Llega un punto en el crecimiento del bebé en el que los padres evalúan el desarrollo de su hijo y ciertas inquietudes los abordan. “Ya cumplió los 2 años y mi hijo todavía no habla, apenas pronuncia palabras”, es una típica muestra de preocupación. ¿Qué hacer en estos casos?
Ciertamente, existe una media en cuanto al tiempo que un niño debería empezar a pronunciar sus primeras palabras. Sin embargo, cada individuo posee un tiempo evolutivo para cada actividad sin que esto condicione su desarrollo.
Desde temprana edad, todo ser humano manifiesta condiciones que van revelando el perfecto orden de su desarrollo natural. Por ejemplo, buscar con la vista las voces de su entorno, balbucear de manera espontánea y reír a carcajadas, entre otras acciones, reflejan que no existen problemas de habla o audición.
Muchas veces, puede que el motivo por el que el niño no emita sonidos o pronuncie correctamente sea la crianza que le ha recibido; entonces, el pequeño presenta este comportamiento solo por pereza o malcriadez.
A pesar de esto, esa voz interna que les recuerda: “Mi hijo todavía no habla” genera angustia en los padres; les cuesta creer que sea un acto de pereza y, por tal motivo, esperan mucho antes de asistir a especialistas y diagnosticar adecuadamente a sus pequeños.
En el caso de que los chiquillos hayan cumplido los dos años y articulen pocas palabras o ninguna, es el momento de buscar ayuda en el pediatra. Este podrá verificar el desarrollo correcto del habla.
En este sentido, es importante realizar el diagnostico de forma temprana; muchas veces, el retraso en el desarrollo del lenguaje puede significar algún trastorno mayor.
De igual manera, vale la pena destacar que para una positiva estimulación del lenguaje en los niños, los padres deben acompañar el proceso en todo momento. Las lecturas de cuentos o historias y estar en constante conversación durante el día para fortalecer la comunicación desde muy pequeños contribuye a la mejora del habla.
“Hay en el mundo un lenguaje que todos comprenden: es el lenguaje del entusiasmo, de las cosas hechas con amor y con voluntad, en busca de aquello que se desea o en lo que se cree”
—Paulo Coelho—
Sugerencias para padres de niños con problemas en el habla
Lejos de tomar una actitud pasiva, si mi hijo todavía no habla puedo involucrarme en el asunto y colaborar para que desarrolle esta capacidad.
- Los pequeños aprenden el lenguaje mediante la escucha de las personas a su alrededor, principalmente por imitación. Tú siempre serás el ejemplo: habla de forma clara y despacio.
- Invierte tiempo de calidad en la comunicación con tus hijos, desde la lactancia y de forma continua en el crecimiento, induciéndolo a que imite los sonidos.
- No celebres cuando cometa errores fonológicos.
- Juega; así, puedes enseñarle al querubín los sonidos de los animales y su procedencia, entre otros.
Señales para detectar problemas en el desarrollo del lenguaje
¿Cuándo deberías preocuparte si tu hijo todavía no emite palabras? Estate atenta a estas señales:
- Cuando a los 12 meses de edad no utiliza gestos como el saludar con las manos.
- Si a los 18 meses no se le comprenden bien las palabras o no imita sonidos.
- Si a los 24 meses no genera frases completas o sólo imita sonidos.
Causas más comunes de retrasos en el habla
Orales
Es probable que el retraso en el habla se deba a problemas en su boca, lengua o paladar. Por ello, para descartar esta causa, es necesario llevar al niño a una consulta con un especialista en el área.
Auditivas
Si un niño escucha mal, no podrá entender el lenguaje de su entorno. Por tal motivo, podría cometer fallos en la articulación de las palabras.
Orales – motores
Cuando existen problemas en aéreas del cerebro encargadas de la articulación del habla, suele aparecer incoordinación en lengua, labios y mandíbula.
¿Cuándo debo visitar al especialista si mi hijo todavía no habla?
Puede que algunos padres no identifiquen que hay un problema mayor cuando los invade el típico interrogante “¿Por qué mi hijo todavía no habla?”. Una vez hayan comprendido que es necesaria la ayuda profesional para hacerle frente al problema, el camino andar será mucho más fácil.
Tras el reconocimiento de las causas que ocasionan el retraso, es el pediatra el que deberá remitir al niño a un especialista. Una intervención prematura del logopeda ayudaría al pequeño a evolucionar favorablemente.
Esta especialidad es la encargada de los diagnósticos, la prevención y los futuros tratamientos relacionados con el habla y el lenguaje. Precisamente, el término logopedia está compuesto por dos palabras en griego: logos, que es ‘palabras’, y paideia, que significa ‘educación’.
Finalmente, el terapeuta trabajará con los pequeños para mejorar sus habilidades lingüísticas. De igual forma, les indicará a los padres diferentes ejercicios para la casa como refuerzo.
Bibliografía
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