El método ABA para el autismo

El método ABA es un programa de intervención que puede mejorar las habilidades, la autonomía y el desarrollo de los niños con autismo. Te contamos en qué consiste.
El método ABA para el autismo
Elena Sanz Martín

Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Escrito por Elena Sanz Martín

Última actualización: 27 julio, 2022

Los trastornos del espectro autista (TEA) tienen un gran impacto en las dinámicas familiares. Los padres y las madres de los niños con esta condición suelen estar confusos y desorientados, especialmente en los primeros años de vida de sus hijos. No siempre disponen de información suficiente y clara e incluso, pueden encontrarse ante un bombardeo de técnicas, métodos y tratamientos disponibles para elegir. El método ABA cuenta con respaldo científico y ha dado buenos resultados en el autismo, aunque también cuenta con detractores. Por ello, queremos contarte todo al respecto, para que puedas sacar tus propias conclusiones.

Cabe mencionar que se trata de un programa intensivo, con una carga terapéutica de unas 20 a 40 horas semanales. Esto supone un coste que lo hace inaccesible para muchas personas. Aun así, pueden emplearse sus métodos y sus procedimientos sin que necesariamente se lleve a cabo la intervención completa.

De preferencia el método ABA ha de aplicarse en niños pequeños, pues cuando se inicia a edades tempranas pueden obtenerse mejores resultados. Si quieres saber más, ¡no dejes de leer!

¿Qué es el método ABA?

El método ABA es un programa de intervención terapéutica para ciertos trastornos del neurodesarrollo y del comportamiento, así como también en la discapacidad intelectual. Sus siglas responden al término Applied Behavior Analysis, que en español se traduce como ‘análisis aplicado del comportamiento’. 

Se basa en procedimientos orientados a modificar la conducta que pueden ser muy variados. El objetivo consiste en observar, en describir y en predecir el comportamiento del niño para sustituir los aspectos no funcionales por otros más adaptativos.

De esta manera, se abordan las conductas disruptivas y las dificultades del aprendizaje. Incluso, se enseñan nuevas habilidades que faciliten el desarrollo y la autonomía de los pequeños con autismo.

mama ensena a nino pequeno a ordenar sus juguetes
Las enseñanzas que se brindan en un clima de empatía y de calma tienen mejores efectos que aquellos que se imponen a través del miedo o la evitación. Por eso, el refuerzo positivo es una de las claves para el modelado de la conducta del niño con TEA.

Ahora bien, el método ABA presenta algunas características distintivas y particulares:

  • Es un tratamiento personalizado e individualizado, que se centra en las necesidades específicas de cada niño.
  • Se basa principalmente en la repetición y en el uso del refuerzo positivo.
  • Durante la intervención se ofrecen apoyos, los cuales se retiran de forma gradual.
  • Se lleva un registro diario de los progresos del niño, que resulta de gran utilidad para los padres, los maestros y los terapeutas.
  • Se trata de un programa muy estructurado en el que se van estableciendo pequeñas metas alcanzables para el niño, que aumentan progresivamente la dificultad.
  • Busca ofrecerle al niño todas las ayudas necesarias para que tenga éxito en la tarea o en la habilidad que tenga que desarrollar. De este modo, se evita la frustración y se aumenta la motivación, además de incrementar la seguridad personal.

¿Qué se trabaja en este programa de intervención?

El método ABA emplea diversas técnicas, herramientas y procedimientos que cuentan con un sólido respaldo científico. Así, se aplica a diferentes áreas de la vida cotidiana del niño y busca ofrecerle un tratamiento integral que incluya a todos los entornos habituales. Es común que se comience por el hogar, pero pronto se generalizan las habilidades aprendidas a otros contextos.

Entre las principales áreas de aplicación están las siguientes:

  • Habilidades cognitivas: aquellas funciones que permiten la relación con el medio y el aprendizaje, como la atención, la memoria o el pensamiento abstracto.
  • Destrezas académicas: relacionadas con la capacidad para aprender y para tener éxito escolar. Abarcan desde la planificación del tiempo hasta las técnicas de estudio.
  • Habilidades sociales: ayudan al niño a relacionarse y comunicarse con los demás, tanto a nivel verbal como no verbal (por ejemplo, trabajando en el contacto visual).
  • Psicomotricidad fina y gruesa.
  • Autocuidado: enseña rutinas de higiene personal o hábitos alimenticios, entre otros.
  • Tareas domésticas: se facilita la autonomía y la colaboración en tareas del hogar, como barrer, poner la mesa o hacer la cama.
  • Control de impulsos: se observa la relación entre los estímulos y las reacciones, para poder controlar la conducta.
madre consuela a niño triste en sus brazos abrazo
Los hábitos y las rutinas ayudan a los niños con TEA y a sus familias a mejorar la calidad de vida y la autosuficiencia. Pero, ¿qué tanto se considera la neurodiversidad con estos métodos?

El método ABA y sus detractores

Pese a que este programa ha demostrado ser eficaz y muchas familias dan fe de sus resultados positivos, cada vez más pacientes y profesionales muestran sus reticencias al respecto.

En primer lugar, se le critica al método la excesiva repetición y el desgaste que puede generar en los niños.

También, se lo considera poco respetuoso por la propia esencia del paciente. Y es que, dado que el objetivo es modificar la conducta, puede que quede sin tratar el verdadero origen del problema. Por ejemplo, si el comportamiento disruptivo del niño se debe a su elevada sensibilidad, de nada sirve abordar el plano conductual si no se trabaja el aspecto sensorial.

De algún modo, parece que se busca hacer que estos niños se comporten de forma neurotípica, en lugar de respetar su neurodiversidad. 

En definitiva, esta es una de las alternativas terapéuticas disponibles para el autismo que ha mostrado ofrecer buenos resultados, pero quizá no sea la opción más adecuada para todas las familias. Infórmate bien y busca la más apropiada para tu pequeño.


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  • Mulas, F., Ros-Cervera, G., Millá, M. G., Etchepareborda, M. C., Abad, L., & Téllez de Meneses, M. (2010). Modelos de intervención en niños con autismo. Rev Neurol50(3), 77-84.
  • Peters-Scheffer, N., Didden, R., Korzilius, H., & Sturmey, P. (2011). A meta-analytic study on the effectiveness of comprehensive ABA-based early intervention programs for children with autism spectrum disorders. Research in Autism Spectrum Disorders5(1), 60-69.

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