Tu hijo vale mucho. Que lo sepa

Tu hijo vale mucho. Que lo sepa
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 04 abril, 2020

Seguramente sientes devoción por tu hijo y admiras cada logro por pequeño que sea. Pues, efectivamente, tu hijo vale mucho. Ahora bien, ¿te encargas a diario de que el niño asuma su inmenso valor?

Generalmente los adultos tendemos a marcar los defectos y errores de los niños. Si la crítica es constructiva y busca capitalizar un aprendizaje, no está mal. No obstante, cuando todas las observaciones que se le hacen son negativas, nada bueno saldrá de esa crianza.

Pues resaltar cualidades, virtudes y logros es otra misión materna de sobrada importancia. En base a ese conocimiento, el niño construirá su personalidad, constituirá su autoestima y alimentará su seguridad. Por eso, expresa siempre su inmenso valor.

Tu hijo vale mucho, ¡exprésalo!

Uno de los roles más importantes de cada madre es demostrarle a los niños lo importantes y capaces que son. No basta con tener la certeza de que tu hijo vale mucho, sino de transmitírselo a diario.

La idea es entonces demostrarlo constantemente para que lo comprenda. Por ello, no te lo guardes ni lo dudes un segundo. Dícelo todo el tiempo, cuéntale a tus conocidos, celebra sus triunfos y reflexiona sobre sus derrotas.

Haz que el pequeño conozca sus virtudes y destrezas. Debes conseguir así que el nene confíe en sí mismo y en su talento. De ti depende no solo la infancia del menor, sino también su futuro. Sin dudas, tienes en tus manos una compleja misión.

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Demuéstrale al chico cuánto vale

Existe una serie de tips que te ayudará a exteriorizar diariamente el valor de tu hijo. Que nunca se pierda esa bonita costumbre de halagar y elogiar a tus hijos. Conviértete en su fan número uno y augura así el nacimiento de un ser seguro, independiente y capaz.

  • Estimula su autoestima. Ello implica en primera instancia reconocer sus aciertos y logros, sin importar la magnitud de los mismos. Enséñale que errar es humano y permite que, tras cada equivocación, puede volver a intentarlo. Pues la base de la vida reside en la paciencia y persistencia. Asimismo, evita por todos los medios, comparaciones, frases crueles e hirientes, así como también palabras denigrantes que solo le hacen daño. “Tú sí puedes lograrlo” y “nunca te dejaré de amar” son dos frases de cabecera para cuando no se obtienen los resultados o la performance esperada.
  • Destaca sus acciones positivas. Reflexiona sobre tu día al lado del pequeño. ¿Cuántas veces en el día reconoces aquellas pequeñas cosas que hablan bien de él? Por el contrario, ¿cuántas malas acciones dejar pasar? No se trata de inclinar la balanza para evadir sus errores, pero sí de comenzar a trabajar sobre lo bueno. Ponte en sus zapatos, ¿cómo te sentirías si todos focalizaran en lo que haces mal y nadie reparara en tus buenas intenciones y gestos? Recuerda que recalcar sus conductas positivas es muy eficaz a largo plazo.
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  • Regala tiempo. Quizás la vorágine diaria complique compartir tiempo de calidad con tus hijos. Tu hijo vale mucho, por eso, disfrútalo. El futuro de tu hijo es hoy y el mañana se hará presente ante ustedes muy rápidamente, pero no habrá vuelta atrás. No hay nada que los pequeños amen más que pasar momentos con sus padres. Hacer alguna actividad, compartir alguna pasión, jugar o aprender, es lo de menos. Compartir un desayuno o hacer un paseo luego de cenar puede ser otra alternativa. Si le dedicas tiempo a tu hijo, asumirá su incalculable valor y, paralelamente, mejorará su comportamiento.
  • Predica con el ejemplo. Recuerda que eres el espejo a través del cual el nene se mira, su modelo y camino a seguir. Por tanto, muéstrate seguro demostrando tus virtudes, pero también asumiendo debilidades. Recuerda que todo niño es reflejo de sus padres, su hogar y familia. Entonces, no dudes poner en práctica aquello que deseas transmitir a la criatura. Generosidad, respeto, amabilidad, honestidad, humildad son algunas de las cualidades que puedes mostrar y delegar. No olvides dar a tu hijo el mismo trato que espera recibir de los demás.

Y tú que consideras que tu hijo vale mucho, ¿qué otras estrategias pones en práctica para ayudar a tu niño? ¡Comparte tu experiencia y sabiduría maternal con nosotros! Puede que tus métodos sean de gran utilidad para otras madres que buscan la felicidad de sus hijos.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.