La congestión nasal en niños
La congestión nasal en niños es algo muy habitual, ya que los pequeños son los más indefensos en las situaciones de gripe o catarro. Una nariz tapada es síntoma de una infección viral muy común, como puede ser una nasofaringitis o un resfriado. Si el problema persiste, puede deberse a una alergia.
Durante un resfriado debido a una infección viral, la obstrucción nasal suele empezar con la congestión, seguida de la aparición de secreciones líquidas claras que pueden espesarse a partir de entonces.
Cuanto más fuerte es la infección, más pueden volverse amarillentas estas secreciones; a veces, incluso verdosas. Su color no indica la gravedad de la infección. En el caso de que las secreciones del pequeño sean más gruesas, se recomienda visitar a un médico.
¿Cuáles son las causas de la congestión nasal en niños?
La obstrucción de la nariz es común en el niño, especialmente porque todavía no sabe cómo evacuar las secreciones nasales al sonarse solo. Generalmente leve, la obstrucción puede ser una preocupación si persiste durante varios días. Puede estar causada por:
1.- Mala higiene nasal
2.- Infección viral
3.- Una patología malformativa
“Los pequeños son los más indefensos en las situaciones de gripe o catarro”
¿Cuáles son los síntomas de la congestión nasal en niños?
Cuando persiste, la obstrucción nasal es motivo de preocupación para los padres. Es una causante de consulta frecuente con el pediatra, el médico o el otorrinolaringólogo, con el fin de garantizar la buena salud del niño.
La singular anatomía de la laringe infantil hace que sea particularmente sensible a la dificultad respiratoria, por lo que hay que estar muy atentos. Los siguientes signos son sintomáticos de una obstrucción nasal que requieren de consulta médica:
- Dificultades para comer.
- Pérdida de peso.
- Menor calidad de sueño.
- Respiración que causa ronquidos.
- Sequedad oral.
- Llanto más frecuente.
Consejos prácticos para combatirla
Ponemos a tu disposición los siguientes tips que te ayudarán a combatir la congestión nasal en niños:
Humidificar su entorno
El aire seco puede agravar la congestión. La forma más fácil de humidificar el entorno es usar un vaporizador o humidificador. Ambos dispositivos están diseñados para agregar humedad al aire.
Los aerosoles hierven agua para liberar vapor, mientras que los humidificadores producen vapor frío.
Humidificar su nariz con soluciones salinas
Las soluciones salinas son la opción número uno para aliviar naturalmente la congestión nasal y ayudar a que las secreciones fluyan. Se encuentran en forma de aerosoles, gotas, atomizadores o ampollas de dosis única.
Prevenir la deshidratación
Una buena hidratación evita las secreciones y facilita su expulsión. Debes dar a tu hijo mucha agua y otros líquidos como zumos, leche o sopas durante todo el día para mantenerle bien hidratado.
Eleva la cabeza del niño mientras duerme
Por último, te sugerimos que eleves su cabeza de modo que esté a una altura mayor a la de todo su cuerpo. Esto puede hacer que respire con más facilidad mientras duerme con congestión nasal.
Para bebés y niños, puedes poner una toalla pequeña debajo de su cabeza. La cama del pequeño también puede inclinarse de manera que su cabeza permanezca alta para facilitar la respiración. Cuando están acostados, la congestión nasal se intensifica y la respiración se vuelve más difícil.
En definitiva, la congestión nasal en niños suele tratarse de una molestia. No obstante, en ocasiones puede causar otras dificultades en la audición y en el desarrollo del habla. Te recomendamos que sigas los consejos anteriores para tratar de cortar por completo el resfriado del pequeño y evitar futuras complicaciones.
Te podría interesar...