Obsesión con la planificación de las relaciones sexuales

Se ha demostrado que obsesionarse con la planificación de las relaciones sexuales te alejan del deseo de ser mamá. En esta nota encontrarás los inconvenientes que supone esta obsesión y qué alternativas puedes aplicar para concebir.
Obsesión con la planificación de las relaciones sexuales
Ana Couñago

Revisado y aprobado por la psicóloga Ana Couñago.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 01 abril, 2020

Obsesionarse con la planificación de las relaciones sexuales es contraproducente. Los especialistas en la materia aconsejan dejar a un lado esos obsesivos cálculos y fórmulas que te desbordan a nivel anímico, alejándote de tu más anhelado deseo.

Paralelamente, se sugiere mantener relaciones sexuales de manera genuina, es decir, cuando la situación lo amerita naturalmente y la pareja realmente lo desee, pero no obedeciendo estrictamente un calendario de ovulación.

El motivo de estos consejos es sencillo: la tensión que genera estar pendiente de los mejores días para tener relaciones sexuales y la angustia que provoca la posible ausencia o llegada de la regla no favorece la gestación.

De modo que, evitando obsesionarte con la planificación de las relaciones sexuales, aumentan las probabilidades de que el embarazo llegue. Sí, cuando menos se lo espera la pareja.

Planear las relaciones sexuales atenta contra la fertilidad

Una vez que deciden traer un hijo al mundo, muchas parejas se obsesionan con la planificación de las relaciones sexuales. A tal punto que tienen fríamente calculado el momento propicio para ponerse en acción en pos de quedar encinta.

Así, ambos buscarán tener relaciones sexuales alrededor de los días 11 a 14 del ciclo menstrual de 28 días de la mujer, es decir, precisamente cuando ocurre la ovulación femenina. Todo encuentro íntimo queda reducido a una incansable y frustrante intento por concebir.

No obstante, en la realidad es muy difícil saber con exactitud cuándo se va a producir la ovulación. Por ello, los médicos recomiendan a las parejas que estén buscando un bebé, tener relaciones sexuales entre los días 7 y 20 del ciclo menstrual de la mujer.

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Incluso, afirman que si el fin último es quedar embarazada, el hecho de tener relaciones cada dos o tres días funciona de la misma manera o incluso mejor que teniéndolas todos los días. ¿El motivo? Es simple, se logra una mayor cantidad y calidad de espermas, así como una mejor movilidad del espermatozoide.

¿Relaciones sexuales para concebir rápidamente?

Durante los primeros meses es conveniente no planificar las relaciones sexuales. Pasados los seis meses de intentos sin lograr quedar embarazada, es posible acudir a una estrategia de reproducción adaptada al ciclo femenino de ovulación.

Otro secreto es no utilizar lubricantes, puesto que impiden al semen fluir naturalmente por la vagina. Además el esperma debe ser de calidad, por lo que las relaciones sexuales deben mantenerse cada dos días, generando abundante semen incapaz de deteriorarse.

Asimismo, la práctica sexual más propicia para el embarazo es la “postura del misionero”, dado que los expertos señalan que la gravedad ayuda en estas situaciones. Esta posición favorece la llegada de los espermatozoides al óvulo.

También se aconseja permanecer tumbada durante media hora luego del acto sexual para impedir que el semen sea expulsado por la vagina. Puedes incluso colocar una almohada en la zona lumbar para que te ayude en esta misión.

Consejos para quedar embarazada sin planificar las relaciones sexuales

  • Acude a un profesional. Es posible someterte a estudios que permitan conocer tu salud reproductiva para que la interpretación del ginecólogo habilite las opciones para quedar embarazada. Recuerda que tu pareja también puede consultar a un urólogo o proctólogo.
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  • Conoce tu ciclo de ovulación. La clave es saber cuáles son tus días de mayor fertilidad. Un registro de tus fechas de inicio de cada ciclo puede ayudarte a disminuir la ansiedad. Pero recuerda no obsesionarte con la planificación de las relaciones sexuales que genera una sensación de obligatoriedad perjudicial para la pareja.
  • Practica sexo con frecuencia, ¡pero disfrútalo! Mantén relaciones sexuales durante los días de mayor fertilidad, dejando pasar al menos un día entre un encuentro y otro para que los espermatozoides recuperen su movilidad. Los espasmos vaginales durante el orgasmo ayudan a conducir a los espermatozoides hacia el óvulo.
  • Es importante que tengas suficientes horas de sueño cada noche y que alejes la mente del estrés. La tensión y las preocupaciones descienden los niveles de fertilidad, y no propician el clima de pareja relajado que la búsqueda de un hijo amerita.

No te des por vencida

Disimulas. Dices, te dices, que lo tomas con calma. Insistes en que no existe el apuro y que entiendes que puede demorar más de lo esperado. Pero eres consiente de que tener un hijo será la experiencia más maravillosa e importante de tu vida.

Mientras te obsesionas con la planificación de las relaciones sexuales, una larga espera puede convertirse en motivo de infelicidad. No permitas que esto te suceda, pues un estado de ánimo positivo favorecerá la llegada de tu hijo.

No estés ansiosa y no te hagas un test cada dos días. Espera con paciencia el atraso y, si no es esta vez, ten esperanza, en el próximo intento se dará. Evita malos ratos y angustias innecesarias acudiendo a un médico para actuar en caso de ser preciso.

Es difícil distraerse tras dejar la zona liberada en busca de tu hijo y atender a la planificación de las relaciones sexuales, calculadoras de ovulación, fechas de menstruación y consejos de allegadas. Pero si crees que la maternidad es lo tuyo, podrás llegar a ser mamá con calma y perseverancia. Pues lo que crees, creas.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.