El diálogo con los hijos, un pilar en su educación

Hablar con nuestros hijos es fundamental para su desarrollo y crecimiento, ya que así podemos conocerlos mejor y saber cuáles son sus inquietudes, sus miedos, sus sueños, y sus necesidades. Hablaremos en este artículo sobre la importancia que tiene en la educación de nuestros hijos el diálogo con ellos.
El diálogo con los hijos, un pilar en su educación
María Matilde

Escrito y verificado por la pedagoga María Matilde.

Última actualización: 23 marzo, 2020

En tiempos en los que abunda la información, el diálogo con los hijos es fundamental. Esto es precisamente porque nos vemos constantemente expuestos a noticias, datos, opiniones o tendencias, pero poco podemos dialogar, sobre todo ello. La información nos desborda, nos atrapa y, en ocasiones, nos inmoviliza. Y no tenemos ni dedicamos tiempo para pensar y reflexionar sobre ella.

Con lo cual, el diálogo con los hijos, como forma de comunicación, es un pilar imprescindible en su educación y en su desarrollo. Es una forma de ayudarlos a procesar todo lo que miran, leen, escuchan, viven y sienten en una época en la que todo va muy deprisa, y en la que todo es muy superficial, complejo y cambiante.

¿Por qué es importante hablar con los hijos?

Los hijos van creciendo y, poco a poco, van descubriendo el mundo, y el lugar que cada uno de ellos quiere ocupar en él. En el camino van desarrollando su propia personalidad, devenida de sus vivencias familiares, sociales, económicas y culturales, y van experimentando sensaciones y emociones que los condicionan, en mayor o menor medida, para sentirse mejor o peor con ellos mismos y con su entorno.

Hablar con los hijos durante cada etapa, momento y experiencia, tanto coyuntural como cotidiana, es muy importante. No solo porque nos acercamos a ellos y estamos alerta a lo que hacen y con quién, a qué les sucede y qué sienten o piensan. Sino porque también, de esta manera, los hacemos sentir escuchados y apoyados. Así, podemos generar una mejor relación con ellos, basada en la confianza mutua entre padres e hijos.

Padre hablando con su hijo porque entiende que el diálogo es muy importante.

Además, cuando insistimos en la importancia del diálogo con los hijos, no solo nos referimos a un control o exigencia de intercambio de información, sino que hablamos de dialogar con los hijos sobre todos los temas, desde los más insignificantes hasta los más peliagudos.

Es decir, una buena comunicación con nuestros hijos no solo supone que de buena gana nos cuenten dónde están, con quién y a qué hora vuelven. Sino también, por ejemplo, a qué le temen o qué los hace llorar. O, que piensan acerca del sexo y qué relación tienen con él, y si hay algo que los hace sentir culpa.

“Cuando hay un diálogo verdadero, ambos lados están dispuestos a cambiar”.

-Tich Nhat Hanh-

¿Cómo debería ser el diálogo con los hijos?

Como para muchas cosas importantes en la vida, no existen recetas y secretos. Y respecto a cómo debería ser el diálogo con nuestros hijos, tampoco. Sin embargo, si podríamos remarcar algunos puntos importantes con respecto a las circunstancias en la que siempre es mejor que se produzcan la comunicación y las conversaciones con los hijos. O insistir en algunas estrategias y actitudes que pueden adoptar los padres para poder dialogar con sus hijos.

  • Encontrar el lugar y los momentos adecuados para abordar una conversación importante con los hijos. Es mejor una conversación con ellos, íntima, y con pocas interrupciones.
  • Escucharlos, prestarles atención y, principalmente, no juzgarlos. Es importante que, como padres, seamos capaces de escuchar a nuestros hijos y preguntar solo para comprender razones antes de dar cualquier opinión o punto de vista o, incluso, regañarlos.
  • Dialogar con nuestros hijos no significa que debamos estar de acuerdo con ellos. Pero, si somos capaces de darles el espacio para que se expresen, ellos seguro entenderán que existen opiniones dispares. Y, al igual que los padres hacen el esfuerzo de entenderlos, aún sin estar de acuerdo, ellos deben también ser capaces de hacerlo.
    Madre hablando con su hijo tumbados en el suelo.

¿Sobre qué dialogamos con nuestros hijos?

Como ya hemos dicho, el diálogo con los hijos debe ser constante, cotidiano y sobre cualquier tema relevante, tanto para ellos como para los padres, y hay que procurar no evitar temas complicados.

Es cierto que, en ocasiones, a muchos padres les faltan herramientas y estrategias para hacer frente a conversaciones con sus hijos sobre temas complejos o que pueden ser más tabúes. O que, incluso, distan de la forma de pensar o de ser de los padres o del entorno familiar.

Por ello, es bueno instaurar el diálogo con los hijos desde que son muy pequeños y crear un ambiente abierto y seguro de conversación. Porque, así, a medida que ellos van creciendo, sienten que conversar sobre cualquier tema va surgiendo de forma natural y que es algo cotidiano.

Y esto es precisamente lo sustancial: educar a nuestros hijos en el hábito del diálogo con sus padres. Un diálogo simple y profundo a la vez, con dedicación de tiempo, con capacidad por parte de los padres, de escucha y empatía.

Pero es fundamental que los padres entiendan que los hijos viven una época distinta y que, como padres, no podemos depositar en ellos mandatos y frustraciones propias. Nuestros hijos son seres únicos, con sueños y proyectos propios y, por ello, merecen ser escuchados.


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