecto físico, esta deformidad facial puede dejar huellas en su autoestima. De hecho, en muchos casos, puede ser motivo de acoso entre pares o de apodos peyorativos de diversa índole.

Incluso, algunos niños pueden mostrar dificultades en el rendimiento escolar y hasta de concentración a causa del bullying. En estos casos es importante corregir el defecto para mejorar su calidad de vida.

¿Cuál es el tratamiento para las orejas de soplillo?

Para tratar esta deformidad auricular existen dos alternativas: el tratamiento quirúrgico (otoplastia) o el tratamiento no quirúrgico. Los primeros son altamente eficaces para corregir el defecto, mientras que lo segundo no lo son tanto. Veamos cada uno por separado.

Tratamiento no quirúrgico

El tratamiento conservador ha demostrado eficacia en algunos casos, según la edad en la cual se implemente y la adherencia por parte del niño y de su familia al uso de las prótesis.

Entre estos destacan los siguientes:

1. Otostick: se basa en la colocación de una prótesis de silicona transparente que mantiene las orejas adheridas a la cabeza. Los adhesivos que se utilizan son muy suaves, hipoalergénicos y resistentes al agua.

Algunos estudios avalan su uso y declaran una efectividad adecuada cuando se utiliza por 12 meses. Puede implementarse a partir de los 3 meses.

2. Método auri: diseñado por investigadores daneses, combina el uso de un clip con una banda adhesiva. El primero se elabora a la medida de la oreja del niño y se coloca durante la noche. El segundo, se utiliza durante el día.

Con este método se busca apretar, doblar y estirar el cartílago al mismo tiempo, a fin de optimizar el efecto. Se recomienda utilizarlo por 6 meses.

3. DisRas: es un corrector que tiene la forma de la oreja. Está hecho a base de silicona y corrige parcialmente su posición.

Tratamiento quirúrgico: Otoplastia

En el caso en el que los tratamientos no quirúrgicos no alcancen el efecto deseado, se deberá proceder con la otoplastia. Esta cirugía logra resolver el defecto totalmente y es apta para realizarse en los menores de edad.

El procedimiento es de bajo riesgo y de rápida recuperación, pues requiere anestesia local y sedación. Dura aproximada 2 horas y no precisa de internación. Se recomienda realizarla a partir de los 7 años, cuando las orejas ya han adoptado su forma y su posición definitiva.

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Las orejas de soplillo pueden observarse en los bebés pequeños, pero lo más apropiado es posponer su resolución quirúrgica hasta el momento en el que alcancen su posición definitiva.

Las orejas de soplillo, una deformidad tratable

Es importante recalcar que algunos remedios caseros para tratar las orejas de soplillo podrían ser perjudiciales para el niño, especialmente las cintas elásticas, los adhesivos, los esparadrapos o los gorros. En primer lugar, pueden causar irritaciones y alergias en la piel, pero además, aumentan el riesgo de ahogos por ingesta accidental de cuerpos extraños (en caso de despegarse).

Lo ideal es seguir siempre las indicaciones del pediatra y esperar a que el bebé tenga una edad adecuada para tratar de manera efectiva y definitiva esta deformidad de la oreja.

Bibliografía

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