Me levanto en las noches a atender nuestro bebé, yo trabajo y tú no

Muchos padres que trabajan se desentienden del cuidado de los hijos durante la noche. Sin embargo, este comportamiento le genera problemas de salud a la madre.
Me levanto en las noches a atender nuestro bebé, yo trabajo y tú no

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 25 enero, 2023

Cuando un bebé llega a este mundo, los padres reciben la bendición y la alegría más importante que van a tener a lo largo de sus vidas. Sin embargo, también es cierto que adquieren una responsabilidad a tiempo completo. En este sentido, no hay lugar para las excusas del estilo “yo trabajo”, pues ambos lo hacen, dentro o fuera de la casa.

Un bebé cambia los hábitos de vida de los padres, pues se convierte en una prioridad a la que hay que satisfacerle todas sus necesidades para que se mantenga en perfectas condiciones.

Esta ardua tarea se extiende a lo largo de todo el día, sobre todo durante las primeras etapas de la vida. Esto es porque el bebé nace indefenso e incapaz de hacer cosas por su propia cuenta, de forma que necesita de la ayuda constante de sus padres.

Es así como desde el nacimiento del hijo, el tiempo de sueño de los padres se modifica totalmente y pasan a estar pendientes de todo lo que necesita. Además, también surge la obligación de monitorearlo mientras duerme para asegurarse de que respira bien.

Por su lado, las madres tienen que estar preparadas para lactar a cualquier hora. Pues, el niño aún no consigue dormir de largo y despierta cada vez que tiene hambre, frio, miedo o necesidad de contacto físico.

Madre sin poder dormir

Atender al bebé, un trabajo de los dos padres

Desafortunadamente, muchos padres todavía creen que como a la madre da el pecho, tiene que encargarse de todo. Asimismo, son capaces de decir que como trabajan al otro día no pueden levantarse de noche a atender al bebé.

Esto es un error contundente, pues la madre no tuvo al bebé por sí sola y los dos padres tienen la obligación de atender en igual proporción a las necesidades de su hijo.

Pero por más de que se exprese, en una gran cantidad de hogares la realidad es otra. Incluso, hay hombres que se van a dormir a otra cama con la excusa de que tienen que descansar y que no pueden desvelarse bajo ninguna circunstancia.

El argumento principal es que en la casa hay una madre que no está empleada y, por tanto, tiene el tiempo necesario para encargarse de la situación. Sin embargo, la perspectiva es errónea e injusta, pues atender la casa y a los niños también es un trabajo de tiempo completo.

Madre cuidando al bebé

De esa manera, lo justo es que como ambos tienen unas funciones específicas durante el día, se dividan los cuidados durante la noche. Pues, la crianza es un proceso que se tiene que realizar en equipo para que resulte exitosa y saludable para todas las partes.

Las consecuencias de recargar toda la responsabilidad sobre la madre

Después de dar a luz, la madre tiene que volver a recuperar su cuerpo y sus fortalezas. Sin embargo, si le recargan todas las responsabilidades de la casa el proceso se le hará muy complejo.

Por otra parte, si una mamá no tiene un mínimo descanso, no contará con toda la lucidez necesaria para atender al bebé. De ese modo, el desgaste puede llevarla a omitir ciertos cuidados indispensables.

Además de ello, su salud mental se puede ver totalmente perjudicada. Pues a causa de tantas tareas excesivas, se acostumbra a vivir en un estado de estrés que le hace perder de vista hasta sus gustos y sus objetivos personales.

Madre estresada

Finalmente, la falta de descanso deteriora físicamente a la mamá y le puede generar serias complicaciones de salud. Pues, el organismo nunca encuentra un momento para recuperar energías y termina por colapsar.

A tener en cuenta

A raíz de todos esos motivos, es fundamental que los padres se entreguen de manera recíproca durante la crianza. Es así como pueden alternar tareas para que ambos logren cuidar de sí mismos y que al niño no le falte nada.

Además, el contacto estrecho de los dos padres es vital para que el pequeño construya un vínculo afectivo sólido con cada uno de ellos. Pues, desde la infancia se acostumbra a que estas dos personas le brinden calma y bienestar.


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  • Fundación ONCE. Maternidad y salud mental [Internet]. España: Encuentro; 2018.[citado 17 de diciembre de 2021].

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