La imaginación en los niños: qué es y sus diferentes etapas

Si hay algo por lo que los niños sobresalen es su capacidad de imaginar y crear desde la nada misma. Repasamos las diferentes etapas de la imaginación en la infancia y cómo estimularla.
La imaginación en los niños: qué es y sus diferentes etapas
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 08 febrero, 2022

La fantasía, la intuición o la simple chispa desbordada suele ser la característica principal de los más pequeños. La imaginación en los niños es parte de su día a día. Esta cualidad es la más común en todos los chicos, ya que funda la forma de comunicarse con el mundo que les rodea.

Sin importar cuál sea la realidad de un niño, este siempre tendrá su propia percepción donde la fantasía le tomará de la mano para guiarlo en un sinfín de experiencias. A continuación descubriremos juntos todo lo que encierra el maravilloso universo de la imaginación en los niños.

¿Qué es la imaginación en los niños?

Lo extraño y lo abstracto puede envolver la definición de esta palabra. ¿Por qué? Debido a que la imaginación es eso en lo que los límites y la lógica de todo tipo son inexistentes, porque surge del impulso y de la necesidad constante del niño de agrandar su cosmos y germina de lo conocido para ir más allá de lo visto o experimentado. Así pues, la imaginación en los niños tendrá su cúspide en el momento de crear ideas inusuales, ocurrentes y originales, definiéndose como el “pensar más allá”.

Es bueno crear niños independientes y autónomos.

Características de la imaginación en los niños

La imaginación posee dos factores: uno externo (lo que le rodea) y otro interno (sus impresiones sobre el mundo). Estos desarrollan la particularidad de combinar las percepciones y el conocimiento adquirido reelaborándolos o sintetizándolos después de una serie de recolección de datos. Le permiten al niño aprender y establecer relaciones. Por ello se notará (aún más) en el momento de los juegos, al contar historias, comer o vestirse, ya que es el instante ideal para plasmar toda su subjetividad. Serán pues la percepción y la subjetividad las más notables características de la imaginación.

Fantasía e imaginación en los niños

Pueden ser distinguidas. La imaginación, como decíamos, germina de la percepción de la realidad y la reinventa. La fantasía, en cambio, surge de la función imaginativa del pensamiento, prescindiendo por completo del ambiente. Aunque una resulte de la otra (la fantasía de la imaginación), es importante su diferencia ya que ambas en la vida de un niño tienen etapas. La imaginación se queda (no tan presente) en la vida de un adolescente que se vuelve adulto y la fantasía se va al dejar la infancia. Por eso, es muy importante que los niños vivan a plenitud este ciclo.

Desarrollo de la imaginación en los niños

El cerebro de los bebés es más complejo, ya que en él se están formando las conexiones que manejará el resto de su vida. Una conexión que es muy frecuente permanecerá, mientras que una que no sea usada seguido no durará. Por este motivo, múltiples estudios señalan la importancia de los tres primeros años, ya que es el momento perfecto para “condicionar” múltiples experiencias a lo largo de su infancia, como por ejemplo escuchar música en diferentes idiomas, leer, jugar, caminar o cualquier otra actividad favorecerá el desarrollo de sus conexiones cerebrales y, por ende, le ayudará a desarrollar su imaginación posterior.

La forma como se va desarrollando la imaginación en los bebés puede ser difícil de definir, ya que ignoramos lo que piensan. Entonces, todo comienza por exponerles escenarios donde ellos, a partir de un patrón establecido, se reconozcan como los protagonistas. Por ejemplo, cuando un padre o un profesor usa una didáctica valiéndose de hechos fantasiosos ayuda a fortalecer su cerebro para que cree “conexiones de imaginación”.

Imaginación en niños de 1 a 3 años

La imaginación en niños de esta edad está sujeta en gran parte a la imitación, lo que causa que sus primeras ocurrencias sean una imitación de lo que pasa a su alrededor. Cuando su perro ladre, él querrá hacerlo también, imitando ira aprendiendo y desarrollando su imaginación.

La imaginación en los niños de preescolar

Siguiendo con el instinto de imitar, ahora también aparecen los patrones arquetípicos como los juegos principales. Por ejemplo: las niñas jugarán a la casita y cuidarán bebés, y los niños también intentarán participar en el juego, bañando o alimentando a su muñeco.

La imaginación en los niños de primaria

En esta etapa, el instinto de muchos por socializar les abre las puertas al juego en grupo. Así, los motivos imaginarios surgen entre varios. La curiosidad por nuevas experiencias será un motor válido. La imaginación en los niños de primaria no necesita imitar porque el niño podrá suponer y crear con más audacia, siendo esta etapa de la imaginación una de las más abstractas.

La imaginación en niños es una de sus mejores aliadas.

Imaginación en niños autistas

La característica principal en el autismo es la resistencia al aprendizaje. En consecuencia, el niño autista evade la realidad habitando un mundo imaginario a diario. La forma en que un niño autista imagina es mucho más compleja, dado que este lo hace menos evidente por carecer de lenguaje o de capacidades motoras en muchos casos. La imaginación en ellos es muy diferente ya que el autista imagina desde la lógica y la razón. Es por ello que aún es un tema estudiado por la neurociencia.

Cómo aumentar la imaginación en los niños

  1. Enseñar a los niños a ser solo sus propias versiones.
  2. Permitirles explorar sus habilidades.
  3. Enseñarles a descubrir a través de ellos mismos.
  4. El juego como método del desarrollo de la imaginación en los niños.

Falta de imaginación en los niños

La pérdida de la confianza, la falta de estímulo y los patrones rigurosos en las escuelas u hogares llevan a la fatal perdida de imaginación en los niños. También el juicio constante hacia sus creaciones y el no permitirles dar otro tipo de ilustraciones que no sean lógicas y razonadas. Si este fuera el caso habría que dejar lo anterior en desuso y permitirle al niño que se descubra partiendo de cero, observando lo que le gusta y en qué actividades es bueno, para que así retome la confianza y ponga su imaginación a volar.


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