La psicología perinatal, ¿qué sienten los niños antes de nacer?

La psicología perinatal se encarga de estudiar los vínculos que se establecen entre el bebé y la madre antes del nacimiento. ¿Qué se ha descubierto hasta ahora?

La psicología perinatal estudia la relación entre la madre y el feto.

Desde el momento en el que sabemos que vamos a ser padres, nuestras preocupaciones cambian. Nos enfocamos en cuidar nuestros hábitos para que el feto crezca sano y fuerte, vigilando la alimentación o el sueño, entre otros factores.

Vamos a todas las revisiones ginecológicas y estamos atentos a todas las revisiones y ecografías. Resumiendo, tratamos de cuidar al máximo todos los aspectos físicos del bebé. Pero… ¿y los psicológicos?

Lo primero que puede venirnos a la mente es: ¿psicología del feto? La psicología perinatal es una especialidad que estudia los vínculos emocionales entre la madre y el niño ya desde antes del parto, así como lo que el feto puede llegar a sentir o percibir dentro del vientre materno.

Así mismo, busca dar respuesta a las innumerables cuestiones que sacuden a los padres con respecto a lo que están sintiendo y viviendo nuestros bebés antes de “venir al mundo”, como por ejemplo: ¿notará el feto cuando estoy enfadada?, ¿cómo vivirá el parto?, ¿por qué patalea cuando hablo?

La psicología perinatal: sensaciones del bebé en el vientre

Como hemos adelantado, la psicología perinatal se encarga de analizar lo que el feto es capaz de sentir antes de nacer. El bebé intrauterino tiene grandes capacidades perceptivas, y todo esto se traduce en emociones:

El sentido del tacto

A nuestros hijos les gusta que les demos mimos desde que están en el vientre. El tacto es el primer sentido que desarrolla, por eso reaccionan cuando alguien acaricia o presiona la barriga de la madre.

Sin embargo, según un estudio realizado en la Universidad de California, no ocurre lo mismo con el dolor. Esta percepción necesita del desarrollo de unos centros cerebrales concretos que no aparecen hasta la semana 29 de gestación.

Jefa animando a su empleada embarazada.

El sentido del oído

¿Les relaja música clásica? A partir de la semana 22 es probable, pues estarán ya desarrollando el sentido del oído, aunque el sonido que más va a relajarles es el de la voz de la madre. Al final del sexto mes empezaremos a notar que se sobresalta con portazos y se agita o se calma en función del tono de voz con el que hablemos. Además, pronto reconoce nuestra voz.

Percepción de emociones

Si estamos tristes, el bebé lo notará, aunque no lloremos, ni gritemos e intentemos llevar el día con normalidad. Las emociones intensas, tanto positivas como negativas, provocan cambios en nuestros niveles hormonales que el niño puede percibir.

En el caso de ser demasiado intensas podrían incluso influir en el crecimiento del feto o aumentar las posibilidades de un parto prematuro.

La psicología perinatal estudia los vínculos emocionales entre la madre y el futuro bebé

¿Influyen en su vida las experiencias intrauterinas?

Diversas investigaciones de embriología humana han concluido que existe actividad psíquica en los últimos estadios de la vida uterina, afirmando que el desarrollo psicológico se inicia desde el mismo momento de la concepción. Lo que el niño o niña no nacido siente y percibe comienza a crear y a moldear sus actitudes y las expectativas que tiene con respecto a sí mismo y al mundo que le espera.

Es por ello que una parte importante del carácter del individuo y de sus capacidades van tomando forma en el útero, mientras también van cogiendo forma las distintas partes del cuerpo.

Politraumatismo y embarazo.
Nuestros bebés están conectados con nosotras, por tanto, nuestros sentimientos van a impactar también en ellos dejando una pequeña huella en su futura personalidad. Esto no quiere decir que no podamos estresarnos ni tener dudas ocasionales porque marcaremos de por vida a nuestros hijos, sino que los sentimientos profundos y constantes, como por ejemplo sentimientos depresivos, sí que pueden tener un impacto en su desarrollo.

Por su parte, el papel del padre también es de vital importancia durante el embarazo. Un padre cariñoso y sensible que proporciona apoyo emocional constante a la madre e interacciona con el neonato ayudará a que este alcance su máximo potencial de desarrollo.

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