Incontinencia urinaria en el embarazo

La incontinencia urinaria es un fenómeno común durante el embarazo, sobre todo cuando se relaciona con los esfuerzos. Por fortuna, existen medidas que ayudan a controlarla.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 16 marzo, 2023

En la medida en que el feto crece, ocurren múltiples cambios. Uno de los más sobresalientes es el hecho de que el útero de la madre va aumentando su tamaño y hace presión sobre la vejiga, haciendo que se produzca la famosa incontinencia urinaria en el embarazo.

El tamaño y peso del bebé hacen que se eleve la presión intraabdominal, lo cual genera un debilitamiento considerable en el suelo pélvico y altera la posición de los órganos que estos músculos sostienen. En esto también puede influir el aumento de peso de la madre. Además, las hormonas relajan las paredes de la vejiga, facilitando la salida de la orina.

De acuerdo con varios estudios, al menos un 51 % de las mujeres embarazadas sufre de incontinencia urinaria en la fase de gestación; de los cuales un 16 % sigue sufriendo este problema en el puerperio . En ambos casos, es fundamental acudir al médico para recibir el diagnóstico y el respectivo tratamiento. 

¿Por qué aparece la incontinencia urinaria en el embarazo?

Como ya lo mencionamos anteriormente, el tamaño del útero y el peso del bebé son unos de los principales factores en la aparición de esta condición. Esto hace que sea mucho más común durante el último trimestre del embarazo.

Por su parte, el cuerpo de la madre sintetiza una serie de hormonas diferentes, dentro de las cuales se incluye la relaxina. Una de las principales funciones de la relaxina es aumentar la elasticidad de los tejidos pélvicos para facilitar el parto. En este sentido, relaja la musculatura y facilita la salida involuntaria de orina.

Por último, el tamaño uterino genera una redistribución de los órganos abdominales, por lo que el espacio destinado para la vejiga se ve reducido. De esta manera, el órgano no puede distenderse de forma adecuada, reduciendo así su capacidad para almacenar la orina.

Por su parte, existen ciertos factores que aumentan la probabilidad de padecer incontinencia urinaria en el embarazo, dentro de los cuales destacan los siguientes:

  • Sobrepeso u obesidad antes del embarazo.
  • Ganancia excesiva de peso en la gestación.
  • Embarazos múltiples.
  • Ser mayor de 35 años.
  • Primíparas.
  • Antecedentes d incontinencia urinaria.

Tipos de incontinencia urinaria en el embarazo

El escape involuntario de orina durante la gestación puede ocurrir en múltiples contextos, lo que genera diversos tipos de incontinencia. En este sentido, los principales tipos de incontinencia urinaria durante el embarazo son los siguientes:

  • Incontinencia de urgencia. Es el deseo de ir al baño continuamente, puesto que no puedes aguantar las ganas una vez que aparecen. Por lo general, se asocia a vejigas hiperactivas o a patologías neurológicas.
  • Incontinencia de esfuerzo. Las pérdidas de líquido se originan por ciertas acciones como toser, levantar algo pesado, reír o estornudar. La mayoría de las embarazadas sufren de este tipo de incontinencia.
  • Incontinencia mixta. Se trata de la mezcla de las dos anteriores, es decir, por un problema del organismo y la debilidad de la musculatura perineal y de la faja abdominal.

Ninguno de estos escenarios debe confundirse con la micción urgente , cuyo origen pueden ser las infecciones del tracto urinario, el escape de la orina en la uretra, inflamación o vaginitis (secreción de la vulva y la vagina).

Si llegas a presentar fiebre, vómitos, pérdida repentina de peso, escalofríos, dolor de espalda, fatiga, sed o apetito descontrolado, debes ir al médico cuanto antes.

Recomendaciones para controlar los síntomas

La incontinencia urinaria en el embarazo es una condición que afecta diversos aspectos de la vida de la futura madre. Un accidente en un lugar público representa una gran vergüenza para cualquiera. Por fortuna, existen múltiples recomendaciones que permiten disminuir la incidencia de los accidentes entre las cuales destacan las siguientes:

  • Evitar el estreñimiento para que la vejiga no tenga presión y debilite los músculos de la pelvis. Para ello, es conveniente ingerir líquidos y fibra en la dieta.
  • No suspender la hidratación a lo largo del día, puesto que se puede poner en gran riesgo la salud.
  • Beber agua cada vez que se sienta sed y procurar ir al baño antes de sentir ”muchas ganas”.
  • No aguantar las ganas de orinar e ir más seguido al baño. Aunque no tengas ganas, trata de ir cada una o dos horas para liberar la vejiga de líquido. Esto te ayudará a prevenir accidentes. 
  • Evitar los alimentos picantes. Algunas mujeres sufren de irritación uretral tras la ingesta de estas comidas, por lo que conviene evitarlas. Lo ideal es mantener una alimentación sana y balanceada.
  • Haz ejercicios para fortalecer el suelo pélvico. Para ello, se recomienda utilizar las bolas de Kegel. Los ejercicios con estos instrumentos consisten, básicamente, en contraer los músculos del ano y la vagina por un período de 10 segundos y, luego,  descansar por otros 10 segundos más. Es recomendable repetir esto varias veces durante unos 3 minutos, como mínimo.
  • Control del peso. Con una buena alimentación y una rutina de ejercicios podrás evitar esos kilos de más que causarán presión en la vejiga. Evita el consumo de cafeína y picante que irrita el sistema urinario.
  • Evitar las bebidas con cafeína, los productos light y los cítricos. Todos ellos poseen niveles elevados de fenilalanina, lo que puede aumentar el flujo urinario y también desarrollar afecciones en el pequeño.
  • No hacer ejercicios muy exigentes. El levantamiento d epesas durante el embarazo no esta contraindicado, siempre y cuando se realice de forma responsable. En estos casos lo ideal es no levantar objetos mayores de 6 kilogramos si se padece incontinencia urinaria en el embarazo.

El tratamiento quirúrgico para corregir esta alteración solo debe ser una opción que aquellas mujeres con incontinencia tras 6 meses después del parto. Esto se debe a que se trata de un proceso invasivo y los ejercicios de Kegel son más que suficientes para revertir el proceso en la mayoría de los casos.

Una afección común que tiende a desaparecer

Como puedes ver, la incontinencia urinaria durante el embarazo es un problema bastante común que puede permanecer en el puerperio. Por fortuna, tiende a desaparecer por sí solo a medida que el cuerpo regresa al estado previo al embarazo. Sin embargo, puede llegar a hacerse crónico o reaparecer tras algunos años.

Ten en cuenta que tener ganas de ir a orinar constantemente es algo normal durante el embarazo. Además, procura seguir las recomendaciones de tu médico en todo momento y no tendrás mayores inconvenientes.


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