La desnutrición emocional infantil

La mayoría de los padres desconocen que algunas de sus actitudes cotidianas pueden propiciar la desnutrición emocional en sus hijos. ¿Sabes en qué consiste este trastorno para su bienestar?
La desnutrición emocional infantil
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 30 julio, 2019

Como padres, siempre nos esforzamos al máximo para asegurarles bienestar y un óptimo desarrollo físico y mental a nuestros hijos. Sin embargo, muchas veces estamos tan enfocados en proveerles cosas materiales que dejamos de lado la calidad de la relación afectiva que nos une. Así, propiciamos la denominada desnutrición emocional infantil.

Muchos problemas emocionales de los adultos están relacionados a la atención y el afecto que no se les brindó durante su infancia. Se podría pensar que los errores que cometieron sus padres no serían repetidos al momento que a esta generación le tocara ejercer la paternidad, pero lamentablemente los casos de desnutrición emocional infantil continúan manifestándose como una realidad palpable.

El afecto adquiere mayor importancia en los primeros años de vida del niño, que es cuando comienza a desarrollar su autoestima y confianza. Es allí cuando los cuidados emocionales que le brindemos le permitirán convertirse en un adulto estable y exitoso.

Por lo tanto, si queremos evitar la desnutrición emocional infantil, debemos suministrar a nuestros hijos y demás niños que conformen nuestra familia los nutrientes psicológicos necesarios para garantizarles una buena salud mental.

¿Cómo combatimos la desnutrición emocional infantil?

A continuación, compartimos una receta fácil de aplicar. Incluye un compendio de ingredientes psicológicos y emocionales que combatirán fervientemente cualquier indicio de aparición de la desnutrición emocional infantil.

Amor y apoyo

Los niños requieren de amor incondicional. Sentirse amados y cuidados por sus padres y demás familiares es fundamental para ellos, ya que siempre demandan ser el centro de atención.

Los infantes, como cualquier ser humano, cometerán errores. Cuando suceda, en lugar de reprender violentamente, debemos conversar de forma tranquila acerca de lo que ha sucedido, aplicar los correctivos necesarios y dejarles en claro que,aunque podamos sentirnos decepcionados, siempre vamos a quererles.

Autoexpresión

Es importante que les permitamos a los niños pensar y expresarse de forma libre y natural. Todos los infantes, además de tener personalidades diferentes, tienen habilidades y talentos únicos. Reconocerlos sin cohibirlos ayudará a una buena autoestima y, en consecuencia, se fortalecerá su carácter y confianza.

Cuidar su autoestima es una de las lecciones que tu hijo debe aprender en la infancia.

Fijación de objetivos realistas

Cada individuo tiene derecho a establecerse metas y aspiraciones en cualquier etapa de su vida. Nuestros hijos necesitan soñar y crear sus propios objetivos, de forma tal que hay que apoyarlos y orientarlos para que estos sean realistas y no se conviertan en causales de frustraciones en el futuro.

Además de esto, es primordial evitar comparar a los niños con sus hermanos u otros pequeños en cuanto al alcance de propósitos. Esto los pondría bajo una gran presión e, ineludiblemente, la situación dejará un “ganador” y un chico gravemente frustrado consigo mismo.

Juego y atención

El tiempo invertido en actividades lúdicas promueve el equilibrio emocional. Dejar a nuestros hijos jugar y divertirse es importante y, gana un valor agregado si nos unimos a ellos en esa actividad. Compartir, relajarnos y divertirnos con los niños es un aporte importante en su desarrollo emocional.

“Muchos problemas emocionales de los adultos están relacionados a la atención y el afecto que no se les brindó durante su infancia”

Tareas y responsabilidades

Asignarle a los niños tareas y responsabilidades acordes a su edad es darles la oportunidad de aprender y crecer. Cuando los pequeños asumen sus tareas, aunque puedan fastidiarse un poco al principio, con el tiempo se acostumbrarán a que tienen a cargo algunas actividades y las harán sin necesidad de que se lo indiquemos. Con esto, incentivamos la independencia, empatía, solidaridad y responsabilidad.

Validación

Los niños siempre quieren que los escuchen, compartir las experiencias que han tenido y que tomen en cuenta su opinión. Por ello, debe ser parte primordial de la dinámica familiar incluir a los pequeños en las decisiones, de modo que ellos sientan que sus ideas son valoradas.

Consecuencias de la desnutrición emocional infantil

Son muchos los motivos que contribuyen a la desnutrición emocional de los niños. Si no los corregimos a tiempo, traerán terribles consecuencias para su futuro. Como resultado, se generarán adultos inseguros, llenos de desconfianza hacia sus iguales, con baja autoestima y faltos de empatía.

Los hábitos familiares negativos pueden tener muy malas consecuencias para la autoestima de los pequeños.

Si el individuo ha llegado a la adultez luego de haber padecido de desnutrición emocional, seguramente será una persona celosa e insegura, que buscará afecto de forma negativa.

Los adultos con estas características buscan llamar la atención manipulando a quienes los rodean, ya sea con adulaciones por interés o comportamientos agresivos al hablar y actuar. Además, también se pueden evidenciar en ellos trastornos de ansiedad, depresión o fobias.

Por lo tanto, para que nuestros hijos no sean presa de este tipo de deficiencias, es importante poner en práctica un buen plan de alimentación emocional. El tiempo de calidad y el suministro de los ingredientes psicológicos mencionados anteriormente componen la receta perfecta para que los pequeños crezcan plenos, felices y capaces de tomar sus propias decisiones y de asumir sus errores cuando sea necesario.


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