La inteligencia espiritual en los niños

Seguro que alguna vez has oído a hablar de la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner. A través de su modelo, este psicólogo enumera y describe hasta un total de 8 inteligencias diferentes, entre las que se encuentra la inteligencia espiritual (la más nueva de todas). En las siguientes líneas nos centraremos en la inteligencia espiritual en los niños.

¿En qué consiste exactamente esta inteligencia? ¿Qué la caracteriza? Como veremos, se trata de una capacidad que puede favorecer mucho a los más pequeños a desarrollar otro tipo de habilidades y a enfrentarse con éxito a diferentes tareas vitales como, por ejemplo, las relacionadas con el dolor.

Espiritualidad e inteligencia espiritual

Antes de adentrarnos en la inteligencia espiritual en los niños, vamos a aclarar algunos conceptos previos, y a conocer de dónde surge el término de inteligencia espiritual. Según el Diccionario de Oxford, el espíritu es aquella parte inmaterial, intelectual o moral de la persona.
La espiritualidad puede ser considerada una dimensión más de la persona o el conocimiento, aceptación o cultivo de la esencia inmaterial de uno mismo. También se relaciona con la fe y la religiosidad, aunque podemos ser espirituales y no religiosos. En el caso de la fe, nos referimos a una creencia que está por encima de la necesidad de poseer evidencias que demuestren la verdad; es algo mucho más profundo dentro de cada uno.

¿Qué es la inteligencia espiritual?

Pero ¿qué pasa con la inteligencia espiritual? Forma parte de la teoría de las inteligencias múltiples del psicólogo Howard Gardner. Se trata de la inteligencia más nueva.

Existen muchas definiciones para ella. Buda, por ejemplo, ya habló de “una capacidad de visión penetrativa para comprender la realidad profunda de los fenómenos y para ver las cosas como son”, a lo que denominó visión cabal o vipassana.

Otros autores más recientes, en este caso, Danah Zohar e Ian Mashall, investigadores y autores de Inteligencia espiritual (2001), la definen como “aquella capacidad que nos permite afrontar y resolver problemas de significados y valores, ver nuestra vida en un contexto más amplio y significativo y al mismo tiempo determinar qué acción o camino es más valioso para nuestra vida”.

La inteligencia espiritual en los niños

Fomentar la inteligencia espiritual en los niños puede ayudarles en su desarrollo madurativo y emocional. Vivimos en una sociedad cada vez más alejada de la espiritualidad en muchos sentidos y no estamos únicamente hablando de la religión, sino de la fe, de conectar con algo que vaya más allá de la materia o de lo visible.

De tener esperanza, de conectar con uno mismo y con los demás. A través de sus características, expuestas a continuación, podemos reflexionar sobre cómo su estimulación puede favorecer a los más pequeños.

¿Qué características tiene?

Danah Zohar e Ian Marshall, los autores ya mencionados, atribuyen a la inteligencia espiritual una serie de características (modificadas). Estas son las siguientes:

• Capacidad de ser flexible.
• Poseer un nivel de conciencia de uno mismo alto.
• Capacidad para afrontar y trascender el dolor y el sufrimiento.
• Capacidad de ser inspirado por visiones y valores.
• Reluctancia a causar daños innecesarios.
• Tendencia a identificar las relaciones entre diferentes cosas.
• Búsqueda de preguntas a respuestas (curiosidad).
• Necesidad de ir más allá.
• Facilidad para estar en contra de las convenciones.

¿Qué beneficios tiene trabajarla en niños?

Haciendo referencia a las características anteriormente mencionadas, veremos cómo potenciar la inteligencia espiritual en los niños puede ser beneficioso. Por ejemplo, la capacidad de ser flexibles les ayudará a adaptarse a los diferentes retos y problemas que deban abordar durante su vida.

Por otro lado, tener un alto nivel de conciencia de ellos mismos les puede favorecer mucho a la hora de realizar una buena introspección, de conectar con lo que sienten, de identificar sus emociones, de conocerse a sí mismos e incluso de empatizar con los demás.

En cuanto al dolor y el sufrimiento, la inteligencia espiritual en los niños les puede ayudar a gestionar esos estados emocionales, además de conectar más fácilmente con el dolor ajeno.

Finalmente, como hemos visto, este tipo de inteligencia se relaciona también con la curiosidad y con la búsqueda constante de respuestas a todo lo inimaginable. ¿Cómo no va a ser bueno potenciar la curiosidad? ¡Si es la base del aprendizaje!

“El humor y la curiosidad son la más pura forma de inteligencia”.

-Roberto Bolaño-

La importancia de conectar

La inteligencia espiritual en los niños, como hemos visto, va más allá de una habilidad relacionada con la fe o la religiosidad. Tanto en niños como en adultos, es una habilidad que puede tener beneficios para la mente y para la gestión emocional. Es por ello que podemos, incluso, relacionarla con otro tipo de inteligencia: la inteligencia emocional.

A veces necesitamos acudir a algo más intrínseco y más alejado de lo terrenal para conectar con nuestra verdadera esencia. Y es que eso nos puede ayudar (y a los más pequeños) a conocernos mejor, a conectar con nosotros mismos y a potenciar nuestro autoconcepto y nuestra autoestima.