¿Por qué es importante aportar seguridad emocional a los niños?

La seguridad emocional permite que los niños desarrollen su autonomía y su confianza. Esto les ayudará a sentirse capaces para explorar el mundo.

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Las consecuencias sobre la seguridad emocional que les aportas a tus niños van mucho más allá del vínculo paterno-filial que tienes con ellos. Trasciende a otros ámbitos, como por ejemplo, a las relaciones de pareja en un futuro.

Es muy importante que busquemos mantener relaciones sanas con nuestros hijos, que les sirvan como ejemplo para desarrollar otros vínculos a lo largo de sus vidas. En este sentido, la seguridad emocional se compone de un conjunto de comportamientos y de gestos que sostienen un mensaje claro a lo largo del tiempo: “me importas, te quiero y eres valioso”.

Veamos de qué se trata y cómo aprender a apoyar mejor a tus hijos.

¿Qué es la seguridad emocional y por qué es importante?

La seguridad emocional de los niños se logra a través del establecimiento de un vínculo de apego positivo, sano y sostenido en el tiempo. Este les permite ser ellos mismos, sin temor a sentir rechazo por los otros ni tener que ajustarse a ciertas normas o reglas solo por agradar.

Por ende, la seguridad emocional les permite a los pequeños ganar autoestima y los invita a explorar el entorno. Y en el caso de sentir miedo o inseguridad, les da la certeza de que siempre podrán contar con el apoyo y la contención de alguien querido.

Por último, la seguridad emocional de los infantes también se desarrolla al acompañarlos en la gestión de sus emociones. Entonces, habla con tu hijo, anímalo a que te cuente cómo se siente, a que reconozca sus emociones y las comparta. Muéstrale que tú también lo haces, para que pueda normalizar este hábito y comprender que está bien expresar los sentimientos.

Hija abrazando a su madre par aliviar su ansiedad.

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Cómo ayudar a tu hijo a desarrollar su seguridad emocional

La seguridad emocional se desarrolla y se sostiene con los pequeños actos de todos los días. Aunque sean cuestiones simples, dicen mucho tanto en su ausencia como en su presencia.

A continuación, te compartiremos algunos de los consejos para desarrollar esta habilidad en tu hijo.

Haz que se sienta protegido

Proteger a un hijo no solo es evitarle el peligro, sino también prestarle atención cuando llama o hace un pedido. Entonces, no lo dejes llorar cuando lo escuches, pues lo que va a interpretar es que, aunque se sienta mal, nadie acudirá a ayudarlo.

Dile que le quieres todos los días

El afecto nunca está de más y el amor jamás resulta perjudicial. Decirle a tu hijo que lo quieres, que es valioso, que admiras cómo se supera cada día es muy importante para él. “¡Qué bueno que hoy te animaste a subir más alto en el árbol!”, “¡qué bueno que lograste dormir solito!”.

Ahora bien, manifestar el amor no quiere decir que no se deban poner límites, pues estos son positivos y necesarios. Sin embargo, cuando el cariño es sostenido, los niños son capaces de comprender que, aunque exista un reto o un enojo, nadie dejará de quererlos. Hay una base de afecto que es segura y que no depende de ninguna circunstancia.

Confía en sus capacidades

La seguridad emocional también es la base (y el aliento) para que tu hijo desarrolle su autoconfianza.

Cuando un niño se da cuenta de que alguien confía en él y lo alienta, también empieza a verse con esos ojos.

En cambio, cuando los progenitores son temerosos e inseguros, esa misma inseguridad se contagia al niño y da como resultado mayor inhibición y temor a curiosear.

Pasa tiempo de calidad con tu hijo

Estar presente en el hogar muchas horas al día, pero mantener una interacción mediada por pantallas no tiene mucho sentido.

Realmente, lo que importa es que el tiempo que pases con tu hijo sea de calidad, que les permita conocerse, disfrutarse y reír juntos. Que habilite el desarrollo de un vínculo de amor, de apego y de confianza.

A través del juego se fortalecen los lazos con los niños y además, se los acompaña en el desarrollo motriz, psicológico, cognitivo y emocional.

Acéptale tal y cómo es

No trates de uniformizar a tu hijo para que cumpla con determinada imagen o idea que tienes sobre él. Quizás, en lugar de hacer deporte en tu club de toda la vida, él prefiera un instrumento o un idioma.

Es importante que aceptes sus gustos, que valides sus intereses y necesidades, más allá de que coincidan o no con los tuyos.

Esto le permite entender que, aunque no sea idéntico a sus padres, es igual de valioso e importante para ellos. Caso contrario, intentará conformarlos con cosas que no le interesan o que no le hacen sentir bien. A largo plazo, esto lo llevará a adoptar un rol complaciente con las demás personas por el resto de su vida.

Demuéstrale tu amor en acciones, más que en palabras

El afecto puede demostrarse a través del contacto físico, como dormir una siesta juntos, darle un gran abrazo cuando regresa del colegio o cuando vuelves del trabajo. También, con algún premio luego de una buena acción. No se necesitan de grandes gestos, sino de detalles pequeños pero continuos.

Amor de padre

Cuídale a todos los niveles

La salud física es tan importante como su salud mental y emocional. Por eso, mantén tus muestras de afecto y cariño a través de los buenos cuidados y las rutinas saludables. Cuando los pequeños se sienten en contextos conocidos y ciertas cosas se mantienen estables, viven más tranquilos y felices.

Finalmente, evita emplear palabras despectivas contra ellos, burlarte o hacerles sentir inferiores solo porque son más chicos.

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La seguridad emocional se logra con tiempo de calidad

Muchas madres y padres se sienten mal porque no pueden compartir mucho tiempo con sus hijos. Como telón de fondo, hay emociones de culpa, angustia y malestar. Sin embargo, es importante que sepan que más allá de la cantidad, lo esencial es la calidad del tiempo invertido en ellos.

Pocas horas de juego pueden ser mucho más significativas para la seguridad emocional de los niños que todo un día de indiferencia. Si en ellas somos capaces de expresar nuestro afecto, de jugar en el piso o de hacerles saber que son extrañados, valdrán mucho más.

De esta manera, lo que queremos destacar es que la seguridad se construye en el vínculo, en el hecho de conocerse bien. Y para ello, más que una gran cantidad de horas, lo importante es poder darse al otro en cuerpo y en alma.
La relación de apego tiene un gran peso y unas importantes consecuencias para el desarrollo futuro de los pequeños. Entonces, ayudémoslos a encontrar en nosotros el refugio y unas relaciones de amor y contención desde la infancia.

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

  • García Retana, José Ángel (2012). La educación emocional, su importancia en el proceso de aprendizaje. Revista Educación, 36(1),1-24.[fecha de Consulta 25 de Noviembre de 2021]. ISSN: 0379-7082. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=44023984007
  • Gloria Cecilia Henao López y María Cristina García Vesga, “Interacción familiar y desarrollo emocional en niños y niñas”, Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, Manizales, Doctorado en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud del Centro de Estudios Avanzados en Niñez y Juventud de la Universidad de Manizales y el Cinde, vol. 7, núm. 2, (julio-diciembre), 2009, pp. 785-802
 
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