¿Quién no ha oído hablar de ellas? La figura de las hadas en los cuentos infantiles es de las más populares debido a la fascinación que produce en niños y también en adultos. Mundialmente famosas son las peripecias de la leal, tenaz y peleona Thinkerbell, en El secreto de las hadas o Hadas al rescate. Sabrina, el hada del invierno, se esmeraba para crear bellos copos de nieve ante la llegada del día de la Tierra.
El hada madrina de Cenicienta la convirtió en una princesa con carruaje y lacayos para conocer al príncipe. También famosa fue la Reina Mab, un hada en miniatura que obligaba a los durmientes a soñar y a cumplir sus deseos.
A veces malcriada y vengativa, otras servicial y amable. ¿Quién no recuerda los esfuerzos de Campanilla por salvar a Peter Pan y ayudarlo a volar con su polvo de hadas? Las hadas en los cuentos infantiles son, a estas alturas, un clásico de todos los tiempos.
Las hadas en los cuentos infantiles: imaginación a volar
La imaginación de los niños no conoce de límites. Cuando aparece la figura de las hadas en los cuentos infantiles todo es emoción. Por eso tienen tanta demanda cada vez que piden a sus padres que les lean un cuento. Las hadas transportan a mundos imaginarios, con héroes, ogros, elfos, duendes, brujas o animales que hablan. Tampoco los encantamientos pueden faltar.
Son secuencias de eventos mágicamente narrados y con un “final de cuento de hadas”. Y si de moralejas se trata, aquí abundan. “Érase una vez” o “había una vez”, define la atemporalidad de la historia a contar. Con solo leer las frases o escucharlas al inicio de una película empieza la exaltación. Lo que viene después seguramente será extraordinario. De forma oral, escrita y hasta en el cine, estas historias han recorrido el mundo desde hace miles de años. En todos los rincones del planeta tienen la misma aceptación.
Una misma trama
Se denominan cuentos de hadas a partir de los relatos de Madame d´Alunoy, una escritora francesa que los llamó contes des fées. Son muchos los estudios sobre estos relatos. Uno de los más reconocidos es el del antropólogo y lingüista ruso Vladimir Propp. Él detectó 31 puntos recurrentes en estas historias. Algunos de ellos son:
- Uno de los miembros de la familia se aleja o una prohibición recae sobre el héroe, quien la transgrede.
- El villano recibe información sobre el héroe, lo contacta, lo engaña y lo encierra o se apodera de sus bienes.
- El villano daña a miembros de la familia y acusa de complicidad al héroe, a quien obligan a partir.
- El protagonista se va, pero el hada lo ayuda. Le pone una prueba, que él supera, y así recibe objetos mágicos.
Aunque en distinto orden, estas recurrencias se presentan en los cuentos. Perp Propp identificó otras: el héroe encuentra el objeto que busca, derrota al villano y enmienda los perjuicios que este ocasionó. En las historias, el protagonista es perseguido y auxiliado; la misión es difícil, pero la cumple. Un falso héroe reivindica logros que no le corresponden, pero el verdadero es reconocido y el impostor queda en evidencia. El villano es castigado. El príncipe se casa y asciende al trono.
Propp se dio cuenta de que todas las tramas cuentan una historia similar. Maravillosa y aleccionadora, única y especial. Tienen hadas, dragones, brujas, príncipes y una trama basada en esquemas parecidos. Lo importante y diferenciador es lo que cada uno de ellos hace y cómo lo hace.
“De forma oral, escrita y hasta en el cine, estas historias han recorrido el mundo desde hace miles de años”
Para grandes y pequeños
Inicialmente estas historias eran para adultos, pero poco a poco se han extendido a todas las edades. Desde 1812, con los Cuentos para la infancia y el hogar de los hermanos Grimm se fortaleció el vínculo con los niños. Aún hoy, grandes y pequeños siguen encontrando en ellos una fascinación similar. La Historia Interminable es uno de los cuentos conocidos por gente de todas las edades.
La figura de las hadas en los cuentos infantiles logra que niños y adultos se adentren en relatos maravillosos. Allí, todos son capaces de enfrentar los miedos, todos tienen valor y todos buscan hacer el bien. Así se estimula la imaginación y se desarrolla el intelecto. Las moralejas de estas narraciones ayudan a comprender principios y valores. ¿Te han gustado algunos de los muchos beneficios que aportan los cuentos de hadas?