Las leches de crecimiento son un producto que se elabora, principalmente, a partir de la leche de vaca. A estas leches se les añaden o se le quitan, mediante procesos industriales, algunos componentes para enriquecerlas o adaptarlos a las necesidades del bebé.
Usualmente las leches de crecimiento son recomendadas por los pediatras a los niños a partir del primer año de vida y hasta los 3 años de edad. No obstante, es preciso tener siempre presente que la mejor leche para el bebé es la leche materna, ya que es el alimento más completo y el que la va a proporcionar todos los nutrientes necesarios para su desarrollo.
Lo ideal es que el niño tome exclusivamente durante los primeros 6 meses de vida leche materna, y posteriormente vaya ingiriendo agua y otros alimentos sólidos. De hecho, las leches de crecimiento y la leche de vaca deben ser ingeridas por los niños a partir del primer año de edad, cuando el organismo del bebé ya pueda procesar este tipo de alimentos.
También es preciso que sepas que la composición y el contenido nutricional de las leches de crecimiento son muy parecidos a los de la leche de continuación, según explica en un artículo la nutricionista Arantza Ruiz de las Heras.
¿Son necesarias las leches de crecimiento?
Actualmente existe mucha controversia acerca de la necesidad de que los niños mayores de 1 año ingieran leches de crecimiento. Ya que a diferencia de las leches de fórmula, no existe una normativa especifica que regule su composición, lo que ha dado lugar a que haya diferencias en su composición. Sin embargo, un estudio avalado por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria afirma que los niños sanos que se alimentan de manera balanceada no necesitan de leches especiales.
Básicamente, los niños que ya hayan cumplido 1 año de edad y coman –como es recomendado- una dieta equilibrada que contenga todos los grupos alimenticios, no necesitan de otro tipo de leches distintas a la de vaca.
La leche de vaca es considerada por los expertos en nutrición como un alimento completo y como una importante fuente de calcio. Su única desventaja –por así decirlo- es que tiene un bajo porcentaje de hierro, el cual debería suplirse con otros alimentos que sí la contengan, como los frutos secos o las acelgas, entre otros.
¿Qué contienen las leches de crecimiento?
Como todo producto procesado de manera industrial, las leches de crecimiento tienen aditivos y algunos agregados que no siempre son los más indicados para un bebé en crecimiento.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) hizo un estudio que comparó 15 de las principales marcas de las leches de crecimiento, cuatro de ellas en formato líquido, listas para consumir, y el resto en polvo, para regenerar con agua. Los resultados fueron los que se exponen a continuación:
El valor energético
La composición nutricional de las leches de crecimiento se acerca más a la de una fórmula de continuación que a la leche de vaca. Presentan un aporte energético similar o algo superior.
Grasas
El contenido de grasas de las leches de crecimiento es muy similar al de la leche de vaca. Sin embargo, en las leches de crecimiento parte de la grasa saturada de la leche de vaca se ha sustituido por grasa de origen vegetal que aumenta el contenido de ácidos grasos insaturados y esenciales.
Azúcares añadidos
Este estudio de la OCU asegura que el único azúcar que existe en la leche de vaca es la lactosa. También explica que en nueve de las 15 marcas de leches de crecimiento se encontraron sacarosa, jarabes de glucosa, fructosa o miel.
Además, el 53% de las muestras llevan aromas (vainilla). Esto, al parecer, es una cantidad demasiado alta de azúcar para un niño.
Contenido de calcio
El estudio de OCU afirma que los niveles de calcio de las leches de crecimiento son menores que los de la leche de vaca, es más, en algunas de las marcas revisadas se observó que los niveles de calcio en las leches de crecimiento eran prácticamente la mitad de los de la leche de vaca.
“Las leches de crecimiento tienen valores nutricionales muy parecidos a los de la leche de vaca natural”
Vitaminas
Las leches de crecimiento están llenas de vitaminas, las cuales son beneficiosas para el organismo. No obstante, también se pueden encontrar en otros grupos alimenticios como las frutas, la verdura y las carnes rojas o blancas.
En conclusión
La mejor opción para alimentar bien a un niño es llevar una alimentación saludable. Hay ocasiones en los que las leches de crecimiento están indicadas, como por ejemplo, si el niño requiere de necesidades nutricionales específicas. Estos casos deben ser revisados por un pediatra o un experto en nutrición.
Es importante tener en cuenta que los problemas digestivos derivados de la ingesta de leche de vaca como la alergia a las proteínas de este tipo de leche o la intolerancia a la lactosa no deben ser tratados con las leches de crecimiento, puesto que estas son derivadas de la leche de vaca.
En cualquier caso, debe ser cada madre -junto con las indicaciones de un médico- la que decida aquello que mejor le conviene a su hijo para su desarrollo y crecimiento.
Bibliografía
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- Haschke, F., Haiden, N., & Thakkar, S. K. (2016). Nutritive and Bioactive Proteins in Breastmilk. Annals of nutrition & metabolism, 69 Suppl 2, 17–26. doi:10.1159/000452820
- Ocu.org
- Serra, J. D., & Villares, J. M. M. (2011). Leches de crecimiento en la alimentación infantil. Acta pediátrica española, 69(9), 373-378.