Educar a los niños desde la calma: 9 claves

Muchas veces, el exceso de obligaciones del día a día nos hace llegar a casa y a la mínima enfadarnos con nuestros hijos. Educar a los niños desde la calma es algo que tenemos que practicar, puesto que de esto se beneficiará toda la familia.
Educar a los niños desde la calma: 9 claves
Mara Amor López

Escrito y verificado por la psicóloga Mara Amor López.

Última actualización: 20 diciembre, 2022

Hoy en día vivimos tan acelerados que se nos hace muy difícil educar a los niños desde la calma. Siempre lo hacemos desde el estrés, las prisas, la ansiedad y la impaciencia generados por ese frenético ritmo de vida que todos llevamos.

Podemos parar y preguntarnos, si podemos hacerlo de otra manera, si podemos educar desde la serenidad y la calma, entendiendo a nuestros hijos. Ese debe de ser nuestro objetivo: dominar nuestras emociones, que en numerosas ocasiones son responsables de nuestras reacciones desmedidas.

Educar a los niños desde la calma

Es verdad que todos vivimos con un ritmo de vida acelerado; acabamos los días agotados y, entre el mal humor y el estrés, en muchas ocasiones nuestras reacciones no son las correctas con nuestros hijos. Con esa velocidad con la que vivimos, a veces se nos olvida mostrarnos cercanos, escuchar y conversar con tranquilidad con ellos o jugar sin estar pendientes del reloj.

Incluso, en muchas ocasiones, hemos normalizado los gritos, las amenazas, los chantajes o las faltas de respeto. A menudo, en casa tenemos un ambiente tenso, con conflictos entre unos y otros; problemas familiares que tenemos que resolver y, al final, todo esto nos desborda. Por todo ello, a veces educamos sin que haya un equilibrio entre nuestro estilo educativo.

Padre hablando y aprendiendo a educar a sus hijos desde la calma.

Lo mismo elogiamos en exceso que exigimos demasiado, contradecimos nuestras palabras con nuestros actos, utilizamos etiquetas que dañan a nuestros hijos, perdemos los nervios fácilmente y acabamos siendo el peor ejemplo de comunicación de nuestros hijos.

¿Cómo educar a los niños desde la calma?

Aunque no parezca fácil conseguir educar desde la calma, podemos hacerlo si seguimos un modelo educativo que ayude al crecimiento y desarrollo de nuestros hijos, un modelo basado en el respeto, el amor, la comprensión, la empatía, el cariño, el entendimiento con los pequeños desde nuestras miradas sinceras.

¿Cómo podemos hacerlo? Cuidando y protegiendo a nuestros hijos, siendo amables y firmes, valorando su esfuerzo y alentándoles para empoderarlos con nuestras palabras. Quererlos sin condiciones ni juicios, ofrecerles un apego seguro, validar sus emociones, hacerles sentir queridos y valorados.

Con todo esto, conseguiremos que se esfuercen en conseguir todo lo que se propongan y que acepten las equivocaciones como parte de su proceso de aprendizaje.

No debemos confundir educar de forma positiva con educar siendo permisivos, sin normas, dejándoles hacer lo que quieran. Educar en positivo significa ayudarlos desde una disciplina basada en el respeto, estableciendo unos límites y normas, haciendo que se responsabilicen de sus decisiones y de su propia vida.

Claves para educar a los niños desde la calma

A continuación, vamos a ver algunas claves que podemos poner en práctica y tener en cuenta para educar a nuestros hijos desde la calma.

Acompañar con calma y empatía a las emociones que sienten

Tenemos que explicarles que no hay emociones buenas o malas, sino que todas están ahí por algo. Podemos darles herramientas para que aprendan a identificarlas, compartirlas y manejarlas con habilidad.

Crear vínculos positivos con nuestros hijos, haciéndoles sentir queridos y aceptados

Las muestras de afecto y cariño, las palabras afectuosas y los besos son algo esencial para educar a nuestros hijos y crear vínculos positivos con ellos. Tenemos que demostrarles que pueden confiar en nosotros, ayudarles siempre que lo necesiten y mostrar amor diariamente.

Establecer límites y normas claras negociadas desde la calma

Las normas y límites son positivos, ya que proporcionan seguridad y confianza, crean vínculos y, además, ayudan a los niños a saber cómo tienen que comportarse.

Conocer las características de cada etapa educativa

Debemos ser los primeros en conocer las características de cada etapa educativa para entender sus reacciones, comportamientos, pensamientos y así poder ayudarles en cada una de sus necesidades.

Resolver los conflictos de forma positiva sin castigos ni amenazas

Utilizar instrumentos como la escucha activa y la negociación para buscar soluciones nos ayudará a resolver los problemas de forma empática.

Confiar en las capacidades de nuestros hijos

Debemos dejar que sean ellos quienes intenten solucionar sus problemas de forma autónoma, tomando sus propias decisiones. Pero siempre valoraremos su esfuerzo y respetaremos sus ritmos evolutivos.

Padres pasando el rato en familia con sus hijos.

Enseñarles valores importantes para la vida

Valores como el respeto, la colaboración, la solidaridad, el agradecimiento, la voluntad, la honestidad, la sinceridad, etc. Estos valores les ayudarán a enfrentarse a la vida con ilusión y valentía.

Dedicar tiempo a cuidarnos nosotros; si no estamos bien, ellos tampoco lo estarán

Si nosotros, como padres, no nos cuidamos y estamos bien, nuestros hijos tampoco lo estarán. Por eso, es importante que hagamos ejercicio, comamos de forma saludable y dediquemos un tiempo a estar con nuestras amistades y familia, para, de esta manera, estar sanos tanto por dentro como por fuera.

Ser conscientes de que, a través de las malas formas, dañamos su autoestima y personalidad

Los gritos, las malas formas, las faltas de respeto y las comparaciones perjudican la autoestima y la formación de la personalidad de los niños. Si utilizamos estas formas para relacionarnos con ellos, les estaremos provocando inseguridad, tristeza, culpa y dolor. Por ello, es importante darnos cuenta de si lo hacemos así para corregirlo inmediatamente.

Respecto a educar a los niños desde la calma…

Aunque nos parezca complicado, debemos aprender a educar a los niños desde la calma. No olvidemos que ser padres no es tarea sencilla; es una carrera en la que primero se obtiene el título y después desarrollas esa carrera. Está llena de dificultades y aprendizajes a lo largo de toda la vida.

Es clave ser pacientes, ofrecer nuestro amor y cariño de forma incondicional, educar con firmeza, pero con amabilidad y disfrutar de cómo crecen felices nuestros hijos, pero siempre desde la calma.


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