La hidratación en la mujer embarazada

El agua es el medio en el cual tienen lugar muchas de las reacciones fisiológicas del organismo. Asegurar un buen estado de hidratación es clave en el embarazo.
La hidratación en la mujer embarazada
Saúl Sánchez Arias

Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.

Última actualización: 15 abril, 2021

La hidratación es clave en cualquier etapa de la vida, pero en la mujer embarazada es totalmente esencial. El agua es el elemento que funciona como transportador y como medio en el cual se producen muchas de las reacciones fisiológicas del organismo.

Hay que destacar que durante el periodo estival o en climas calurosos el riesgo de deshidratación aumenta. Para una persona normal puede resultar fatal dicha condición, pero en el caso de la mujer embarazada se ponen en riesgo dos vidas en lugar de una.

Las necesidades de agua

Seguramente ya sabes que el agua es el mejor líquido del que disponemos para asegurar un buen estado de hidratación. Se aconseja que una persona normal consuma entre 1 litro y medio y 2 de agua al día. Sin embargo, en el caso de la mujer embarazada, las necesidades hídricas aumentan de forma drástica. Pueden llegar a ser necesarios hasta 3 litros en estas circunstancias.

Mujer embarazada bebiendo un vaso de agua para tener una buena hidratación.

De todos modos, la ingesta de agua durante el embarazo no tiene por qué producirse solamente a partir del líquido. Según un estudio publicado en la revista BMC, se estima que el agua contenida en los alimentos supone un gran aporte para el estado de hidratación de la mujer embarazada.

Para asegurar una buena hidratación es importante evitar el alcohol

Seguro que ya sabes que evitar el alcohol durante el embarazo es primordial. Esto sucede por dos motivos. En primer lugar, estamos hablando de una sustancia que ejerce un efecto diurético, es capaz de alterar el equilibrio hídrico y generar un cierto estado de deshidratación.

Por otra parte, existen evidencias conforme el consumo del tóxico genera malformaciones en el feto y problemas en el desarrollo. Así lo afirma una investigación publicada en la revista Clinical Obstetrics and Gynecology . Es más, ensayos recientes han llegado a sugerir que la ingesta regular de alcohol por parte de una mujer durante su adolescencia podría influir en la salud del feto años después.

Los refrescos y la hidratación en el embarazo

En los días que corren muchas personas han cogido la costumbre de consumir refrescos azucarados de forma habitual. Sin embargo, este hábito es realmente nocivo para la salud. El azúcar que contienen genera un impacto sobre el metabolismo, incrementando el riesgo de desarrollar patologías como la diabetes.

Este efecto es todavía mayor en el caso de las embarazadas, que ya de por sí pueden acabar presentando la enfermedad transitoria conocida como diabetes gestacional. Aunque el sobrepeso de forma previa al embarazo es un factor de riesgo determinante, también influye el consumo de refrescos azucarados durante la gestación.

Hay que destacar que la bebida de elección para garantizar un buen estado de hidratación en el embarazo ha de ser siempre el agua. Puede consumirse algún lácteo como la leche entera también, sobre todo con el objetivo de aliviar el ardor estomacal. Sin embargo, en ningún caso ha de sustituirse de forma rutinaria la ingesta de agua mineral.

Para aquellas mujeres que tienen la costumbre de beber refrescos, puede ser una buena estrategia de transición sustituir los mismos por agua con gas. Es importante que esta no tenga azúcar. Incluso ,si se ingiere bien fría, puede resultar útil para combatir los calores asociados a los primeros meses de embarazo. También cuenta con una capacidad refrescante superior durante la época estival.

La hidratación es clave en el embarazo

Mujer embarazada bebiendo agua.

Como has podido comprobar, mantener un buen estado de hidratación es importante para asegurar la salud durante el embarazo, tanto de la mujer como del feto. Para ello, hay que utilizar el agua mineral como líquido de preferencia y evitar sobre todo el consumo de alcohol y de refrescos azucarados.

Además, como norma general, tampoco se aconseja el consumo de zumos de forma habitual, ya que cuentan con una gran cantidad de azúcares simples, sin embargo, carecen de fibra. Son capaces de impactar de forma significativa sobre las glucemias, lo que podría incrementar el riesgo de desarrollar diabetes gestacional.

Ahora bien, el consumo de frutas enteras está muy recomendado. Estos alimentos concentran una gran cantidad de agua en su interior, por lo que contribuyen a alcanzar un buen estado de hidratación. Ten en cuenta que, como norma general, beber un vaso de agua antes de cada comida será siempre de gran ayuda.


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