La importancia de la socialización en la infancia

La socialización en la infancia es uno de los aspectos que hay que tener muy en cuenta y donde la familia tiene un papel muy importante.

Los seres humanos somos seres sociales. El transcurrir de nuestra vida pasa, inevitablemente, por el contacto con los otros y la integración en la sociedad. Nuestras relaciones sociales son grandes amortiguadores del estrés y nos aseguran contar con una mejor salud psicofísica. Por ello, hoy pondremos el foco en el origen de nuestra faceta interpersonal: la socialización en la infancia.

El ritmo de vida de la sociedad occidental moderna nos exige a todos (incluidos los más pequeños) desenvolvernos en sistemas sociales muy distintos entre sí, en los que debemos ejercer roles diversos y poco claros, lo que requiere tener una cierta pericia social para salir bien parados en el día a día.

La socialización es ese proceso que nos permite aprender e interiorizar las normas de nuestra cultura, adquirir las capacidades para desenvolvernos socialmente y construirnos una identidad propia a través del contacto con los demás. Es, como vemos, un proceso fundamental para nuestro desarrollo como personas.

Socialización en la infancia: etapas y agentes de socialización

Este proceso de socialización se divide en dos etapas principales con sus propias características:

  • La socialización primaria. Es la primera toma de contacto del individuo con su entorno y con las personas que lo componen. En esta fase, el niño adquiere las habilidades más básicas, principalmente mediante práctica e imitación de lo que ve y lo que le enseñan. Es un proceso esencialmente informal en el que el principal agente de socialización es la familia (especialmente la familia nuclear). De ellos aprenderá valores y con ellos desarrollará sus primeros lazos afectivos. En esta etapa también pueden jugar un papel socializador importante las guarderías o jardines de infancia y los medios de comunicación.
  • La socialización secundaria. Es un proceso de aprendizaje más formal en el que la persona adquiere destrezas más complejas y abstractas, y se lleva a cabo principalmente por la escuela y otras instituciones. Es el momento de descubrir nuevos mundos más allá de la familia y comenzar a comprender el sistema de jerarquía.La importancia de la socialización en la infancia.

Pero ¿qué papel juegan los padres en todo este proceso? ¿Qué podemos hacer para proporcionarles a nuestros hijos una socialización adecuada?

Socialización y familia

Como hemos dicho anteriormente, la familia es el agente primario de socialización en la infancia y el más importante. El modo en que los padres interactúen con sus hijos les dará las claves para construir su identidad y moldear su comportamiento. Asimismo, cada acto socializador de la familia tendrá unas repercusiones en la personalidad futura del niño.

La influencia del temperamento

Algo que juega un papel primordial en nuestra capacidad de socialización durante la infancia es nuestro temperamento. El temperamento es algo innato que se manifiesta desde los primeros momentos de vida del bebé.

Algunos niños son activos, intrépidos, responden más a las señales del medio y no tienen miedo a la hora de explorar. Otros bebés, en cambio, son tranquilos, calmados y cautelosos. Suelen aferrarse a su figura de apego y no se lanzan de forma natural a explorar lo que les rodea.

Este es un tema de gran importancia puesto que, según Buck (1991), los niños desinhibidos suelen crear entornos más enriquecedores socialmente en los que desenvolverse debido a su forma de ser y reaccionar. Las personas de alrededor tienden a estimularlos más y prestarles más atención.

Mientras, los niños inhibidos pueden crear un contexto carente de estímulos perdiendo, por tanto, sus oportunidades para practicar la socialización y aprender las normas que la rigen.

Por tanto, asegúrate de que, sea cual sea el temperamento de tu hijo, tú le proporciones un ambiente estimulante y enriquecedor lleno de ocasiones en las que desarrollar sus habilidades sociales y poder interactuar con el entorno sin miedo.La importancia de la socialización en la infancia.

Estilos parentales

Otro aspecto de indudable importancia es el estilo de parentalidad que ejercen los progenitores. Este proporcionará a los niños las directrices básicas sobre cómo ver el mundo y cómo relacionarse con él.

Se precisa de unos padres democráticos y asertivos, capaces de escuchar los sentimientos de su hijo y de enseñarle a manejarlos, que animan al infante a explorar y tomar decisiones por sí mismo y que ponen límites consistentes y razonados.

En definitiva, unos padres que, de esta manera, favorecerán en sus hijos una visión del mundo como un lugar positivo y seguro y una visión de sí mismos como seres capaces y competentes, que saben quiénes son y cómo deben actuar para desenvolverse obteniendo consecuencias positivas.

Bibliografía

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