A pesar de que mi hijo ya no es un bebé, me encanta dormir junto a él

Dormir con los padres es una posibilidad que potencia el vínculo afectivo y la salud emocional a cualquier edad. ¡Descubre todos sus beneficios!
A pesar de que mi hijo ya no es un bebé, me encanta dormir junto a él

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 25 enero, 2023

Desde el momento del nacimiento, los hijos se convierten en la mejor compañía de sus padres. Además, les brindan una tranquilidad inmejorable, los llenan de felicidad y les hacen sentir que no les falta absolutamente nada.

De la misma manera, los padres son el mejor refugio de los niños desde los primeros instantes de la vida, pues les proporcionan seguridad, les transmiten confianza y los convencen de que no les pasará nada malo.

A causa de ello, muchos niños duermen con los padres durante la infancia, porque ellos son quienes les alejan cada uno de los miedos que les surgen. También, les garantizan seguridad y buenos cuidados durante los momentos de sueño.

De la misma manera, al dormir juntos se cuidan de la mejor manera las necesidades básicas de los hijos. Por ejemplo, la alimentación con lactancia a demanda.

Mamá durmiendo junto a su bebé

No obstante, la sociedad actual cree que a medida de que el niño crece es fundamental sacarlo de la cama de los padres. Pues se argumenta que de esta forma se interrumpe el desarrollo de su autosuficiencia.

Sin embargo, esta decisión no debe ser tan radical porque acostarse con los padres es beneficioso a cualquier edad. Por esa razón, a continuación, detallamos cada una de sus virtudes.

Las ventajas de dormir junto a un hijo

Los hijos crecen, pero necesitan de sus padres en todo momento. Pues los obstáculos y los temores pueden aparecer en cualquier época de la vida.

De ese modo, abrirle las puertas de la cama a los niños es una gran iniciativa para ofrecerles el refugio que tanto necesitan. Esto es porque con esa simple acción se les comunica que tienen la comprensión y el apoyo incondicional de sus progenitores. Aparte, es una manera efectiva para hacerles entender a los hijos que pueden buscarlos en cualquier momento. Pues ellos siempre tendrán la mejor disposición para escucharlos y ayudarles a resolver todas sus dudas.

Con esto también se protege la salud emocional de los pequeños, ya que se les proporciona felicidad y se les permite liberar las tensiones que los atormentan. Además, se potencia su autoestima, porque se les hace sentir que para toda la vida tendrán a alguien que los amará sin condiciones.

Dormir junto a un hijo es beneficioso

Por todo esto, al dormir junto a un hijo aumenta el vínculo afectivo entre ambos, porque se le deja claro que la complicidad siempre existirá. Y que a pesar de la edad, pueden vivir juntos una gran cantidad de momentos íntimos.

Por último, es así como se incrementa la seguridad de los hijos, pues se les transmite que nunca estarán solos. De igual manera, se les enseña que la unión familiar no caduca con el paso del tiempo.

Una conexión especial

Niño durmiendo con sus padres

Los padres también se benefician de estos momentos llenos de amor y protección. Esto ya que se sienten tranquilos al saber que sus hijos están bien y se convencen de que son las guías que ellos tanto necesitan.

Además, en estos instantes no se le resta la libertad a los hijos. En realidad, lo que se les deja claro es que tendrán una mano amiga que les ayude a revivir las motivaciones y los objetivos de vida siempre que lo necesiten.


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  • Ministerio de Educación de Colombia. La salud emocional en la educación inicial [Internet]. Colombia: Ministerio de Educación; 2019. [citado 03 de enero 2022]

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