No es ser "rígido" ponerle límites a tu hijo desde pequeño

Ponerle límites a tu hijo es un proceso fundamental para enseñarle las reglas básicas e convivencia y educarlo de la mejor manera. ¡Entérate cómo hacerlo!
No es ser "rígido" ponerle límites a tu hijo desde pequeño

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 14 febrero, 2023

Algunos padres creen que ponerle límites a un hijo está mal, por miedo a que se sienta frustrado y se afecte su autoestima. Sin embargo, por el contrario, este ejercicio es fundamental para que el niño alcance un desarrollo óptimo.

Es probable que los padres que tuvieron una crianza autoritaria sostengan esta idea, ya que al haberse sentido poco escuchados por sus mayores desean lo opuesto para sus hijos. No obstante, es posible poner límites sin ofrecer malos tratos ni amenazar con castigos constantemente.

La importancia de ponerle límites a un hijo

Ponerle límites a un hijo es parte del proceso de aprendizaje de las reglas básicas de convivencia. Además, es fundamental para inculcarle algunos hábitos saludables, tales como ir a dormir a tiempo y organizar sus espacios.

Por otra parte, la puesta de límites en la infancia es clave para que el niño aprenda a vivir en sociedad y que tome conciencia de sus actos, a fin de no causarle daño a nadie. Con ellos puede desarrollar la habilidad de seleccionar qué acciones dejar de lado y cuáles aplicar en cada circunstancia, para mantener una buena relación con su entorno.

De esta manera, también se inculcan valores importantes como el respeto, la responsabilidad y la empatía, los cuales le permiten al niño construir lazos sociales para su felicidad y bienestar.

Lazos sociales entre niños.

Ponerle limites a un hijo es fortalecer su confianza, porque le deja en claro que los padres lo acompañan durante su formación. Esto lo hace sentir protegido y valorado por sus figuras de afecto principales.

Enseñar límites claros desde la niñez evita que el niño se convierta en un adulto manipulador, que quiera pasar por encima de los demás a toda costa y que desarrolle conductas violentas. Además, fortalece su autoestima y le enseña a desarrollar una personalidad socialmente aceptable.

¿Qué tener en cuenta al momento de ponerle límites a un hijo?

Los límites fortalecen la relación entre los padres y los hijos, ya que por medio de ellos se establecen acuerdos que evitan discusiones futuras. Pero este proceso de enseñanza no debe ser rígido, sino que debe llevarse a cabo con amor, paciencia y serenidad, para que resulte exitoso.

A continuación, mencionaremos todas las acciones que debes tener en cuenta a la hora de ponerle límites a tu hijo.

1. Hablarle al niño en el tono adecuado

Para fijar un límite no hay ninguna necesidad de gritar, pues el tono moderado favorece que el niño se sienta más tranquilo y apoyado por sus padres. Del mismo modo, el diálogo en buenos términos permite que todo quede claro y que el niño sienta que lo que se le dice es por su bien.

Padres hablando con su bebé

2. Acordar límites razonables

La intención de los límites es educar bien al niño y permitirle adquirir las herramientas necesarias para desenvolverse en el ámbito social. Entonces, no se trata de prohibirle todo, restarle libertad ni hacerlo sentir inferior.

Es importante transmitirle los valores esenciales y brindarle enseñanzas positivas. De esta manera, se evita la rabia y la rebeldía del pequeño.

padre e hija hablando

3. Incluir palabras positivas al plantear los límites

Resaltar los aspectos positivos para que el niño conozca de qué se trata el límite que se le pone, siempre resulta una buena estrategia. Además, esto le permite comprender que la intención última de esta enseñanza es asegurarle el bienestar.

Resulta fundamental hacerle caer en cuenta de las consecuencias de sus actos, de forma tal que comprenda por qué es necesario dejar a un lado cierta conducta.

Padre y madre hablando con su hija en buen tono.

4. Dejarle explicar al niño por qué cree que es correcto lo que ha hecho

Darle voz al niño es importante para generarle confianza y mayor libertad. Por ello, escucharlo de manera atenta es una forma de alcanzar a un punto en común, que le convenga a las dos partes. Además, esta estrategia fomenta el buen comportamiento.

5. Nunca acompañar los límites con castigos amenazantes

El diálogo es el mejor recurso para educar a un hijo, pues le permite visualizar sus errores sin necesidad de sentirse agredido.

Niño hablando con su papá

Los errores deben ser vistos como parte del aprendizaje y tienen que solucionarse en buenos términos. De esta forma, el niño puede visualizar a los límites como un ejercicio para mejorar y no algo que infunde miedo. 

Las consecuencias positivas de ponerle límites a un hijo

Este hábito educativo es imprescindible para que los niños aprendan a tener autocontrol, ya que se les brindan las herramientas necesarias para saber cómo actuar en todos los ámbitos.

Además, resulta un ejercicio óptimo para enseñarles que todas las personas pueden cometer errores, pero que lo importante es reconocerlos y cambiarlos, a fin de lograr una vida plena.


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  • Serrano, María Elena, García Álvarez, Diego, Inteligencia emocional: autocontrol en adolescentes estudiantes del último año de secundaria. Multiciencias [Internet]. 2010; 10 (3): 273-280.

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