La mayoría de las personas piensan que los niños comienzan a leer el día que hacen su primera lección del libro de lectura o cuando aprenden las letras del abecedario. Realmente el cerebro de los nuevos lectores comienza a trabajar mucho antes en esto. ¿Te has preguntado qué necesita saber tu hijo antes de empezar a leer?
Desarrollo de la conciencia fonológica
La conciencia fonológica es la capacidad que tenemos las personas de reflexionar acerca de los sonidos del habla, es decir, es poder saber cómo “suenan” las letras por separado, cómo debo colocarlas en sucesión para formar determinada palabra, es poder segmentar una palabra en los sonidos que la componen. Entonces, la conciencia fonológica es quizá el pilar más importante que tu pequeño debe desarrollar antes del grandioso día en que lee por primera vez “mamá”.
Habilidades que componen la conciencia fonológica
La conciencia fonológica se compone de varias habilidades que se van desarrollando en el jardín de niños y que te compartimos acá para que puedas jugar con ellos en casa.
1. Rimas
La habilidad para distinguir auditivamente sonidos similares es muy importante a la hora de preparase para la lectura. Es por esto que en la escuela se juega a aprender poesías, rimas y trabalenguas. Enséñale a tu hijo las rimas y poesías tradicionales, juega a prender trabalenguas, eso lo divertirá, le permitirá desarrollar su conciencia fonológica y además es un medio maravilloso para trasmitir tradiciones culturales. Puedes empezar desde los 3 años y mantenerlo durante todo el proceso, verás que cada vez lo hacen mejor y lo disfrutan más.
También pueden jugar a buscar palabras que riman, por ejemplo: ¿qué rima con camión? avión, jamón, salón, perdón…
2. Distinguir el sonido inicial de las palabras
Los niños deben ser capaces de escuchar una palabra y aislar el sonido inicial, solo el sonido inicial, no la sílaba inicial. Siempre es más sencillo comenzar con palabras cuyo sonido inicial sea vocales y más adelante ir incorporando las que comienzan con consonantes, prefiere las consonantes de sonido evidente y fuerte como “r”, “s”, “m”, “f” y deja para después los sonidos que auditivamente son más difíciles de aislar como “t” o “b”. Por ejemplo, para “agua” deben nombrar la “a” y para “camisa” el sonido /c/
Puedes hacer juegos similares a las rimas de encontrar palabras que comiencen por una determinada letra o decirle la palabra y que ellos te mencionen el sonido inicial. Puedes hacerlo auditivamente o buscando imágenes.
3.- Distinguir el sonido final de una palabra
Consiste en poder escuchar y aislar el sonido final de una palabra. Es una habilidad un poco más compleja que la anterior pero que siempre resulta muy divertida. Recuerda que deben aislar el sonido final, no la sílaba final. Así, para “gato” el sonido final es /o/ y para “mar” el sonido final es /r/.
Pueden intentar actividades similares a las anteriores: adivinar el sonido final diciéndole tu la palabra o dándole el sonido final para que ellos piensen en las palabras.
Hay también un juego muy divertido que consiste en que el primer jugador menciona una palabra y el siguiente debe pensar en una palabra que comience por el sonido final del primer jugador y así sucesivamente. Aquí un ejemplo: casa – amor – rojo – ojo – oscar – rey – iglesia …
4. Separar en sílabas
Aunque los pequeños no sepan leer ni escribir aún, pueden separar en sílabas los sonidos que componen las palabras. Pueden hacerlo dando una palmada en cada sílaba o un golpecito sobre la mesa. También pueden hacerlo saltando o dibujando rayas, una por cada sílaba.
5. Distinguir palabras cortas y largas
Es necesario que los niños puedan distinguir cuando una palabra “suena largo” como “hormiga” y cuando otra “suena corto” como como “oso”. Aquí es importante que sepas que no debes mostrar la palabra escrita, deben llegar a la respuesta a partir de lo que escuchan, es una actividad auditiva como todas las que sirven para desarrollar las habilidades de la conciencia fonológica.
Al principio verás que es muy gracioso que los pequeños asocian siempre el tamaño de la palabra con su referente en la realidad, así para ellos, oso debe ser una palabra más larga que hormiga.
Al jugar, asegúrate de ser enfático y hasta exagerar un poco con la longitud de las palabras para hacerles notar con más facilidad qué palabras son cortas y qué palabras son largas.
6. Rotar y sustituir fonemas
Esta es quizá una de las últimas habilidades que se alcanzan y que suele coincidir con el inicio formal, tal y como lo conocemos del aprendizaje de la lectura. Consiste en ser capaz de eliminar un fonema de una palabra y saber qué es lo que queda, por ejemplo si a la palabra “paleta” le quito el sonido /p/ queda “aleta”. También deben ser capaces de agregar nuevos fonemas, es decir, poner ahora una “m” y dirá “maleta”
Es importante que intenten hacerlo primero con el fonema inicial pues es más evidente para ellos, pero luego inténtalo con el final e incluso con los fonemas en el medio de la palabra.
Conocer el abecedario
Es sumamente importante que los chicos conozcan el abecedario y que sepan decir cómo suena cada letra, repetirlo como una seguidilla no sirve de nada. Esto es que al ver esta imagen “S” sepan que suena /ssssssss/ si saben que se llama “ese” está bien, pero lo principal es que sepan cómo suena. Así deben hacer con cada una de las letras del abecedario.
Ortografía
Debes tener en cuenta que la conciencia fonológica es una habilidad que se desarrolla con el sonido de las letras, así que es totalmente válido que los niños mencionen dentro del grupo de palabras que comienzan con “e” la palabra helicóptero, o que digan que zapato empieza con “s”.
Bibliografía
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