Incubadora: qué es y cómo funciona

La incubadora ofrece un ambiente propicio y libre de amenazas para que un bebé prematuro, con bajo peso u otras deficiencias complete su maduración. Las actuales cuentan con sistemas de control que permiten seguir minuto a minuto la evolución del recién nacido.
Incubadora: qué es y cómo funciona

Escrito por Fernando Clementin

Última actualización: 12 febrero, 2022

Todo el mundo ha visto en algún momento de su vida una incubadora y conoce, a grandes rasgos, su función. En este artículo detallaremos cómo trabaja exactamente este maravilloso artefacto, que ha reducido los casos de mortalidad infantil considerablemente, sobre todo en los países menos desarrollados.

¿Qué es una incubadora?

La incubadora es una cámara cerrada que tiene la finalidad de brindar un ambiente propicio para la maduración de los bebés prematuros o recién nacidos, los cuales no son capaces de adaptarse al ambiente extrauterino. Es de material transparente, posee un acolchado para acostar al bebé y cuenta con entradas de aire y ventanas.

Además, incluyen sistemas de control que permiten saber en tiempo real el peso, el ritmo cardíaco y la actividad cerebral del niño. Es decir, indican minuto a minuto las acciones que realiza el organismo del bebé.

Se trata de un instrumento con múltiples beneficios en el área de neonatología. De hecho, un estudio de la revista Medical Engineering and Physics establece que el uso de incubadoras neonatales ha reducido la mortalidad infantil y neonatal de forma impresionante. Si importancia suele ser mayor en los niños prematuros.

¿Cuáles son sus funciones?

Existen ciertas características con las que una incubadora debe contar para poder cumplir su objetivo de manera eficaz. Estas son las principales:

  • Servocontrol: es un sensor que se pega sobre la piel del bebé para medir su temperatura. Si es baja, automáticamente la incubadora emite calor. Si es alta, hace lo contrario.
  • Aislamiento: uno de los cometidos esenciales de estos aparatos. Los filtros de aire que tiene la incubadora alejan los gérmenes y alérgenos que hay en el exterior. Por eso es un elemento tan importante para bebés con problemas en su sistema inmunitario.
Los bebés prematuros son dados de alta cuando cumplen ciertos requisitos de desarrollo tras un periodo en la incubadora.
  • Sensores de humedad: de la misma manera en la que se controla la temperatura, se mide la humedad en el interior del artefacto. Si hay muy poca, podría favorecerse la deshidratación del bebé.
  • Fuente de oxígeno: con el objetivo de prevenir enfermedades respiratorias en neonatos, la incubadora ofrece un ambiente con alto contenido de oxígeno.
  • Respiración asistida: en casos graves en los que los bebés no puedan respirar por su cuenta, se los incuba y se coloca una bomba que les ayuda a completar este proceso mecánicamente.
  • Rayos UV: la luz ultravioleta de la incubadora -que es administrada en cantidades moderadas- sirve para la activación de la vitamina D endógena y para combatir la ictericia, que es el color amarillento que se percibe en la piel de algunos recién nacidos.
  • Control del peso: estos dispositivos cuentan con un monitor donde se registra de forma constante el peso del recién nacido para evaluar su bienestar general en las primeras semanas. La ganancia de peso es fundamental para un adecuado desarrollo, por lo que es necesario medir este parámetro de forma precisa.

“Un bebe es la opinión de Dios de que el mundo debería seguir adelante”

¿Cuándo se coloca al bebé en la incubadora?

Como señalamos antes, la incubadora brinda las herramientas fundamentales para el control de las funciones del recién nacido. Asimismo, permite aislarlo de las amenazas del ambiente que pueden causar complicaciones en seres tan pequeños y, muchas veces, indefensos.

Los casos más comunes en los que se hace necesario colocar al bebé en una incubadora son estos:

  • Nacimiento de bebés prematuros: se considera prematuro a aquel bebé que no ha superado las 37 semanas de embarazo. Esto puede estar causado por diversos motivos, como presión arterial elevada de la madre o complicaciones en la fase final del embarazo. La incubadora permite guarecerlos hasta que su desarrollo se complete.
  • Bajo peso al nacer: se considera bebés con bajo peso a aquellos con menos de 2,5 kilogramos al nacer. Tanto si es un nacimiento a tiempo como prematuro, la incubadora se encarga de proteger al bebé mientras se le suministran por vía oral o mediante perfusión los nutrientes que su cuerpo necesita.
  • Dificultades para mantener la temperatura: como posee una temperatura constante, la incubadora permite contrarrestar este déficit.
  • Deficiencias en el sistema inmunitario: hasta que desarrollan la capacidad de autodefensa contra agentes patógenos, los bebés -generalmente prematuros- son conservados en este ambiente libre de gérmenes y microbios que puedan representar una amenaza para su salud.
La incubadora ofrece al bebé un ambiente protegido y sano.

No obstante, también pueden darse otras circunstancias que hagan necesario este periodo de incubación:

  • Fragilidad ósea o debilidad muscular.
  • Falta de maduración en los pulmones.
  • Déficit del desarrollo neurosensorial.
  • Ausencia del reflejo de succión, lo que le impide alimentarse por su cuenta.

¿Qué hacer si mi bebé está en la incubadora?

En primer lugar, los padres deben considerar que cuando un bebé está en la incubadora está muy bien cuidado. El control es constante y sus necesidades están plenamente cubiertas, por lo que esto no debe ser una preocupación.

Además, el hecho de que requiera de unos días de incubación no quiere decir que su salud esté en riesgo. Muchas veces, precisamente, se usa la incubación como un periodo de “adaptación al mundo”. Una vez que termine de desarrollarse adecuadamente, podrá volver a la vida normal.

Por último, el régimen de visitas depende de la institución y también de la situación de salud de cada bebé. El área de neonatología suele ser muy restringida, por lo que las visitas se acotan a las mínimas indispensables.

Procura mantener la calma y ser paciente: pronto podrás disfrutar de tu hijo en casa y hacer una vida completamente normal.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.