6 grasas alimenticias que aumentan el rendimiento escolar en los niños

Las grasas alimenticias que aumentan el rendimiento escolar son aquellas que optimizan el flujo de pensamiento. Conoce cuáles son.
6 grasas alimenticias que aumentan el rendimiento escolar en los niños
María Patricia Piñero

Escrito y verificado por la nutricionista María Patricia Piñero.

Última actualización: 13 marzo, 2023

Una dieta nutritiva en la infancia es fundamental para promover la salud y un buen desempeño en la vida adulta. Esto incluye las grasas alimenticias, las cuales, además de ser energéticas, forman parte estructural de todas las células, como por ejemplo, las del cerebro. De esta forma, participan en el desarrollo neurológico, cognitivo y del aprendizaje de los menores.

¿Quieres saber cuáles son las grasas alimenticias que aumentan el rendimiento escolar en los niños? Sigue leyendo.



¿Qué se sabe de las grasas que aumentan el rendimiento escolar en los niños?

Desde que está en el vientre materno, e incluso desde antes de nacer, el bebé requiere de ciertos nutrientes para lograr un óptimo crecimiento y desarrollo del cerebro. Una vez que nace debe mantener una alimentación que garantice todos los nutrientes que impacten de manera favorable para el resto de su vida.

Uno de ellos es la grasa que se consume con la dieta. Por ejemplo, una buena concentración del ácido graso omega-3, como el DHA, mejora la capacidad de aprendizaje, la memoria y la concentración, tal como lo plasma una revisión publicada en The Journal of Nutrition.

¿Qué funciones cumple el DHA en el cerebro?

El DHA es la grasa que predomina en el sistema nervioso central. Esta representa el 85 % de todos los poliinsaturados que se encuentran en el cerebro y forman parte de la estructura y función de las neuronas.

Las sardinas, así como otros pescados azules, son importantes en la dieta de los niños para aumentar el DHA, que favorece la memoria y la concentración.

¿Cómo interviene en el funcionamiento del cerebro?

La Revista Chilena de Nutrición plantea que el cerebro forma conexiones entre las neuronas y, de esta forma, lleva las señales y la información. Estas células están cubiertas por mielina, una sustancia que permite una comunicación más rápida y clara entre ellas. El DHA, forma la mielina al hacer las neuronas más flexibles y facilitar la conexión neurológica del cerebro.

En general, las funciones del DHA para el cerebro incluyen el mejoramiento de la trasmisión nerviosa, la formación de neuronas y la protección contra el estrés oxidativo. Estas funciones son esenciales para maximizar el desarrollo cognitivo durante la maduración del cerebro.

Qué se dice sobre la dieta para potenciar el consumo de DHA

Un estudio en la revista Pediatrics ha demostrado el beneficio del DHA dietético en bebés lactantes o después de la lactancia materna para favorecer el desarrollo mental de los niños. Así, se ha correlacionado la concentración cerebral del DHA con la capacidad de aprendizaje y con la inteligencia de los recién nacidos y los lactantes.

Por otro lado, algunos ácidos grasos omega-3, como el alfa linolénico (ALA), pueden convertirse en DHA. Sin embargo, en una revisión compartida en Progress in Lipid Research, se explica que entre un 60 a 85 % del ALA se puede oxidar. De todos modos, los autores insisten que la inclusión de alimentos que son fuente de ALA, son claves para mantener los niveles de DHA en los diferentes tejidos.

La revista Nutrients, en el 2020, señala que para que pueda mejorar la conversión del ALA a DHA, se debe reducir en la dieta la relación en el consumo de grasas omega-6/omega-3. Esto se puede conseguir mediante el aumento de aceite de oliva y la reducción de aceites de semillas, como girasol, ajonjolí o maíz, entre otros. Sin embargo, la mejor manera de consumir el DHA es directamente desde algunos alimentos que lo contienen en forma natural.



Descubre cuáles son las grasas alimenticias que aumentan el rendimiento escolar en los niños

Los ácidos grasos omega-3 en los alimentos son variados. Los más conocidos son el DHA, el EPA y el ácido graso alfa-linolénico (ALA). A continuación, te contamos cuáles son las grasas alimenticias que aumentan el rendimiento escolar.

1. Pescados azules

Introducir en la dieta el pescado a una edad temprana, incluso desde el embarazo o antes, es una sabia decisión. Los llamados pescados azules son altos en grasa y en ella predominan los ácidos grasos omega-3 de cadena larga, DHA y EPA. En este sentido, expertos de la Universidad de Oxford recomiendan el consumo de sardinas, boquerón, caballa, salmón, jurel, arenque y atún enlatado para aumentar el DHA en la dieta.

Además, en el mismo estudio, se resaltan que los niños escolares con un bajo consumo de pescados azules presentaron reducidos niveles de DHA en la sangre. Incluso, este grupo no superó las pruebas de lectura y memoria y, según sus padres, también tenían desequilibrios de conducta y trastornos del sueño.

2. Frutos secos

Los frutos secos aportan antioxidantes como vitamina E, selenio, zinc, cobre y magnesio, que son beneficiosos para el funcionamiento del cerebro.

De acuerdo con la Fundación Española de Nutrición, los frutos secos aportan más del 50 % en grasa monoinsaturada y poliinsaturada. Además, se destaca un buen equilibrio de los ácidos grasos omega-6/omega-3, lo cual favorece la conversión al DHA a partir del ácido graso alfa-linolénico.

Entre los frutos secos están las avellanas, las nueces, los pistachos, las castañas, las almendras y los anacardos. Por su parte, el maní también se incluye en este grupo, a pesar de ser una leguminosa. Estos se pueden ofrecer molidos a partir de los 6 meses de edad para evitar el atragantamiento. Además, hay que vigilar las posibles alergias cutáneas y respiratorias que puedan producirse durante la alimentación complementaria.

3. Semillas

La Revista Chilena de Nutrición reporta que las semillas de chía y linaza son una rica fuente de ácidos grasos poliinsaturados. De acuerdo con la información, más del 50 % de su grasa total es del ácido graso omega-3 alfa-linolénico (ALA). Se recomienda usarlas molidas para agregar a mezclas de fruta y leche o bebidas vegetales. Las papillas de cereales también pueden funcionar como buenos vehículos.

Por su parte, el aguacate trasporta un 12 % de grasa, según la Fundación Española de Nutrición. A pesar de que su grasa predominante es el omega-9, hay una buena relación omega-6/omega-3. También es fuente de fibra, vitamina A, ácido fólico y vitamina K.  Este se puede dar triturado, en puré o como fruta entera.

5. Aceite de oliva

El aceite de oliva se ha destacado por su alto valor del omega-9 ácido oleico, con un aporte de 70 %. Esta grasa está relacionada con la salud y prevención de ciertas enfermedades crónicas. La misma se encuentra en la lista de grasas alimenticias saludables para mejorar el rendimiento, ya que el balance entre las omega-6/omega-3 favorece la conversión del ALA hasta DHA. Se aconseja usarlo crudo en las preparaciones.

6. Aceite de canola

La canola es la segunda semilla oleaginosa más cultivada en el mundo. Su aceite es muy insaturado, con un valor de 91 % de grasa. La revista Anales Venezolanos de Nutrición encontró que el 9 % de su grasa es de alfa-linolénico (ALA). Además, su relación omega-6/omega-3 es muy equilibrada. Se recomienda servirlo crudo en ensaladas, en sopas, en purés o como parte de las preparaciones proteicas.

Elige grasas alimenticias que favorezcan el aprendizaje

Para favorecer un buen desarrollo del cerebro desde antes del nacimiento de nuestros hijos, hay que hacer una selección asertiva de los alimentos grasos. Se debe optar por aquellos que favorezcan el aprendizaje y el rendimiento escolar.

Los pescados grasos, que se consideran la principal fuente del DHA, deben estar presentes por lo menos 2 veces a la semana en el menú de los hijos. También, las semillas, el aguacate y los frutos secos se pueden incluir en salsas, helados, batidos de frutas o yogures. Por su parte, los aceites de canola y de oliva se usarán en forma cruda para aprovechar el precursor del DHA.


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