Ojo vago en niños

El síndrome del ojo vago en niños se produce con mucha frecuencia. Es importante que los padres estén atentos y se realice el tratamiento a tiempo. Hay muchas causas de esta patología, señales que podemos observar en los pequeños, y tratamientos en función de las características personales del niño.
Ojo vago en niños
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 21 junio, 2018

El ojo vago en niños es una alteración de la visión también llamada ambliopía u ‘ojo perezoso’. Su característica principal es que uno de los ojos trabaja menos que el otro por falta de estimulación visual.

¿Por qué se produce esta diferencia? Generalmente, por otra patología de base que hace que ambos ojos ofrezcan imágenes distintas al cerebro, confundiéndolo. Se puede decir que el cerebro, para no confundirse, prefiere solo una imagen y elimina la otra.

En estos casos, el cerebro adopta un ‘ojo favorito’, el que desarrolla una visión normal. El otro ojo, el que ofreció la imagen eliminada, queda desplazado y va perdiendo la visión parcial o totalmente.

Otras características

El ojo vago en niños generalmente afecta uno de los ojos, aunque también puede afectar ambos. Además, es una de las causas de mala visión más comunes en la infancia —se da entre el 1% y el 4% del total de niños—.

Hay que recordar que la visión del ojo vago no se recupera al 100% con el uso de gafas, lo que es una particularidad que ayuda a diferenciar el ojo vago de otras anomalías.

Causas del ojo vago en niños

Esta patología puede tener su origen en tres alteraciones oftalmológicas:

  1. Estrabismo: es una alteración que afecta a los músculos encargados de ayudar al ojo a moverse para enfocar los objetos. Estos, al no coordinarse bien entre sí, hacen que los ojos apunten en direcciones diferentes.
  2. Anisometropía: se trata de una anomalía en la que existe una diferencia en la claridad con que enfoca cada ojo. Si esta brecha es muy grande, el cerebro elige la visión más nítida y elimina la imagen ofrecida por el otro ojo. Dentro de este grupo de alteraciones se encuentran la miopía, hipermetropía y astigmatismo.
  3. Catarata: se le llama así a una turbiedad en el cristalino —lente natural del ojo—. Produce una visión nublada, como si se mirara a través de un vidrio empañado.
Los niños deben someterse a pruebas oculares con el fin de detectar problemas como el ojo vago.

Como hemos visto, en estos tres tipos de patologías puede suceder que el cerebro tome uno de los ojos, el que ve mejor, como su ‘preferido’ y deje al otro de lado. Entonces, este queda inutilizado y privado de la experiencia visual.

Esta eventualidad producirá un retraso en el desarrollo de la función visual del ojo perjudicado; cuanto más se usa la visión, mayor probabilidad de un mejor funcionamiento visual, por lo que el cerebro le quita al ojo flojo la posibilidad de desarrollarse.

Síntomas

A veces, los signos del ojo vago en niños no son fáciles de percibir. Por ello, hay algunas pistas a las que se debe poner especial atención:

  • El niño se acerca mucho al papel al leer, escribir o dibujar.
  • Entorna o entrecierra los ojos, como tratando de enfocar.
  • Se frota los ojos continuamente.
  • Le cuesta trabajo ver en la oscuridad.
  • Desvía un ojo.
  • Padece dolores de cabeza.
  • Tiene los ojos rojos o llorosos.
  • Mira de lado la pizarra o la televisión.
  • Comenta que ‘ve borroso’.
  • Puede tener una mancha blanquecina en la pupila.

“La característica principal de este problema es que uno de los ojos trabaja menos que el otro por falta de estimulación visual”

¿Por qué es importante tratar el ojo vago en niños?

Es importante diagnosticar y tratar esta afección en los pequeños por los siguientes motivos:

  • Para que el ‘ojo vago’ no desarrolle un defecto crónico grave.
  • Es importante que el niño pueda ver en tres dimensiones —percepción de profundidad—. Para ello, necesita una buena visión en ambos ojos.
  • Hay que detectar este síntoma a temprana edad, preferiblemente antes de los cinco años, para que el niño alcance la mayor agudeza visual posible. Recordemos que, antes de esa edad, la corteza visual se adapta mejor a los estímulos visuales del ambiente.
  • Cuanto más pequeño sea el niño, más velozmente se restablecerá su visión. Como sucede en muchas otras patologías, el diagnóstico precoz es la clave para una rápida recuperación de la normalidad.
El ojo vago en niños puede detectarse desde edades muy tempranas.

Tratamiento, ¿cómo hacer trabajar al ‘ojo vago’?

Es relativamente fácil y rápido recuperar el potencial visual de este ojo. Se suele utilizar un método llamado penalización óptica, que consiste en lograr que el ojo que veía bien trabaje un poco menos, con el fin de que el ojo débil haga un esfuerzo para ver.

La forma más común de lograr el efecto deseado es utilizando un parche que tape el ojo fuerte. Este parche permite que el ‘ojo malo’ se ejercite durante varias horas al día. Para lograr este mismo fin, también se utilizan gotas dilatadoras y gafas con una graduación innecesaria.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.