La emoción, el mejor motor para aprender

La emoción, el mejor motor para aprender
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 11 julio, 2020

Aunque no es un tema nuevo, recientemente la ciencia descubrió que la emoción es un motor de aprendizaje muy efectivo. Como podemos haber imaginado, aquellas cosas que nos emocionan tienden a quedar grabadas en nuestra mente por más tiempo; esta afirmación científica bien podría calar a nivel educativo, pero para apoyar la labor de padres sería invaluable.

Convertir el aprendizaje en una emoción quizá es algo que deba pensarse con calma; no es tan fácil adecuar lo que enseñamos sin haberlo planificado. Sin embargo, sería bueno que lo pudiéramos recordar cada vez que interactuamos con nuestros hijos e intentamos llevarles un conocimiento nuevo.

De acuerdo con los planteamientos de la neurociencia, el funcionamiento del cerebro se relaciona en gran medida con factores como la motivación y las emociones; razón por la cual se ha podido comprobar científicamente que los niños responden mejor ante ciertos estímulos. Así como la voz de mamá puede causar un efecto en su cerebro, también aquello que lo emociona puede ayudarlo a aprender más y mejor.

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Aprender con emoción

Con todo y las dificultades que puede haber, en los hogares se viven muchas emociones más de cerca, esto favorece el aprendizaje de nuestros niños en cuanto a las destrezas básicas. Sin embargo, al  sistema educativo aún le falta comprometerse con una enseñanza más emotiva, capaz de despertar emociones en los niños para conseguir que amen lo que aprenden.

Por lo general, muchas asignaturas han perdido el interés porque los recursos para dictarlas son tediosos y a la mayoría le falta emoción. Es importante que los niños sientan que algo en ellos se transforma con cada conocimiento, algo primordial a la hora de aprender y ejercitar lo aprendido.

 

Es por tal motivo que el juego es reconocido como una herramienta vital del aprendizaje; cuando los niños son capaces de entusiasmarse con una idea, en su cerebro se activa mayor cantidad de receptores. Según Francisco Mora, especialista en neurociencia, solo aquello que se ama se puede aprender; esto es algo que se ha podido determinar científicamente gracias al conocimiento que se tiene sobre el funcionamiento del cerebro.

Las investigaciones han corroborado algo que ya sabíamos y que podemos ver en todos los niños desde sus primeros meses de vida; algo que es nuevo para ellos los hace estar atentos, pero cuando esto les agrada se enfocan más. El poder comprender que el cerebro funciona mejor cuando algo le emociona, es una útil herramienta para favorecer el aprendizaje y el proceso educativo.

Valorar la imaginación de cada cual y llevar la emoción desde la casa a la escuela, es una determinación necesaria para mejorar el aprendizaje; esto es algo que no se concentra únicamente en el sistema educativo formal, es además útil para padres y cuidadores. Recordemos que podemos obtener mejores resultados si los niños inician su aprendizaje con amor y pasión hacia lo que hacen.

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Descubre la emoción de aprender

Los descubrimientos siempre causan sensación, sobre todo en los más pequeños; por eso es conveniente para estimular sus emociones, que podamos enseñarles por medio del descubrimiento. Que cada uno pueda descubrir cosas sobre matemáticas, ciencias o historia, les permite desarrollar un interés que pronto se convertirá en una gran emoción.

En ocasiones la enseñanza se enfoca en impartir conocimientos ya descubiertos y comprobados; sin embargo, existen muchos métodos para que los pequeños se entusiasmen más por aprender. Si los dejamos buscar algo que sabemos que encontrarán, ellos sentirán con mayor claridad que han logrado algo increíble.

Científicos de la Universidad Complutense de Madrid, afirman que el juego del descubrimiento es útil tanto para bebés, como para adolescentes, puesto que el cerebro funciona de la misma manera cuando hay emociones de por medio. Ellos proponen el desarrollo de la “neuroeducación” un proceso que permita poner en práctica los conocimientos sobre el funcionamiento del cerebro, en la educación de los niños.

Los logros también son emocionantes, por eso el fracaso escolar por simple que parezca, puede afectar el rendimiento y convertirlo en un círculo. Si a los niños no les apasiona el estudio, con toda seguridad tendrán limitaciones en el aprendizaje, por eso los expertos recomiendan enseñarles a descubrir todo lo que hay que aprender para que lo amen.

 


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