Hipotiroidismo en los niños: lo que debes saber

El hipotiroidismo es una de las enfermedades endocrinológicas más frecuentes de la infancia. En este artículo te contamos todo lo que debes saber acerca de ella. ¡No te lo pierdas!
Hipotiroidismo en los niños: lo que debes saber
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Escrito por Leidy Mora Molina

Última actualización: 26 mayo, 2022

El hipotiroidismo es una patología que resulta de una alteración a nivel de la glándula tiroides que genera una menor producción de sus respectivas hormonas. Estas sustancias son esenciales para el correcto funcionamiento corporal y para el metabolismo.

En los niños la causa de esta enfermedad puede variar, así como el impacto en el desarrollo de su organismo, por lo que el diagnóstico y el tratamiento precoz pueden mejorar su pronóstico.

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El hipotiroidismo en niños

La glándula tiroides se ubica en el medio del cuello y produce hormonas claves para la salud: la triiodotironina (T3) y la tiroxina (T4). Este órgano está controlado por la hipófisis o glándula pituitaria, ubicada en la base del cerebro, por medio de la hormona estimuladora de tiroides (TSH).

Las hormonas tiroideas cumplen funciones muy importantes para el organismo, entre las que se destacan las siguientes:

  • Promueven el desarrollo del cerebro.
  • Regulan el metabolismo.
  • Aseguran el crecimiento corporal.
  • Contribuyen al mantenimiento de la temperatura interior.

Cuando hablamos de hipotiroidismo nos referimos a una condición que resulta de la disminución de la actividad biológica de las hormonas tiroideas sobre los tejidos corporales. Y esto puede generarse por una baja producción por parte de la glándula o por una alta resistencia a la acción hormonal por parte de las células del resto del organismo.

En los niños, la mayoría de los casos de hipotiroidismo ocurren por una baja producción de hormonas tiroideas y se manifiesta desde etapas tempranas de la vida. Por ende, puede provocar alteraciones cerebrales, problemas en el crecimiento corporal y en el desarrollo de los distintos órganos-

Esta condición es bastante frecuente en la infancia y su prevalencia varía según el área geográfica (1 de cada 800 a 10 000 niños).

En algunos casos el hipotiroidismo es transitorio, pero en otros se vuelve una condición crónica e incurable. Pero afortunadamente, con el adecuado tratamiento de reemplazo hormonal y el control periódico con el endocrinólogo infantil, los niños afectados pueden llevar una vida normal.

mujer medica endocrinologa sostiene glandula tiroides en mano
La glándula tiroides se ubica en la cara anterior del cuello, justo a la mitad de camino entre la mandíbula y el esternón. Su agrandamiento o disminución de tamaño podría sugerir un mal funcionamiento.

Tipos de hipotiroidismo en los niños

Existen distintos criterios de clasificación de la enfermedad, ya sea basados en la localización del problema o en la causa del mismo.

En cuanto al primer criterio, el objetivo es definir cuál es el órgano afectado que genera un bajo nivel de hormonas tiroideas en sangre. El hipotiroidismo más común en la infancia es el de tipo primario, que implica un mal funcionamiento de la glándula tiroidea. Por su parte, el hipotiroidismo secundario se refiere al mal funcionamiento de la glándula pituitaria.

Según la causa que genera el daño en la glándula tiroides, el hipotiroidismo se clasifica en dos tipos: congénito (de nacimiento) o adquirido (posnatal). Veamos cada uno de ellos en detalle.

Hipotiroidismo congénito

Cuando hablamos de hipotiroidismo congénito nos referimos a que el bebé nace con un problema en su glándula tiroides, ya un desarrolo anormal o la completa ausencia de la misma. Aunque más raramente puede ocurrir por un daño en la glándula pituitaria, es muy infrecuente que se asocie a los hábitos alimenticios de la madre (por ejemplo, a la ingesta de dietas carentes en yodo).

Se estima que este tipo de patología ocurre en 1 de cada 3000 – 3500 nacimientos y constituye una de las principales causas evitables de discapacidad intelectual (antes llamada retraso mental).

Hipotiroidismo adquirido

Si la enfermedad aparece luego del nacimiento (más específicamente, después de los 6 meses), hablamos ya de hipotiroidismo adquirido. En este caso, la glándula tiroides produce muy poca o nula cantidad de hormona tiroidea y las causas de este fenómeno son diversas:

  1. Tiroiditis de Hashimoto: es una enfermedad autoinmune, donde el propio sistema inmunitario ataca a la glándula tiroides y le impide ejercer sus funciones. Constituye la principal causa de hipotiroidismo en niños y en mujeres.
  2. Infecciones virales.
  3. Alteraciones de causa medicamentosa (por consumo de litio, amiodarona y oxcarbacepina).
  4. Antecedentes familiares de hipotiroidismo.
  5. Eliminación quirúrgica de la glándula tiroides por otras causas.
  6. Ingesta inadecuada de yodo, ya sea en más o en menos.
  7. Enfermedades de la glándula hipófisis (como el panhipopituitarismo).
Las hormonas son sustancias químicas que se segregan por orden del cerebro
La glándula pituitarua (o hipófisis) es una pequeña estructura ubicada en el tronco encefálico, dentro del cráneo. En ella se producen varias hormonas esenciales para el funcionamiento del organismo.

¿Cuáles son los síntomas del hipotiroidismo?

Los niños suelen presentar cuadros clínicos variables, tanto en la sintomatología como en su intensidad. En general, la enfermedad es de aparición lenta, es decir que puede tardar algunos años en manifestarse y muchos signos pueden pasar desapercibidos.

Entre los indicios más destacados del hipotiroidismo en niños se describen los siguientes:

  • Cansancio y fatiga crónicos.
  • Mayor sensibilidad al frio.
  • Aumento de peso. El hipotiroidismo enlentece el metabolismo, lo que provoca un aumento de peso moderado, entre 2 y 4.5 kg.
  • Mal progreso de la estatura. Es un signo característico del hipotiroidismo en niños.
  • Retraso de la pubertad (en adolescentes).
  • Piel y cabello secos y frágiles.
  • Estreñimiento.
  • Bocio.

Los lactantes con hipotiroidismo también pueden presentar síntomas como ictericia, llanto ronco, lengua grande y prominente, dificultad respiratoria y hernia umbilical.

Si detectas que tu hijo presenta varios de estos síntomas, es necesario que lo comentes con el pediatra para que indique estudios que confirmen o descarten este diagnóstico.

Diagnóstico del hipotiroidismo

El diagnóstico del hipotiroidismo en niños es sencillo. Primero, el pediatra hará un examen físico detallado, donde se valore la talla y el peso para determinar alguna alteración en los percentiles. Además, realizará la palpación de la tiroides para ver si está agrandada.

Luego, indicará algunas pruebas sanguíneas para valorar los niveles de hormonas producidas por la hipófisis y la tiroides:

  • T4 Libre: se miden los niveles de tiroxina libre en sangre, que es aquella que no está unida a proteínas y que puede ingresar a los tejidos corporales.
  • TSH (hormona estimulante de tiroides): es una prueba sensible para detectar hipotiroidismo. Cuando la glándula tiroides no está cumpliendo sus funciones, la hipófisis produce más TSH de lo habitual para intentar estimularla.
  • Anticuerpos antitiroideos: esta medición sirve para diagnosticar una posible tiroiditis de Hashimoto.

El hipotiroidismo se diagnostica cuando los niveles de TSH son altos y el nivel de la T4 libre producida por la tiroides es bajo.

Si se confirma la alteración de las pruebas sanguíneas, se indicarán otros exámenes complementarios, como la gammagrafía o la ecografía de tiroides a fin de determinar la ubicación exacta de la glándula y su tamaño.

Como complemento, es probable que el endocrinólogo solicite una resonancia magnética del cerebro, para evaluar la glándula hipófisis y descartar alteraciones centrales.

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El diagnóstico del hipotiroidismo es sencillo y consiste en un adecuado examen clínico y la determinación de las hormonas tiroideas y la TSH en sangre.

Tratamiento del hipotiroidismo en niños

El tratamiento del hipotiroidismo en niños se basa en el reemplazo hormonal a través de la administración de hormonas tiroideas sintéticas, como la levotiroxina sódica o LT4.

Este fármaco se administra una vez al día y la dosis varía según la edad y el peso del niño. Idealmente, debe administrarse luego del despertar y 30 minutos antes de comer. Además, debe ingerirse lejos de otros suplementos, como calcio, hierro o vitaminas, para evitar disminuir su efecto.

Cabe destacar que es de vital importancia ser consecuente con administrarle diariamente esta hormona al niño.

Con frecuencia el especialista indica también biotina (vitamina B8) para mejorar la salud de la piel y del cabello del pequeño. Además, es importante que el niño lleve una dieta adecuada que evite la ganancia excesiva de peso.

Este tratamiento tiene muy pocos efectos secundarios y de producirse alguno, puede regularse la dosis del medicamento. Por eso, es necesaria una constante revisión por el endocrinólogo.

Aunque no existe una cura para el hipotiroidismo en niños, este tratamiento hormonal puede controlar la sintomatología y frenar la evolución de la enfermedad. Y así, es posible llevar adelante una vida normal y por lo demás saludable.

Prevención del hipotiroidismo en niños

A ciencia cierta no hay una manera de prevenir el hipotiroidismo en niños, pero es importante detectarlo precozmente cuando el pequeño comience a manifestar alguna sintomatología sugestiva. Así, el tratamiento podrá iniciarse antes de que se desencadenen consecuencias negativas e irreversibles para su salud.


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