La importancia de dar ejemplo en casa a los niños

Debemos reconocer la importancia de dar ejemplo en casa a los niños y niñas. La  primera socialización, es decir, la familia, puede ser determinante en este sentido, ya que los ejemplos con los que crezcan pueden influir en gran medida en el desarrollo de su personalidad, en sus formas de relacionarse con los demás y en la gestión de sus emociones.

La importancia de dar ejemplo en casa a los niños

Los niños y niñas, a medida que van creciendo, van interiorizando una gran cantidad de conocimientos, van aprendiendo actitudes y comportamientos, y lo hacen a través de los procesos de aprendizaje que desarrollan en el ámbito formal de la escuela cuando estudian, y a partir de las experiencias que tienen en ella.

Pero ellos adquieren conocimientos, habilidades y maneras de ser no solo en la escuela, sino que aprenden en otros contextos diversos y partir de otras referencias y ejemplos. Como su grupo de pares, en los círculos de ocio y entretenimiento, y fundamentalmente, aprenden a partir de ejemplos dentro del seno familiar.

Qué ejemplos debemos dar en casa

• Debemos priorizar la comunicación fluida y permanente con todos los miembros de la familia.
• Demostrar  las emociones e intentar explicarlas, ya sean positivas como negativas.
• Mostrar y demostrar cómo comportarse según contextos diferenciados.
• Desarrollar actitudes de gratitud y solidaridad dentro del seno familiar.
• Crear un clima de convivencia pacífico y en armonía.
• Anteponer el diálogo y el intercambio familiar sobre otras formas de diversión y distracción.
• Demostrar amabilidad, cooperación y altruismo con el entorno social.
• Generar la necesidad de orden, organización y rutina familiar como condición de estabilidad emocional.
• Asumir y cumplir responsabilidades en todos los ámbitos de la vida y con todas las personas.
• Usar un lenguaje y vocabulario adecuado.
• Saber manejar los momentos de ira y enfado en circunstancias determinadas.
• Animar en la búsqueda de proyectos personales, metas y objetivos, y en la constancia para conseguirlos.
• Mantener siempre una coherencia entre los discursos y las acciones.

Conclusiones

Para concluir, queremos remarcar que los hijos e hijas crecen imitando las acciones de quienes los rodean, por lo que debemos ser siempre conscientes de la importancia de dar un buen ejemplo en casa. Ellos son esponjas con una tendencia marcada a copiar todo lo que ven y todo lo que escuchan.

La familia debe ser consciente de que existen determinados modelos tanto a nivel discursivo como a nivel de las conductas que, si se imitan, pueden resultar nocivas para su futuro desarrollo y socialización.  

Estos modelos están en todas partes: colegio, amigos y amigas, medios de comunicación…, y el contexto familiar no está exento de generar, en ocasiones, malos ejemplos. Con lo cual, si estamos de acuerdo con que se educa con el ejemplo, empecemos por casa.