8 consejos para tener más paciencia con los hijos

Los niños tienen una tendencia innata a desobedecer y los padres a perder la paciencia con facilidad. Te damos algunos consejos para mejorar esta virtud cuando los niños desobedecen.
8 consejos para tener más paciencia con los hijos
Mara Amor López

Escrito y verificado por la psicóloga Mara Amor López.

Última actualización: 19 noviembre, 2020

Es muy importante tener paciencia con los hijos y gestionar nuestras emociones y niveles de estrés. A veces, esto mismo acaba siendo el desencadenante de nuestra falta de paciencia y que, la mayoría de las veces, pagan nuestros hijos.

La maternidad y la paternidad nos proporcionan muchas experiencias y en todas ellas juega un papel muy importante esta virtud. Por eso, es fundamental aprender a ser más pacientes con nuestros hijos. A continuación, vamos a ver algunos consejos que nos pueden ayudar a tener más paciencia con nuestros niños, ya sean más pequeños o adolescentes.

Consejos para tener más paciencia con los hijos en edad infantil

La crianza de nuestros hijos nos exige ser pacientes y no dejarnos arrastrar por los enfados y el estrés. La infancia es una etapa que va desde el nacimiento hasta los 11 años, por ello, vamos a ver cómo tener más paciencia con los hijos de estas edades.

Padre hablando en familia aprendiendo a tener más paciencia con los hijos.

Descansar antes de enfrentarnos a situaciones conflictivas

Todos, como seres humanos que somos, tenemos emociones, y las cosas que nos pasan a lo largo del día van hacer que esas emociones fluctúen. Por eso, debemos ser precavidos e intentar descansar de un mal día antes de entrar en una discusión con nuestros hijos.

Si nos llaman del cole diciendo que el pequeño se ha portado mal, antes de llegar a casa on todo el cansancio del trabajo y pagarla con el niño, podemos pararnos a descansar unos minutos y relajarnos.

Desarrollar nuestra inteligencia emocional

Este consejo nos sirve tanto para niños pequeños como para los adolescentes. Gracias a la inteligencia emocional somos capaces de identificar las emociones que sentimos en cada momento y regularlas para que se adapten a la situación y los objetivos. Para esto, pueden servirnos los talleres de inteligencia emocional, técnicas que ayudan a regular las emociones, etc.

Asegurarnos de estar dando las instrucciones de forma clara y sencilla

Si somos claros en lo que decimos, no provocaremos situaciones ambiguas que los niños puedan utilizar para transgredir alguna norma que teníamos impuesta. Los padres tenemos que generar situaciones que ayuden a nuestros hijos a comportarse de forma correcta.

Cuidar de nuestra salud para tener paciencia con los hijos

Nuestra salud psicológica va muy ligada a la física. Por eso, tenemos que cuidar nuestro cuerpo para tener un buen nivel de energía. Aunque esto para los padres pueda resultar complicado, podemos situarnos en unos niveles sanos si procuramos dormir las horas correspondientes y comemos sano toda la familia.

Tener claro que, por norma general, los niños intentan transgredir las normas

Todos los seres humanos no nacemos con una predisposición innata por el cumplimiento de todas las normas con las que nos encontremos. Por lo tanto, romper las reglas para un niño es algo totalmente normal y no es ninguna excepción.

Si tenemos esto claro, podemos evitar frustrarnos si lo que hemos planeado no sale como hubiéramos querido como consecuencia de comportamientos irracionales por parte de los más pequeños de la casa.

Consejos para tener más paciencia con los hijos adolescentes

La adolescencia es, de por sí, una etapa complicada en la que los chicos están en una continua búsqueda de su identidad y, por ello, la autoridad de sus padres pasa por una crisis que ellos no admiten.

Como consecuencia de esto, muchos adolescentes transgreden normas sociales, se vuelven rebeldes como una vía para obtener una gratificación instantánea (hago lo que quiero, a pesar de dañar o perjudicar a otros) y, además, sienten que con estas actitudes muestran valentía e independencia.

En este sentido, con los chicos adolescentes también podemos usar los consejos que hemos visto anteriormente, pero vamos a darte unas ideas clave más específicas.

Recordar que nuestra misión es educarlos, no castigarlos

Los castigos no tienen por qué ser malos en todos los casos. A veces, si el adolescente no quiere colaborar ni tiene voluntad para corregir una determinada conducta, podemos aplicarlos, pero siempre explicando el porqué.

Más que castigos, podemos llamarlos consecuencias que aplicamos cuando se produce una conducta problemática por parte del chico. Es importante que tengamos claro que las consecuencias o castigos físicos están totalmente descartados.

Madre hablando con su hijo para aceptar sus luces y sus sombras.

No caracterizarnos como alguien que impone su criterio

Es fundamental que tengamos autoridad, pero no hay que utilizarla como un método de imposición con nuestros hijos. Tenemos que darles la oportunidad de que hablen y nos digan cómo se sienten y qué es lo que piensan.

Tomarnos su criterio en serio es importante, aunque este no sea correcto o acertado y, cuando no lleven razón, debemos explicarles por qué no la llevan.

Compartir nuestras experiencias con otros padres de adolescentes

Hablar de nuestras experiencias como padres de adolescentes con otros padres que se encuentran en el mismo lugar que nosotros nos puede ayudar a ver las cosas de otra manera. Las experiencias de otros pueden enriquecernos y nos ayuden a expresar nuestras frustraciones y preocupaciones con alguien que está pasando por lo mismo que nosotros.

En definitiva, como hemos visto, tener más paciencia con los hijos va a ser crucial para evitar conflictos familiares que a nadie le gustan. Todos sabemos el estrés que produce en los padres el día a día: trabajo, cuidado de los niños, tareas, etc. En muchas ocasiones, este exceso de estrés puede producir que nuestra paciencia caiga y ante la mínima explotemos.

Para evitar estos conflictos con tus hijos, puedes utilizar estos consejos que te hemos dado; te ayudarán a tener un mejor estado de ánimo y, por consiguiente, una mayor paciencia con los niños, aunque a veces parezca una misión imposible.


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  • Brooks, J. B. (2012). The Process of Parenting: Ninth Edition. McGraw-Hill Higher Education.
  • Nardone, G., Giannotti, E., & Rocchi, R. (2013). Modelos de familia: conocer y resolver los problemas entre padres e hijos. Herder Editorial.
  • Bettelheim, B. (1997). No hay padres perfectos. Grijalbo Mondadori.

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