¿Un niño puede sufrir desnutrición oculta?

La ingesta inadecuada de micronutrientes puede producir carencias importantes en el cuerpo. Aquí te explicamos de qué se trata la desnutrición oculta, los métodos para identificarla y cómo prevenirla o detenerla.
¿Un niño puede sufrir desnutrición oculta?
María Patricia Piñero

Escrito y verificado por la nutricionista María Patricia Piñero.

Última actualización: 21 febrero, 2023

No todo lo que vemos es real, pues jamás sospecharíamos que una persona con peso normal, sobrepeso u obesidad, pueda sufrir al mismo tiempo de una desnutrición oculta. Y, es que la ingesta inadecuada de micronutrientes por muy largo tiempo, puede producir carencias importantes en el cuerpo. Entonces, ¿un niño puede sufrir desnutrición oculta? Te respondemos sobre este y otros interrogantes en este artículo.

¿Qué es la desnutrición oculta?

Una revisión llevada a cabo por Alba Redón en el 2021 sintetiza el concepto de desnutrición oculta o hambre oculta como un estado de malnutrición en donde hay una deficiente ingesta de micronutrientes, la cual es sostenida en el tiempo. Las estadísticas no son nada alentadoras, pues según la FAO, más de 2 000 millones de personas en el mundo sufren de desnutrición oculta, lo cual duplica la cifra de aquellos que no tienen suficientes calorías para comer.

Aunque una mayor proporción del hambre oculta se observa en los países en desarrollo, las deficiencias de micronutrientes, sobre todo hierro y yodo, también están desplegadas en los países desarrollados.



¿Dónde está el problema?

Las causas del hambre oculta son algo complejas. Por ejemplo, en los países en desarrollo se pasa de una dieta tradicional basada en alimentos mínimamente procesados a un elevado consumo de productos alimenticios muy procesados. El problema es que estos comestibles son ricos en energía, pero pobres en micronutrientes, por lo que se les conoce como fuente de calorías vacías.

De hecho, Pinstrup- Andersen explica que muchos países en desarrollo se enfrentan a un fenómeno conocido como la «triple carga» de la malnutrición. Esto se refiere a la desnutrición, el hambre oculta y la obesidad.

La desnutrición oculta puede coexistir con el sobrepeso y la obesidad cuando se consumen demasiadas energías de macronutrientes, como las grasas y los carbohidratos.

Otras causas

A este cambio de conductas alimentarias y al excesivo consumo de comidas y alimentos procesados se les unen otras causas:

  • Dietas deficientes. Las dietas basadas en alimentos básicos como el maíz, el trigo, el arroz y la mandioca, aportan altos niveles de energía, pero bajos en vitaminas y minerales.
  • Las preferencias alimentarias están determinadas por la cultura, las presiones de grupos y los factores geográficos, ambientales y estacionales.
  • Falta de educación sobre la importancia de llevar una dieta equilibrada y nutritiva.
  • Causas económicas. Es posible que la familia no pueda pagar o acceder a una amplia variedad de alimentos nutritivos, como las proteínas animales, las frutas o las verduras, especialmente en los países en desarrollo.

Como vemos, el fondo de la desnutrición oculta es compleja y multicausal, pero todo se traduce en una inadecuada ingesta de alimentos variados y nutritivos.



Conoce si un niño puede sufrir de desnutrición oculta

El hambre oculta puede afectar a cualquier persona, pero hay un período de la vida en que sus consecuencias son más graves. Por ejemplo, la revista American Journal of Human Biology publicó, en 2017, que el período que va desde la concepción hasta los 2 primeros años es fundamental para el desarrollo del bebé. De allí, que el estado nutricional materno-infantil, es clave para un correcto crecimiento y desarrollo.

Si hay una deficiencia de micronutrientes en la madre, esto incidirá en el futuro del pequeño. Principalmente, repercutirá sobre todo en el aprendizaje y en el rendimiento de su vida adulta.

Principales micronutrientes afectados

En la revista PlosOne, el equipo de trabajo de Muthayya publicó los resultados de mapas e índices del hambre oculta en distintas regiones del mundo. Se encontró que las principales deficiencias de micronutrientes son de hierro, zinc, vitamina A y yodo. Sin embargo, también se producen deficiencias de B12 y otras vitaminas del complejo B.

Consecuencias

El hambre oculta se caracteriza porque sus efectos no son de inmediato, pero a largo plazo tienen un impacto profundo en la salud del niño. Sobre todo en el rendimiento y el aprendizaje, una menor resistencia a las enfermedades e incluso mayores riesgos durante el parto. La International Journal of Unani and Integrative Medicine menciona las consecuencias del hambre oculta según la deficiencia del micronutriente implicado:

  • Hierro: la anemia por deficiencia de hierro moderada y severa afecta el sistema de defensa del cuerpo para combatir infecciones. Los niños tardan más en desarrollar el lenguaje, disminuyen la capacidad de atención y presentan un bajo rendimiento escolar. Además, la salud reproductiva también se compromete. Por ejemplo, la anemia puede causar nacimientos prematuros, bajo peso al nacer y mortalidad perinatal.
  • Yodo: el bocio es el trastorno causado por la deficiencia de yodo. Esta condición puede producir daño cerebral permanente, deficiencia del desarrollo mental y disminución de la supervivencia infantil.
  • Vitamina A: produce ceguera nocturna, sobre todo en madres embarazadas; ulceración y desprendimiento de la córnea y ceguera total. También, puede causar retraso en el crecimiento, poca resistencia a las infecciones e incluso la muerte.
  • Zinc: es esencial para el crecimiento y el desarrollo. La suplementación con zinc ayuda al crecimiento lineal, al tiempo que reduce las diarreas, las infecciones respiratorias y la mortalidad infantil.
Llevar a cabo una dieta variada y completa es la mejor manera de prevenir la desnutrición oculta. Para ello, es clave educar a los niños en cuanto a la alimentación.

Cómo detener la desnutrición oculta en los niños

La prevención de la desnutrición oculta pretende alcanzar una mejor calidad de vida en los niños y en su futuro como adultos. Esta es la mejor herramienta para detenerla, ya que los diagnósticos de carencias son tardíos y de alto costo. Pero, ¿qué podemos hacer?

  • Promover una dieta variada y completa desde el embarazo o antes, que incluya alimentos como frutas y vegetales ricas en micronutrientes.
  • Tener acceso a los alimentos fortificados con vitaminas y minerales para preparar los alimentos de los niños. Por ejemplo, la política de fortificación aplicada con sal yodada ha sido un éxito.
  • Promover la biofortificación. Esto consiste en agregar micronutrientes a los cultivos de cereales que tienen bajos valores en ciertos minerales.
  • Suplementar con polivitamínicos y minerales. Esto debe ser recomendado por el médico pediatra.

Además, la OMS sugiere una dieta que incluya lo siguiente:

  • Lácteos y derivados: contienen vitamina A y D y calcio.
  • Carnes, legumbres y huevos: tienen proteínas y algunas vitaminas.
  • Harinas y cereales: son fuente de energía y vitaminas del complejo B.
  • Frutas y hortalizas: aportan vitaminas y fibra.
  • Grasas, aceite y azúcar: aportan energía.

Educar en alimentación y nutrición

La desnutrición oculta en los niños requiere de una atención inmediata. Esto se debe a que las consecuencias de la deficiencia de micronutrientes tienen un alto impacto en la salud, en su rendimiento escolar y en el futuro productivo durante la etapa adulta.

Un punto clave para la prevención de estas carencias es educar en alimentación y nutrición a nivel familiar. Así, se deben incentivar los buenos hábitos alimentarios y modificar la conducta hacia la selección de alimentos saludables. En este sentido, hay que dejar a un lado los productos procesados que aportan calorías vacías.


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